Ginebra • Las víctimas de la violencia armada en Irak superaron las 13.000 el año pasado, declaró en una alocución ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, reunido desde hoy en Ginebra, el ministro iraquí de Derechos Humanos, Mohamed Shiaa Al-Sudani.
«Las víctimas sobrepasaron las 13,000, incluidos heridos y personas que se inmolaron», dijo el ministro.
A pesar de la elevada cifra, el ministro destacó que se trata de 4.000 víctimas menos que las registradas en 2010, «lo que ha sido un pequeño éxito en la labor de las fuerzas (de seguridad) que luchan contra el terrorismo».
Esa reducción también responde, agregó, a un llamamiento del Parlamento iraquí para tomar medidas destinadas a disminuir los ataques terroristas.
Recalcó que, en materia de derechos humanos, el principal desafío que afronta su país es el terrorismo, «que afecta a civiles no armados todos los días».
Sobre la captura de varios de los responsables de la insurgencia armada iraquí, el ministro de Derechos Humanos aseguró que serán juzgados por un Poder Judicial «independiente» y sometidos a un proceso justo, en el que «se observarán las garantías correspondientes».
Por otra parte, Al-Sudani declaró que su Gobierno desea que la comunidad internacional «reconozca y condene» los crímenes perpetrados por el régimen de Sadam Husein como «crímenes de lesa humanidad y genocidio».
El objetivo, precisó, es que «no se repitan ni en Irak ni en otras partes del mundo».
«Hemos encontrado tumbas colectivas, hubo desplazamientos, se han ido (de Irak) científicos e intelectuales, ni siquiera el medio ambiente sobrevivió a las atrocidades de ese régimen», señaló.
Según el ministro, con la reciente retirada de todas las tropas extranjeras «hemos concluido un capítulo que tuvo impactos negativos para la realidad de nuestros derechos humanos» y recordó que los grupos armados justificaban sus actos violentos como una forma de resistencia a esa presencia foránea.
Al-Sudani aprovechó su intervención ante el CDH para dejar clara la voluntad de su país de que todos los refugiados iraníes miembros de la organización Muyahidin-e Jalq o Combatientes del Pueblo abandonen Irak en 2012.
«Pedimos a la comunidad internacional que ayude a la ONU y a Irak a poner punto final a este expediente este año. Esto tiene que ver con la soberanía de Irak», recalcó.
Los Muyahidin son el principal grupo de oposición armada al régimen iraní y hasta hace poco residían en el campamento de Ashraf (Irak), donde estuvieron durante décadas.
Irán, pero también Estados Unidos y la Unión Europea, les consideran terroristas, por lo que su salida de Irak es una cuestión altamente sensible, ya que enviarles de regreso a Irán les pondría en riesgo de represalias.
Por el momento y en función de un acuerdo firmado entre Irak y la ONU el pasado diciembre, los 3.400 residentes de Ashraf han sido trasladados a otras instalaciones más pequeñas dentro de Irak, mientras que algunos pocos han logrado ser recibidos por terceros países
You must be logged in to post a comment Login