Las tensiones en Red Bull vuelven a hacerse visibles. Apenas unos días después de que Sergio “Checo” Pérez lanzara un dardo contra la escudería al asegurar en su presentación con Cadillac que “los resultados hablan por sí solos”, fue Max Verstappen quien mostró su inconformidad con el desempeño del equipo, aunque con un tono más reservado.
El tricampeón mundial regresó al podio en Zandvoort después de cuatro Grandes Premios sin subir a los primeros lugares, su racha más larga desde 2019. Sin embargo, pese a terminar en segundo lugar y sumar puntos valiosos en la pelea por la tercera plaza del campeonato, el neerlandés no ocultó su molestia.
“Claro que estoy contento de estar en el podio, pero en términos de velocidad no fue bien. El tercer puesto se debió únicamente a la clasificación”, declaró a Viaplay en comentarios recogidos por Formula Passion.
Verstappen fue más allá y lanzó una crítica directa a su escudería: “Estuvimos luchando con Racing Bulls, nuestro equipo más pequeño, toda la carrera. No es justo ni bueno. El coche simplemente no es lo suficientemente rápido”.
Aunque arrancó fuerte y escaló al segundo puesto en la primera vuelta, pronto fue rebasado por Lando Norris. A partir de ahí, su batalla fue contener a Isack Hadjar para conservar la tercera posición, en una jornada donde reconoció que McLaren estuvo en un nivel muy superior.
La estrategia de neumáticos también generó frustración. Red Bull eligió una combinación distinta al resto, lo que según Verstappen resultó un error. “El duro me daba malas sensaciones. No tenía absolutamente ningún agarre. Todos pueden usarlo menos nosotros. Algo anda mal. Por eso optamos por medios y blandos, porque me daban agarre en curvas lentas”, explicó.
Las críticas no se limitaron al piloto. Helmut Marko, asesor deportivo del equipo, respaldó las palabras de su estrella y aceptó que el segundo lugar se consiguió con fortuna. “La diferencia con McLaren en carrera fue enorme. Cuando querían, se alejaban a un segundo por vuelta. Eso demuestra que aún tenemos mucho trabajo por hacer”, reconoció.
El malestar en Milton Keynes se mantiene, y aunque Verstappen volvió a sonreír ante su afición, tanto él como Checo Pérez han dejado claro que la confianza en el auto y la estrategia de Red Bull está lejos de su mejor momento.