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Hiroshima conmemora 67 años de la bomba atómica

TOKIO, 6 de julio— Hiroshima conmemoró el lunes el 67mo aniversario del primer ataque con bomba atómica del mundo con un exhorto a la eliminación de los arsenales nucleares.

Unas 50 mil personas se congregaron el lunes en el parque de la paz de Hiroshima, ubicado cerca de lugar donde ocurrió la explosión de 1945 que destruyó gran parte de la ciudad y mató a unas 140 mil personas. Una segunda bomba atómica arrojada el 9 de agosto de ese año en Nagasaki mató a decenas de miles más e hizo que Japón se rindiera en la Segunda Guerra Mundial.

La ceremonia, a la cual asistieron representantes de unos 70 países, comenzó con el repicar de la campana de un templo y con un minuto de silencio. También se depositaron flores frente a la llama eterna del parque.

El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, declaró que el país debe encabezar los esfuerzos de desarme nuclear y convocó a los líderes mundiales a visitar su cuidad para «contemplar la paz».

Agregó que el accidente nuclear en la planta de Fukushima del año pasado muestra los peligros de la tecnología nuclear aunque tenga fines pacíficos, y exhortó al gobierno a crear una mezcla de fuentes de energía para Japón que sea segura.

«Creo firmemente que la exigencia de liberarnos de las armas nucleares pronto se extenderá más allá de Hiroshima, abarcará al mundo entero y nos guiará hacia una genuina paz mundial», manifestó.

Matsui señaló que el sobreviviente promedio de las bombas nucleares tiene hoy 78 años, y dijo que la ciudad está intensificando sus esfuerzos para proveerles servicios de salud y registrar sus experiencias, con el fin de que los eventos de ese día sean recordados.

El primer ministro Yoshihiko Noda dijo que Japón debe transmitir la experiencia a las futuras generaciones para que las lecciones de Hiroshima no se olviden.

ogz

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«Alligator Alcatraz»: El polémico centro de detención rodeado de caimanes que divide a Florida

Florida ha establecido una controvertida instalación de detención migratoria en los pantanos de los Everglades, a menos de 50 millas del resort de Donald Trump en Miami. La propiedad, apodada «Alligator Alcatraz» por funcionarios estatales, fue construida en días transformando el aeropuerto Dade-Collier Training and Transition en una ciudad temporal de carpas con capacidad para albergar hasta 3,000 migrantes.

El gobernador Ron DeSantis adoptó el apodo acuñado por su fiscal general, argumentando que la ubicación ofrece seguridad natural. «Claramente desde una perspectiva de seguridad, si alguien escapa, hay muchos caimanes con los que tendrá que lidiar. Nadie va a ninguna parte una vez que haga eso», declaró DeSantis durante una conferencia de prensa.

La instalación funciona como un centro completamente autónomo, con migrantes alojados en remolques de FEMA reacondicionados y estructuras temporales similares a las utilizadas para víctimas de desastres naturales. Los servicios básicos como agua, alcantarillado y electricidad son proporcionados por equipos móviles, mientras que grandes unidades portátiles de aire acondicionado intentan combatir las temperaturas que superan los 90 grados Fahrenheit.

Representantes del Congreso que visitaron la facilidad reportaron condiciones alarmantes, describiendo a cientos de migrantes confinados en jaulas bajo calor sofocante, infestaciones de insectos y comidas escasas. «Están esencialmente empacados en jaulas, humanos pared a pared, 32 detenidos por jaula», declaró la representante Debbie Wasserman Schultz tras su recorrido.

La operación anual de «Alligator Alcatraz» costará 450 millones de dólares, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional. Florida cubrirá inicialmente los costos y luego solicitará reembolsos a través de FEMA y el Departamento de Seguridad Nacional. No olvides visitar Segundo a Segundo Noticias de Chihuahua, México y el Mundo.

El proyecto enfrenta oposición de activistas por los derechos de los inmigrantes, ambientalistas y miembros de la comunidad indígena Miccosukee, quienes consideran la instalación una amenaza a sus tierras sagradas y al delicado ecosistema de los Everglades. La controversia se intensifica por estar ubicada cerca de la fuente principal de agua potable para ocho millones de habitantes del sur de Florida.

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