En los últimos años se ha popularizado el ‘veganismo’, un estilo de vida que rechaza la utilización y consumo de todos los productos y servicios de origen animal.
Esta práctica es cada vez más común, puesto que cada vez más personas descubren que pueden ayudar a evitar el sufrimiento y la muerte de animales sencillamente al reemplazar los alimentos y productos por alternativas ‘sin crueldad’.
Aunque en el pasado era un poco más complicado, en la actualidad en los supermercados y tiendas minoristas hay una gran variedad de productos veganos, como hamburguesas de soya o helado de tofu.
Sin embargo, aunque es una buena causa, hay personas que repudian esta alimentación y se burlan constantemente de quienes la llevan a cabo.
Un claro ejemplo es el youtuber 2v3rige, quien hace unos meses se viralizó por comer carne cruda en un festival vegano.
Su fama momentánea se terminó y para seguir dando de qué hablar lo volvió a hacer, esta vez con una cabeza de cerdo cruda.
Durante el festival anual VegfestUK, que se realizó en la ciudad de Brighton, el manifestante se presentó con la cabeza de cerdo y comenzó a morderla, en un esfuerzo por desafiar a los veganos que asistían al evento, apuntando que la dieta a base de productos de origen vegetal es una «crueldad humana».
En una declaración para el canal Sky News, el autor de la acción comentó que, junto a ocho compañeros, protestaban «porque el veganismo es malnutrición y no se pueden obtener más de 15 nutrientes de las plantas». Añadió que algunos de ellos son exveganos que enfermaron a causa de seguir una dieta exenta de productos de origen animal.
El protestante fue confrontado por los asistentes al festival, quienes sostenían pancartas con mensajes como ‘La carne es asesinato’ y ‘No es comida, es violencia’.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.