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México

Revelan foto de Ovidio Guzmán en EE.UU.

La imagen difundida por el periodista Luis Chaparro y en ella se aprecia a Guzmán López con el tradicional traje naranja de las cárceles estadounidenses.

Ovidio Guzmán, uno de los hijos del narcotraficante mexicano Joaquín Chapo Guzmán, se declaró este lunes no culpable de los cinco cargos de los que está acusado en un tribunal federal de Chicago (EE.UU.), entre ellos el de narcotráfico y lavado de dinero.

El también conocido como El Ratón está acusado de conspirar para distribuir droga, formar parte de una empresa criminal, exportar narcóticos a Estados Unidos, efectuar transacciones financieras con el producto de actividades ilegales y usar y portar ilícitamente armas de fuego.

El Departamento de Justicia apuntó este lunes en un comunicado que se le reprocha conspirar para distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana desde México y otras partes a Estados Unidos. Esa actividad se produjo entre mayo de 2008 hasta “al menos” octubre de 2021.

Guzmán fue extraditado a Estados Unidos desde México el pasado viernes y la de hoy fue su primera comparecencia ante el tribunal del distrito norte de Illinois, en Chicago. El hijo de “el Chapo”, de 33 años, quedará detenido sin derecho a fianza.

El diario The Chicago Tribune publicó que fue presentado con el traje naranja de presidiario y grilletes en los tobillos. Escuchó la sesión a través de un intérprete, pero se dirigió de forma puntual a la jueza, Sharon Johnson Coleman, en inglés.

En caso de ser declarado culpable, dos de los cargos conllevan la cadena perpetua. Como ocurre con todos los ciudadanos que México extradita a Estados Unidos, se puso como condición que el hijo de “el Chapo” no será sentenciado a muerte si es condenado por los delitos que se le imputan.

México

Apagones podrían costarle a México 200 millones de dólares por hora, advierte industria maquiladora

México enfrenta una amenaza energética que podría traducirse en pérdidas millonarias por hora. De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), una hora sin electricidad en el país podría representar hasta 200 millones de dólares en pérdidas económicas, encendiendo las alarmas en sectores clave de la economía nacional.

La advertencia llega en medio de crecientes preocupaciones por la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Especialistas del sector señalan que el Margen de Reserva Operativo (MRO), es decir, el porcentaje de capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda, podría caer por debajo del 3% durante las horas críticas entre las 8:00 y 10:00 de la noche. Este umbral es considerado de alto riesgo, ya que pone en juego la capacidad del sistema para mantenerse estable ante cualquier eventualidad.

“La falta de electricidad interrumpe cadenas de suministro, frena líneas de producción y debilita la competitividad nacional”, señala el comunicado de Index. Además de afectar a la industria manufacturera y de exportación, el impacto alcanza a sectores esenciales como salud, telecomunicaciones, logística y alimentación.

Los riesgos se agravan en el contexto del cambio climático. La reciente ola de calor que golpeó al país entre el 14 y el 21 de mayo deterioró significativamente las reservas eléctricas, provocando cortes programados en distintas regiones. Expertos como el consultor energético Cadena advierten que “el riesgo es real y creciente”, y que el sistema eléctrico se encuentra bajo una presión sin precedentes.

En Nuevo León, la situación ya es crítica. La Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) y el Clúster Energético del estado alertaron que, de no incrementarse la capacidad de generación y transmisión eléctrica en los próximos seis meses, podrían registrarse apagones sistemáticos. Esta advertencia cobra relevancia si se considera que tan solo el pasado 4 de marzo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió 141,618 reportes por interrupciones en el servicio en ese estado.

Pero el problema no es exclusivo de la industria. En el plano doméstico, la ausencia de electricidad implica vivir sin refrigeración, agua caliente, internet o iluminación, afectando directamente la calidad de vida de millones de mexicanos. La dimensión del problema trasciende el ámbito económico y se convierte en una amenaza para la estabilidad social del país.

El verdadero desafío, advierten expertos, está en no solo responder al aumento en la demanda energética, sino hacerlo mediante soluciones sostenibles, eficientes y confiables. Frente a un futuro marcado por temperaturas extremas y fenómenos climáticos más severos, urge acelerar la transición hacia fuentes de energía alternativas y reforzar la infraestructura eléctrica nacional.

La advertencia del sector industrial es clara: sin acción inmediata y decidida, el país podría pagar un precio demasiado alto.

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