Este fin de semana se registraron dos robos en departamentos del edificio Element, ubicado dentro de Distrito Uno, en la zona norte de Chihuahua capital. Además, se reportó otro incidente en el área de estacionamiento, lo que ha generado alarma y enojo entre los condóminos, quienes aseguran que la inseguridad se ha convertido en un problema creciente.
Distrito Uno es considerado el complejo residencial y comercial más exclusivo de la ciudad, situado sobre el Periférico de la Juventud, una de las avenidas con mayor plusvalía. El área alberga torres de departamentos, oficinas, restaurantes de alta gama y centros de entretenimiento, lo que en teoría debería garantizar un entorno seguro y moderno para quienes invierten en propiedades ahí.

Sin embargo, los vecinos del Element afirman que desde la apertura del edificio han enfrentado múltiples problemáticas: constantes cortes de energía eléctrica, filtraciones e inundaciones en los pisos durante las lluvias, e incluso la caída de ventanas durante temporadas de viento fuerte, lo que pone en riesgo tanto a los residentes como a transeúntes.
A esto se suman ahora los robos, a pesar de que las familias pagan cuotas elevadas de mantenimiento y seguridad que rondan entre los 3,000 y 6,000 pesos mensuales, dependiendo del metraje de los departamentos. Los precios de venta de los inmuebles en Distrito Uno oscilan actualmente entre 3 y 8 millones de pesos, mientras que las rentas suelen ubicarse en un rango de 18,000 a 35,000 pesos al mes, según el tamaño y ubicación dentro del complejo. Estos costos han hecho que los afectados se sientan engañados, pues aseguran que la calidad de vida no corresponde con la inversión.
Los condóminos expresan estar hartos de lo que califican como una administración deficiente y hacen un llamado tanto a los responsables del inmueble como a las autoridades municipales para que se garantice la seguridad mínima en accesos, estacionamientos y áreas comunes. Señalan que la falta de vigilancia real y de protocolos efectivos deja a los residentes en estado de vulnerabilidad, mientras que los robos y las fallas estructurales continúan.
Con estos incidentes, Distrito Uno, que se ha promovido como símbolo de modernidad y exclusividad en Chihuahua, los vecinos comienzan a enfrentar un creciente cuestionamiento: ¿vale la pena pagar precios de lujo por vivir con problemas constantes de seguridad y mantenimiento?