Las fuerzas de operaciones especiales marítimas de la Armada neerlandesa probaron durante un ejercicio militar un traje a reacción, desarrollado por la empresa aeroespacial Gravity Industries, fundada en el 2017 por Richard Browning, excomerciante de petróleo y exreservista del Cuerpo de Marines Reales británico, apodado ‘Iron Man de la vida real’.
El Ministerio de Defensa los Países Bajos informó la pasada semana que el traje de vuelo «revolucionario», que permite a una persona desplazarse por el aire en un arnés con motores a reacción, fue probado en diversas situaciones: abordando barcos y en un entorno urbanizado.
En un video, publicado recientemente por Gravity Industries, se puede ver a un soldado abordando un barco, volando desde una embarcación durante una persecución cercana. En lugar de tener que perseguir y acercarse a la nave, el militar con el ‘jetpack’ simplemente surca los cielos y aterriza sin esfuerzo en la cubierta de la otra nave en una fracción del tiempo que habría tardado empleando otros modos tradicionales de abordaje.
Según Mark Haasdijk, comandante de los Marines, el traje a reacción funciona de forma muy intuitiva: «Solo hemos dado unos primeros pasos volando una corta distancia con una potencia limitada».
Explicó que el dispositivo cuenta con motores en la espalda y en los brazos y su usuario puede controlar la velocidad y la altitud con un acelerador en la mano. «Al mover el cuerpo y los brazos, se genera una presión ascendente. Se trata de encontrar el equilibrio en el aire. Fue más fácil de lo que creen», agregó el militar tras su corto vuelo.
La nueva teoría sobre el misterioso hombre con una mochila propulsora avistado en los cielos de Los Ángeles
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Además, detalló que antes del ejercicio militar se discutieron los riesgos del ‘jetpack’ con los responsables de seguridad. «El cuerpo es, por supuesto, frágil, aunque siempre hay un riesgo en las operaciones militares. El tiempo que vuelas muy alto es muy limitado», añadió Haasdijk.
Por su parte, el Ministerio de Defensa manifestó que con esta tecnología «los militares pueden llegar a lugares que antes eran prácticamente inaccesibles» y, por lo tanto, el traje podría ofrecer «nuevas opciones para el despliegue táctico» y «nuevas posibilidades a los servicios de emergencia civiles».
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.