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Un profesor que no fue contratado mata a tres personas en un tiroteo en la Universidad de Las Vegas

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Policías entran al campus de la universidad, el 6 de diciembre en Las Vegas (Nevada).Steve Marcus (via REUTERS)

El tirador, de 67 años, ha sido abatido por la policía y es el cuarto fallecido en el ataque, que ha dejado también a otra víctima en condición estable

Un tiroteo en la Universidad de Nevada en Las Vegas (UNLV) ha dejado tres muertos la tarde de este miércoles, según ha informado la policía metropolitana de la ciudad en una conferencia de prensa. Las autoridades acordonaron la zona de la institución pública y desplegaron un fuerte operativo al mediodía, minutos después de que los responsables del centro emitieran una alerta de emergencia. El atacante fue abatido y es la cuarta víctima mortal del ataque. Una fuente anónima con conocimiento de la investigación ha afirmado a la agencia AP que el tirador era Anthony Polito, un profesor universitario semi retirado de 67 años que recientemente buscó trabajo sin éxito en el plantel. Una persona más se encuentra ingresada en condición estable.

Estados Unidos ha sido nuevamente testigo de escenas de pánico en un centro escolar. El de este miércoles ha sido el tiroteo número 30 del año en un campus universitario. Las autoridades universitarias recibieron sobre las 11.45 (hora local) una llamada en la que alguien advirtió la presencia de un sujeto armado en las instalaciones. El primer mensaje de emergencia llegó a los estudiantes a las 11.54 (hora local). Este urgía a los estudiantes a correr, esconderse o luchar, como último recurso de defensa ante el tirador. “La policía universitaria responde a un tiroteo escuchado en Beam Hall”, declaraba la alerta. “Esto no es un simulacro”, subrayó con urgencia la universidad.

Los primeros disparos se escucharon en el cuarto piso del edificio que alberga la escuela de negocios Lee. Algunos testigos han dicho a la prensa local que escucharon al menos unas 15 ráfagas rápidas. La universidad pública se encuentra en el centro de Las Vegas, a solo tres kilómetros del aeropuerto Harry Reid y a escasa distancia del famoso Strip, la principal arteria turística.

Al primer mensaje siguieron otros dos. Algo más de 20 minutos después de la alarma inicial, la policía informó que el foco de la emergencia se había desplazado a las instalaciones de la Unión estudiantil. Este edificio, al este, es aledaño a la escuela de Negocios. Las balas dejaron allí varias ventanas rotas, de acuerdo a los estudiantes entrevistados. La UNLV es la más importante del Estado de Nevada. El año pasado tenía matriculados a 25.000 estudiantes.


Policías acordonaron el edificio en el que sucedió el tiroteo.
ALLISON DINNER (EFE)

Dos horas después, la emergencia fue levantada. “Ya no hay riesgo para los estudiantes”, señaló sobre las 14.40 Kevin McMahill, el sheriff de Las Vegas. El tirador, Anthony Polito, fue abatido en un intercambio de fuego con agentes de la policía. El ataque provocó un impresionante despliegue. Decenas de patrullas arribaron a la universidad minutos después de la llamada de auxilio. Llegaron también a la escena helicópteros y equipos tácticos, conocidos como SWAT. Videos tomados por estudiantes desde las aulas mostraban a uniformados corriendo con rifles en mano. Cuatro estudiantes fueron trasladados a hospitales para ser atendidos por ataques de pánico.

El tiroteo puso en alerta a todos los campus estatales públicos. Estos fueron cerrados como medida de precaución por el resto del día. Por la noche, el presidente del sistema público estatal, Keith Whitfield, anunció que todas las clases en todos los planteles han sido suspendidas hasta el domingo.

Dentro de los salones se vivieron momentos de mucha tensión. Un estudiante del tercer año contó al canal local de CBS que su hermana, quien estaba dentro de la universidad durante el tiroteo, estaba encerrada bajo llave. “Su maestra cerró la puerta y no dejan entrar a nadie. Están todos en silencio. Ella está muy asustada”, aseguró el chico. Otros periodistas leyeron mensajes de texto donde estudiantes escribían a sus familiares para despedirse por si no lograban salir con vida del tiroteo.

Algunas versiones han afirmado que había más de un tirador, algo que la policía no corroboró. Testigos declararon a la televisión local haber escuchado disparos después de que supuestamente fuera abatido el sospechoso principal. Esto llevó a las autoridades a actuar con cautela. Videos publicados en las redes sociales mostraron que los estudiantes desalojados salieron con los brazos en alto para mostrar que no estaban armados.

Las Vegas conoce bien las heridas que deja la violencia armada. La capital estadounidense del juego fue escenario en 2017 del peor tiroteo masivo en la historia del país. Entonces, Stephen Paddock, un hombre de 64 años armado con un arsenal, abrió fuego contra la multitud de un festival musical desde una suite del casino Mandalay Bay. Mató a 60 personas e hirió a cientos. Las autoridades levantaron de la escena del crimen más de 1.000 cartuchos.

“lo que ha pasado este miércoles es un crimen horrible que no vamos a olvidar. Pero quiero que sepan algo: Es un crimen para el que nos preparamos todos y cada uno todos los días”, ha señalado el sheriff McMahill.

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Estados Unidos se alista para atacar instalaciones militares en Venezuela vinculadas al narcotráfico

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La tensión entre Washington y Caracas alcanzó un nuevo punto crítico luego de que medios estadounidenses revelaran que el gobierno de Donald Trump se prepara para bombardear instalaciones militares dentro de Venezuela, como parte de una operación para debilitar al régimen de Nicolás Maduro y desmantelar las redes del narcotráfico controladas por el llamado Cártel de los Soles.

De acuerdo con reportes del Miami Herald y The Wall Street Journal, los ataques aéreos podrían iniciarse “en cuestión de días o incluso horas”. Aunque aún no se ha tomado una decisión final, fuentes cercanas a la Casa Blanca confirmaron que el plan contempla golpear puertos, aeropuertos y bases militares supuestamente utilizados para el tráfico de drogas.

Los funcionarios citados aseguran que la ofensiva busca forzar la salida de Maduro del poder y cortar las fuentes financieras del narcotráfico venezolano. “El tiempo de Maduro se está agotando”, afirmó una fuente consultada por el Herald, al señalar que “más de un general estaría dispuesto a entregarlo”.

El despliegue militar estadounidense en el Caribe ya está en marcha. El portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el buque de guerra más grande y avanzado del mundo, se dirige hacia las costas venezolanas acompañado por destructores, un submarino, aeronaves F-35B y aviones de patrulla P-8. Según el Pentágono, esta es la mayor movilización naval en la región desde la invasión de Panamá en 1989.

Washington ha justificado la operación bajo el argumento de combatir el narcotráfico transnacional, tras dos meses de ataques contra lanchas en el Caribe y el Pacífico que, de acuerdo con cifras oficiales, han dejado 61 muertos y tres sobrevivientes. “Estamos librando una guerra como nunca antes contra los cárteles, y la estamos ganando”, declaró Trump ante tropas estadounidenses en Japón.

La ofensiva ha provocado fuertes críticas internacionales. La ONU acusó al gobierno de Estados Unidos de violar el derecho internacional y denunció que los ataques marítimos recientes podrían constituir ejecuciones extrajudiciales. “Estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables. Estados Unidos debe ponerles fin”, expresó el alto comisionado para los derechos humanos, Volker Türk.

En medio del despliegue militar, la tensión diplomática aumenta mientras la comunidad internacional observa con cautela una posible intervención directa. De concretarse los bombardeos, la operación marcaría un giro histórico en la política estadounidense hacia América Latina y abriría un nuevo capítulo de confrontación entre Washington y el régimen de Nicolás Maduro.

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