El presidente Donald Trump, asediado por las investigaciones del Congreso para un posible juicio político, afirmó que lo que está en marcha es «un golpe de Estado» para privar a la ciudadanía de sus derechos.
A medida que me entero de más cosas cada día, estoy llegando a la conclusión de que lo que está en marcha no es un juicio político, es un GOLPE», afirmó el mandatario en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Según Trump el supuesto golpe «tiene la intención de arrebatar el Poder del Pueblo, su VOTO, sus Libertades, su Segunda Enmienda, Religión, Fuerzas Armadas, Muro en la Frontera, ¡y sus derechos otorgados por Dios como ciudadanos de los Estados Unidos de America!».
La segunda enmienda de la Constitución garantiza el derecho de los ciudadanos a poseer armas y la referencia a la frontera está vinculada con la promesa de Trump de que construiría un muro a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos para contener la inmigración, y que México pagaría por ella.
La Cámara de Representantes, donde el Partido Demócrata tiene mayoría, ha iniciado formalmente una investigación que podría conducir al juicio político de Trump.
El proceso ha intensificado las disputas entre el Congreso y sus comités investigadores por un lado, y las diversas agencias del gobierno a las cuales la Casa Blanca ha ordenado que resistan a las investigaciones.
El inspector general del Departamento de Estado, Steve Linick, ha solicitado una «reunión urgente» con funcionarios de varios comités de la Cámara de Representantes y del Senado, para discutir documentos relacionados con esa agencia y Ucrania.
Los legisladores investigan a Trump por una llamada telefónica el 25 de julio con su homólogo ucraniano, Vladimir Zelenski, en la que le pidió que invesgigara al exvicepresidente Joe Biden, ahora aspirante a la candidatura presidencial demócrata en 2020, y a su hijo por presunta corrupción en el país europeo.
La solicitud inusitada de Linick ocurrió después que el secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró que se opone a que los funcionarios de su departamento, citados por el Congreso, concurran a declarar sobre la relación con Ucrania.
Permítanme ser claro: no toleraré tales tácticas, y utilizaré todos los medios a mi disposición para prevenir y exponer cualquier intento de intimidar a los profesionales dedicados a los que me enorgullece dirigir y servir en el Departamento de Estado», dijo Pompeo en una carta enviada al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
La Cámara de Representantes necesita una mayoría simple de 218 legisladores para enviar los cargos de acusación al Senado. Los demócratas ocupan 235 escaños los 435 de esa Cámara.
Por su parte, el Senado, controlado por mayoría republicana, deberá contar con el respaldo de dos tercios de la cámara, 67 senadores, para destituir al presidente, algo que actualmente parece poco factible.
En la historia de Estados Unidos, solo tres presidentes han enfrentado hasta ahora procesos de destitución: Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), quienes fueron absueltos; y Richard Nixon (1964-1974), quien dimitió antes de que se produjera su juicio político.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.