Feliciano Díaz Díaz, quien fuera humillado por un inspector del Ayuntamiento de Villahermosa del estado de Tabasco, fue entregado oficialmente a su madre en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de Chiapas, ante la presencia de un visitador de la CNDH y el titular de la PGJE, Raciel López Salazar.
El niño de la etnia Tzotzil, viajó desde Tabasco, hasta la capital del estado, en compañía de su madre, Andrea Díaz Pérez a quien le fuera entregado a su hijo luego de acreditar su consanguinidad ante las autoridades tabasqueñas.
En Tuxtla Gutiérrez, Feliciano de tan sólo 10 años dijo sentirse contento de estar de regreso en Chiapas, sobre todo porque en el próximo ciclo escolar iniciará el quinto grado de primaria en su comunidad, junto a su familia.

En un acto efectuado en las instalaciones de la Procuraduría, Raciel López Salazar le dijo a Feliciano que no está solo, que se le otorgará todo el apoyo necesario con el fin de dar seguimiento penal a los hechos que sufrió el menor cuando vendía dulces.
Luego de haberlos recibido en su despacho, el menor Feliciano y su madre viajaron a la comunidad El Romerillo, municipio de San Juan Chamula.
Durante los días que estuvo en la ciudad de Villahermosa, Feliciano durmió en un cuarto de apenas tres metros cuadrados, ubicado en la colonia Gaviotas Norte, en la calle Bolsa número 112, cuya estancia pagaban, entre las seis personas que allí vivían, 800 pesos de renta.
La habitación cuenta con apenas una ventana y un tejado de lámina, no hay muebles, sólo una silla de plástico, dos garrafones de agua, tres cajones para la venta de dulces y una caja para bolear zapatos y sobre un alambre atirantado se observan colgadas las pocas piezas de ropa.