Cuba y Noruega, países garantes de las negociaciones entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno de Colombia, expresaron este sábado su «profunda preocupación» por el rearme de exjefes del grupo insurgente y ratificaron su compromiso con el acuerdo de paz alcanzado en 2016.
En un comunicado conjunto publicado en la web de la Cancillería de la isla, sede durante cuatro años de las conversaciones entre el hoy partido político FARC y el Estado colombiano, ambos países «confirman la vigencia del histórico Acuerdo Final» y consideran que su implementación «es el camino para preservar la paz».
La Habana y Oslo insistieron en la «particular relevancia» de proteger la Jurisdicción Especial para la Paz «diseñada y acordada con el objetivo prioritario de garantizar la verdad, justicia, reparación y no repetición».
También se refirieron a la necesidad de mantener los compromisos en temas como «la reforma agraria, la sustitución de cultivos ilícitos, la seguridad y la plena reintegración y reincorporación de los excombatientes de las FARC a la vida civil, en interés de consolidar el proceso de paz».
Los países garantes, Cuba y Noruega, reiteran una vez más la disposición a continuar apoyando y acompañando los esfuerzos para alcanzar una paz estable y duradera en Colombia», concluye el breve texto.
El jueves pasado el exjefe negociador de paz de las FARC, Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, anunció su decisión de volver a las armas junto a otros disidentes, alegando que el acuerdo de paz firmado con el Gobierno en noviembre de 2016 fue traicionado.
La decisión de Márquez provocó rápidas reacciones de rechazo en la sociedad colombiana que teme una vuelta del país al conflicto armado.
Uno de las críticas más contundentes vino desde su excompañero de armas Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, quien al leer ante la prensa una declaración del partido político FARC no solo rechazó la deserción de Márquez y otros mandos, como Seuxis Paucias Hernández, alias ‘Jesús Santrich’, y Hernán Darío Velásquez, alias ‘El Paisa’, sino que se disculpó por lo sucedido.
Sentimos vergüenza. Yo le pido disculpas al pueblo colombiano, a la comunidad internacional y a los países como Cuba y Noruega que se han fajado tanto en apoyarnos en este proceso», manifestó Londoño, quien dijo que Márquez delira al llamar de nuevo a la lucha armada.
Por su parte, el exjefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz de La Habana, Humberto de la Calle, pidió a los ciudadanos «proteger el proceso de paz».
No es esta la primera ni será la última crisis del proceso», dijo De la Calle al leer un comunicado firmado también por Sergio Jaramillo, excomisionado de paz y su mano derecha en las negociaciones.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.