La gente hace cosas imprudentes todo el tiempo en TikTok para sorprender a sus seguidores y obtener más vistas y ‘likes’. Uno de ellos es un usuario llamado Alexa Reed, famoso por subir videos en los que interactúa con animales exóticos (en algunos casos, comiéndolos o probando su sabor).
En uno de sus últimos clips, el joven, cuya cuenta actualmente no está disponible, se aventuró a lamer lo que parecía una medusa en una playa. Reed se filmó a sí mismo sosteniendo y chupando a la «viscosa» criatura sin saber que esta podía matarlo.
Al inicio del video, empuja con un dedo al animal transparente con forma de globo, que parece estar lleno de un líquido azul y tiene unos tentáculos largos y fibrosos.
«Miren, chicos, una medusa todavía está aquí», dice el ‘tiktoker’ mientras sigue tocándolo con el dedo. «Oh, Dios mío, es tan frío y tan viscoso, voy a recogerlo».
Tras pellizcarlo con los dedos, agrega: «Sí, es una medusa, miren lo grande que es. Y todavía se mueve, Dios mío, la voy a lamer». El video termina con Reed sacando la lengua listo para chupar a la criatura.
«Está jugando con su vida»
Usuarios alarmados informaron rápidamente al autor del video de lo inconsciente que había sido, explicando en los comentarios que el animal era, en realidad, una carabela portuguesa.
Con apariencia de medusa, se trata de un organismo colonial (una agrupación de varios organismos marinos) que en algunos países es conocido como un «terror flotante» por sus explosivas células punzantes y su veneno, que puede causar enfermedades graves e incluso la muerte.
«Eso es una carabela portuguesa. Son diez veces más peligrosas que una medusa», señaló un usuario, mientras que otro advirtió que Reed «está jugando con su vida en este momento».
Un internauta dio una descripción más detallada de la criatura, alertando que «su veneno puede desencadenar una reacción alérgica que resulta en inflamación de la garganta, problemas cardíacos y dificultad para respirar mientras te asfixias, posiblemente hasta la muerte.»
«Esta carabela portuguesa es responsable de hasta 10.000 picaduras al año solo en Australia y el veneno puede causar un dolor insoportable hasta por tres días, dejando una desagradable marca similar a la de un latigazo como recuerdo», escribió otro.