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Van por ex gobernador Rodrigo Medina; lo investigan por desviar 3,500 mdp

Rodrigo Medina de la Cruz, quien fuera gobernador de Nuevo León entre 2009 y 2015, es uno de los cuatro exmandatarios que son investigados por el gobierno federal, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La UIF, que dirige Santiago Nieto Castillo, presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que se dé seguimiento a las pesquisas por una presunta triangulación de recursos públicos durante su administración por 3 mil 500 millones de pesos a empresas vinculadas con familiares, para la adquisición de inmuebles en Estados Unidos, según versiones publicadas en diversos medios este fin de semana.

Las indagatorias se suman a las anunciadas por el titular de esta unidad el viernes pasado en la conferencia matutina de Palacio Nacional, donde confirmó que cuatro exmandatarios serían acusados ante la Fiscalía.

Además del político emanado del PRI, el gobierno mexicano estaría investigando también a ocho personas más relacionadas con el caso, entre ellos su padre, Humberto Medina Ainslie, y a su hermano, Alejandro Medina.

Entre los señalados también se encuentra Francisco Cienfuegos, vocero de su gobierno y hoy diputado local, así como el empresario Gustavo Cavazos.

Durante la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, Nieto Castillo explicó que los actos de corrupción son generados en ocasiones por jefes de departamento, subdirectores, mientras que algunas personas terminan firmando los documentos, “pero hay una gente atrás, que se convierte en el beneficiario final”.

“Generalmente fueron los secretarios de Estado, fueron subsecretarios, gente vinculada con el ejercicio del poder que termina recibiendo. Hay casos de gobernadores que tenemos ya denunciados, de varios exgobernadores de varias entidades federativas, que son los que reciben los beneficios de los actos de corrupción”, refirió.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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