No hay mucho que agregar a los acontecimientos del fin de semana pasado, el sábado todos quedamos pasmados a eso del medio dia cuando la nota del tirador del centro comercial en El Paso inundo nuestras redes. Todos sentimos inmediatamente un vacío en el estómago, todos tenemos a alguien cercano que vive, estudia o trabaja allá, sabemos de alguien que andaría de compras esos días en la ciudad fronteriza.
El mensaje de odio finalmente permeo, lo veíamos tan distante, nada relacionado con una de las ciudades más seguras de la unión americana, hoy el miedo inunda nuestra frontera. Veíamos a los desquiciados esos, lejanos, hoy caemos en la incertidumbre e indefensión. Cada uno de nosotros se ha formado una opinión al respecto, de la situación, de las víctimas, del tirador y su castigo. El ambiente actual fue el mejor caldo de cultivo para que un monstruo de esa naturaleza saliera a la luz, la coyuntura idónea para que el discurso anti-migrante resonara, el odio se expandiera y los dementes explotaran. Sabíamos que un golpe vendría, pero no teníamos idea cuando y de qué manera, desde que el hoy presidente del vecino país estaba en campaña, el mensaje fue odio, división, encono, tuve la fortuna de vivir días antes de la elección de cerca ese ambiente, llegue a México convencida que el candidato republicano ganaría, nadie lo creía y así fue.
Muchos de nosotros hemos vivido algún comentario racista al visitar el vecino país, personas que desde la ignorancia expresan su sentir. Con argumentos tan vacíos como la carta que se filtró momentos antes del ataque del sábado pasado, parafraseando esa barbaridad había enunciados como; “invasión a Texas por parte de los mexicanos”. Es raro que puedas invadir una tierra que por derecho nos perteneció y que la maldita política nos quitó, es extraño asegurar que invadimos cuando el derroche económico que realizamos al menos los Chihuahuenses en la frontera es descomunal, cuando nuestra mano de obra carga a ese bendito estado americano.
Como muchos todo el fin de semana estuve reflexionando, y pensando ¿qué hubiera hecho?, ¿puede ser yo?, ese fin de semana pude estar ahí. Es tan complejo el pensamiento de odio a ese nivel que para muchos es incomprensible, como alguien puede tener la sangra tan fría, la mente tan vacía y el corazón tan roto para atreverse a realizar semejante acción. Los actores políticos no se hicieron esperar, demócrata y bandera de muchos Beto O’Rourke desde el primer minuto que se enteró quedo pasmado, su traslado a la ciudad que lo vio nacer fue casi inmediato y su discurso fue fuerte en contra del presidente, de la portación de armas y del discurso de odio, culpo de inmediato al republicano de impulsar a delincuentes de esa calaña desde su campaña, el llamarnos violadores y delincuentes en asambleas deja en claro ese hecho. Trump por su parte, por fin realizó un llamado a la justicia, a la unión y a la paz, no menciono nada de la portación, todos sabemos que la apoya. Pero muy en el fondo esperemos que con esas palabras haya dado cabida a la reconciliación, sabe que los argumentos de sus detractores hoy con las elecciones encima tienen más peso que nunca, este miércoles las protestas para recibirlo no se harán esperar en El Paso, Texas y en Dayton, Ohio, hasta donde la Asociación Nacional del Rifle tendrá peso, estamos por verlo.
El secretario de relaciones exteriores Marcelo Ebrard también de manera pronta lanzó un mensaje, informando como acercarse a los grupos de apoyo y a las instancias correspondientes, después viajó a El Paso, con sus muchas horas de retraso porque ya saben, aquí solo usamos vuelos comerciales. De los primeros en llegar a la frontera fue el fiscal del estado, innecesario si el canciller se encargaba del tema, honestamente nosotros tenemos muchos problemas como para ir a ofrecerle al FBI asesorías, el chiste se cuenta solo. Y no solamente eso, después el canciller que iba tan bien, se le ocurrió la brillante idea de sacar a tema la extradición del delincuente, nuestro sistema de justicia es tan ineficiente y los penales son tan inseguros, ofrezcamos lo que no tenemos, hagamos que la tragedia se politice. A veces al sobre pasarse, cae en protagonismos absurdos. Los que debieron de tener reuniones y dar un mensaje de unión deberían de ser el gobernador de nuestro estado, el canciller y sobre todo el presidente, hable o no hable inglés, le cause escozor o no ir, esta vez la política no la puede hacer desde la seguridad de su Palacio Nacional, nuestros paisanos murieron y muchos otros están hospitalizados, urge su visita, no bastan sus desafortunadas declaraciones en la mañanera, me inundaron de frustración, pero que podemos esperar de quien con otro discurso de odio día con día se posicionó desde la campaña hasta el día de hoy, abrazos no balazos.
Volcarnos en insultos con el delincuente no nos hará ganar absolutamente nada, el tipo simplemente es el móvil de una coyuntura espantosa, su familia defensora del muro, un joven ignorante, lleno de rencor, impulsivo, esperemos que la pena máxima caiga sobre sus hombros y la justicia incline su cabeza ante las víctimas. No fueron los videojuegos, no tiene ninguna enfermedad, quienes impulsan el acceso a armas, le colocaron ese rifle de asalto en sus manos, quienes difunden el discurso de odio, le sembraron la idea de venganza, quienes abiertamente odian a mexicanos, latinos, personas de color, comunidad LGBTI, mujeres, esos quienes llenan de insultos a esas comunidades son los culpables.