Varios francotiradores dispararon el jueves contra agentes de policía en el corazón de Dallas, matando a cinco agentes e hiriendo a otros nueve, según la policía, durante una protesta por la muerte de dos hombres negros a manos de policía, en una semana que trajo sombríos recuerdos de la accidentada era de los derechos civiles.
Los disparos comenzaron en torno a las 20:45 de la tarde del jueves, cuando cientos de personas se manifestaban por las muertes en tiroteos policiales esta semana en Baton Rouge, Louisiana, y un suburbio de St. Paul, Minnesota. Brown dijo a la prensa que los francotiradores dispararon «al estilo de una emboscada» sobre los agentes. Un miembro del público resultó herido en los disparos, según dijo el alcalde, Mike Rawlings.
Imágenes de video de la escena de la balacera del jueves en Dallas mostraban a los manifestantes marchando por una calle en el centro de la ciudad, a media milla del ayuntamiento, cuando se oyeron los disparos y la multitud se dispersó buscando protección.
Parece que los agresores «planeaban herir y matar a tantos agentes como pudieran», dijo Brown.
La escena era caótica, con helicópteros sobrevolando la zona y agentes con rifles automáticos en las esquinas.
Todo el mundo empezó a correr», dijo Devante Odom, de 21 años, al Dallas Morning News. «Perdimos el contacto con dos de nuestros amigos simplemente cuando intentábamos salir de allí».
Carlos Harris, que vive en el centro, dijo al periódico que los tiradores «eran estratégicos. Era bang, bang, pausa. Bang, bang, pausa».
Cuatro de los agentes fallecidos pertenecían a la policía local de Dallas. El cuarto formaba parte del Dallas Area Rapid Transit. La agencia emitió un comunicado identificándolo como Brent Thompson, de 43 años, el primer agente muerto en acto de servicio desde que la agencia de transportes formó un cuerpo policial en 1989.
Excelsior