Margarita Zavala, candidata por la vía independiente, se lanzará frontalmente contra el grupo criminal más violento del país en caso de que logre ganar las elecciones presidenciales.
En rueda de prensa realizada en su casa de campaña ubicada en la Colonia del Valle, Zavala precisó que a diferencia de la guerra contra el narcotráfico, declarada por su esposo, el expresidente, Felipe Calderón, su estrategia “no es ninguna guerra a nadie”.
“No es ninguna guerra a nadie, es la actuación del Estado que debe hacer lo que tiene que hacer desde el día uno y por supuesto tiene que ser estratégico. La estrategia corresponde a los retos de ahora, que son distintos a los de hace 12 años, las condiciones son muy distintas, pero afortunadamente, hay una participación ciudadana”, defendió.
La aspirante presidencial estuvo acompañada por su asesor de en política de seguridad, Alejandro Hope, quien dio a conocer los cinco ejes de la lucha contra la violencia proveniente de las organizaciones criminales diseminadas en el país.
Los ejes de la estrategia
El primer eje es combatir, sin escatimar recursos, dijo, al grupo delictivo más violento del país.
“Esto se conoce técnicamente como una estrategia de disuasión focalizada. Durante los primero meses de gobierno se dedicarán recursos excepcionales a la persecución del grupo más violento, a la captura de sus líderes, al desmantelamiento de los brazos armados, al cierre de sus fuentes de ingresos y al decomiso de sus activos”, explicó Hope.
De acuerdo con el especialista en temas de seguridad, la intención es que desde el día de la elección, los grupos criminales empiecen a competir en ser el menos violento que sus rivales, así como menos visibles que sus rivales.
Una vez que el primer grupo sea desmantelado, se repetirá el ejercicio.
“Esto no significa dejar de perseguir a los demás grupos, simplemente que se dedicarán recursos extraordinarios a los que usen de manera más intensiva la violencia, es decir, a los que hagan más daño”, aseguró Hope.
El segundo punto tiene el objetivo de crear corredores carreteros seguros. Es decir, identificar 10 tramos carreteros federales, particularmente peligrosos donde se reforzará la presencia de la policía federal.
Aunado a lo anterior, se implementarán viajes en convoy de transporte de carga y se instalarán cámaras de vigilancia en puntos riesgosos como Monterrey-Reynosa, San Luis Potosí-Matehuala, México-Querétaro, Puebla-Veracruz, principalmente.
Como tercer eje, Zavala pretende desarrollar al igual que durante el sexenio de su esposo, zonas urbanas de pacificación afectadas por la violencia.
“Siguiendo el modelo de Ciudad Juárez, de Todos Somos Juárez. Se está pensando en Tijuana y en León. Esas intervenciones requerirán un aumento sustancial de elementos federales; mayores recursos para la transformación acelerada de las instituciones locales de seguridad y justicia, una batería de programas sociales y una mesa de seguimiento de la sociedad civil”, dijo Alejandro Hope.
La cuarta estrategia consistirá en realizar operaciones encubiertas antiextorsión, en las que la policía federal establezca negocios fachadas en giros afectados por derecho de piso. Particularmente en dos regiones: Tampico-Madero-Altamira y la Riviera Maya.
El último eje se trata de operaciones especiales contra el feminicidio.
Al respecto, quien ejerció diversos cargos directivos en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en la recta final del gobierno calderonista, señaló:
“Empezando en Ecatepec y en Puebla. Se buscaría tener en el ámbito federal todos los homicidios de mujeres en esas localidades. Así mismo canalizar recursos excepcionales para la atención de la violencia intrafamiliar. Botones de pánico, transporte seguro para mujeres en coordinación con el sector empresarial, así como operativos de giros negros, para identificar redes de trata”, refirió Hope.
El asesor de Margarita Zavala criticó que en el gobierno de Enrique Peña Nieto “no ha crecido la policía federal. En seis años se ha hecho poco o nada para transformar la Procuraduría General de la República, las prisiones son zonas de desastre, el abandono institucional es la marca del sexenio”, dijo.
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