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Ucrania asegura que Rusia utiliza satélites Starlink de Elon Musk

El sistema originalmente diseñado para conectar a los ciudadanos ucranianos y facilitar la comunicación militar.

Kiev.- La inteligencia militar de Ucrania, GUR, aseguró hoy que las tropas rusas utilizan la red de satélites Starlink del multimillonario Elon Musk en el frente, un sistema cuyo uso solo estaba previsto para garantizar la conectividad de los ucranianos y para que las fuerzas ucranianas pudieran comunicarse entre sí.

«La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania confirma el uso de los sistemas de comunicación por satélite Starlink por parte de los ocupantes rusos en el frente», escribió este domingo el GUR en su canal de Telegram.

El GUR sostuvo que la interceptación por radio de la conversación de los rusos muestra que para establecer el acceso a Internet se instalaron terminales Starlink, por ejemplo, en unidades de la 83ª Brigada de Asalto de Rusia» que operan en la región oriental de Donetsk, cerca de Klishchivka y Andrivka.

El portavoz del Ministerio del Interior y Comunicaciones de Ucrania, Andrí Yúsov, dijo al diario RBC Ucrania que «esto está empezando a adquirir un carácter sistémico».

El uso por parte de las tropas rusas de la red de satélites ha generado polémica en Ucrania, ya que el año pasado una nueva biografía de Musk reveló que el propietario de Starlink pidió a sus ingenieros que deshabilitaran satélites Starlink utilizados por Ucrania para frustrar un ataque de las fuerzas ucranianas contra la flota rusa cerca de Crimea.

Por ello ha surgido la pregunta en las redes sociales de por qué Musk no puede desactivar los terminales que usan los rusos si lo hizo en aquel momento con los ucranianos.

SpaceX, que controla la empresa Starlink y que también pertenece a Musk, aseguró a raíz de la polémica generada ahora que Starlink «no está activo en Rusia, lo que significa que el servicio no funcionará en ese país».

«SpaceX nunca ha vendido ni comercializado Starlink en Rusia, ni ha enviado equipos a ubicaciones en Rusia. Si las tiendas rusas afirman vender Starlink para ofrecer servicio en ese país, están estafando a sus clientes», señaló, si bien en su mensaje solo se refiere a Rusia y no a los territorios ucranianos que ocupa actualmente.

«Si SpaceX tiene conocimiento de que una parte sancionada o no autorizada está utilizando una terminal Starlink, investigamos el reclamo y tomamos medidas para desactivar la terminal si se confirma», añadió.

EFE

Nota Principal

Trump y Musk rompen públicamente: amenazas, acusaciones y un choque con consecuencias políticas y económicas

WASHINGTON (CNN) — Lo que alguna vez fue una de las alianzas más poderosas e influyentes en la política estadounidense ha estallado de manera espectacular. El presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk protagonizaron este jueves un enfrentamiento público cargado de acusaciones, amenazas de represalias económicas y hasta insinuaciones sobre el escándalo Epstein.

Todo comenzó cuando Trump expresó su “profunda decepción” con Musk tras las críticas del empresario al proyecto estrella del presidente: un gigantesco paquete legislativo republicano sobre impuestos, gasto, energía y migración. “Teníamos una gran relación. No sé si la tendremos más”, dijo Trump desde la Oficina Oval.

Musk respondió con artillería pesada desde su red social X, afirmando que Trump no habría ganado la elección de 2024 sin su ayuda y calificando su actitud de “ingratitud”. La guerra digital entre ambos se intensificó rápidamente, reflejando una ruptura total entre el presidente y uno de sus mayores donantes y aliados tecnológicos.
Del «súper asesor» a enemigo político

Musk, quien hasta hace poco ocupaba un rol especial como empleado del gobierno a cargo de la “eficiencia gubernamental”, fue clave en el diseño de la visión trumpista de achicar el aparato federal. Pero ahora, fuera del cargo, ha arremetido contra el pilar legislativo del presidente, llamando al proyecto una “abominación asquerosa” por su impacto en el déficit.

Trump, enfurecido, contraatacó amenazando con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar severamente a empresas como SpaceX, Tesla y Starlink, y que incluso tendría repercusiones en la Estación Espacial Internacional.

Musk respondió con una acusación explosiva y sin pruebas: aseguró que Trump “está en los archivos de Epstein” y sugirió que ese sería el motivo por el cual ciertos documentos del caso no han salido a la luz. CNN no ha podido verificar esa afirmación ni ha recibido comentarios oficiales de la Casa Blanca.
Crisis interna para los republicanos

El magnate también se burló de la política arancelaria de Trump —diciendo que llevaría a una recesión este mismo año— y hasta se mostró abierto a respaldar un juicio político para destituir al presidente y colocar al vicepresidente JD Vance en su lugar.

La relación entre ambos ha tenido consecuencias inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street tras la pelea pública, y los analistas ya especulan sobre cómo esta ruptura podría influir en futuras elecciones, dado que Musk fue el mayor donante individual conocido en las elecciones de 2024.

Algunos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump estaba “más sorprendido que enojado”, y que el distanciamiento con Musk le ha afectado emocionalmente. Sin embargo, la actitud del presidente ha comenzado a endurecerse, especialmente después de que Musk dijera: “Sin mí, Trump habría perdido”.
Una pelea con implicaciones más allá del ego

Más allá de la disputa personal, la pelea plantea dilemas políticos y económicos importantes: ¿seguirá Musk respaldando candidatos republicanos? ¿Se cortarán efectivamente sus contratos con el gobierno federal? ¿Podría esto fracturar la ya polarizada base conservadora?

En un tono melancólico, Trump evocó los días en que Musk lo apoyaba y hasta hacía campaña por él: “Elon me respaldó con fuerza. Incluso subió al escenario a hablar por mí”, dijo, visiblemente afectado. Sin embargo, también lo acusó de sufrir una especie de “síndrome de desorden anti-Trump” común entre exfuncionarios.

Por ahora, mientras los insultos y acusaciones vuelan de una plataforma a otra, una imagen de su antigua cercanía persiste: el Tesla rojo que Trump compró en un evento para impulsar el negocio de Musk aún permanecía estacionado en el camino de entrada de la Casa Blanca la noche del jueves. Un símbolo de una alianza que, al menos por ahora, parece haber llegado a su fin.

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