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Opinión

Adrián Marcelo y la caja china de la reforma judicial

Por Caleb Ordóñez Talavera

La reciente salida de Adrián Marcelo de “La Casa de los Famosos” tuvo un impacto gigantesco en redes sociales, capturando la atención del público y desviándola de temas políticos importantes, como la votación de los diputados de Morena a favor de la reforma judicial. Este fenómeno refleja cómo el entretenimiento puede eclipsar asuntos más serios en el discurso público. Mientras que la reforma judicial debería haber sido el foco de discusión por su relevancia, la popularidad de los realities demostró que las redes tienden a priorizar contenido más ligero y viral.

Fíjese usted. Tan solo en X (antes Twitter) tema de Adrián Marcelo obtuvo más de 850 mil menciones. Mientras que el de la aprobación de la reforma casi 289 mil.
El tema de la salida del comediante alcanzó a 877 millones de cuentas alrededor del mundo. Mientras que los diputados a 286 millones.
Un dato interesante es que personas que decidieron escribir algo del tema fue abismal a favor del youtubero, mas de 575 mil usuarios se dieron el tiempo de dar su punto de vista. Mientras que por el tema legislativo apenas 123 mil.

¡Y tan solo son números de Twitter! Imagínese usted en redes sociales mucho menos políticas y de mayor alcance como Instagram y Tik Tok.

El contexto de esta situación está marcado por el poder de las redes sociales en moldear la conversación pública. “La Casa de los Famosos” ha generado gran interacción debido a su formato de entretenimiento, y la salida de Adrián Marcelo fue un evento muy comentado. Mientras tanto, la reforma judicial, que implica cambios importantes en el sistema de justicia de México, quedó en segundo plano.

Desde una perspectiva mediática, las plataformas como Tik Tok e Instagram priorizan lo que genera más interacciones, relegando temas políticos cruciales. Esto resalta cómo el entretenimiento puede desviar la atención de cuestiones relevantes para la vida pública y las instituciones del país.

Este episodio nacional que vivimos, muestra el desafío de mantener la atención pública en temas políticos importantes cuando el entretenimiento masivo domina las conversaciones. Nos hacen cuestionarnos: ¿Cómo lograremos centrar la atención en las cosas que verdaderamente nos atañen?

Es difícil creer que el evento de la salida de Adrián Marcelo fuera preparada, en el mismo momento que se votó la aprobación de la reforma judicial en “fast track”. Pero en México resultan tanto las dudas, que las cajas chinas siguen y seguirán sonando; las cortinas de humo persistirán, mientras nos quedemos todo el tiempo, solo mirando a través del entretenimiento que las redes, los políticos y las televisoras nos quieran dar.

Pues tú ya sabes, cuando hay un chisme que no pediste escuchar, es porque alguien busca que lo escuches. Cueste lo que cueste.

¿Es toda la culpa de ellos? No lo creo. Finalmente a eso se dedican. Quizá debemos ser un poco más autocríticos, para involucrarnos en los tópicos que verdaderamente nos afectan.

Caleb Ordóñez T.

Caleb Ordoñez Talavera

 

 

Opinión

André Marín: El doloroso costo del estrés. Por Sigrid Moctezuma.

El mundo del periodismo deportivo mexicano se encuentra de luto tras el fallecimiento de una figura emblemática cuya pasión y dedicación marcaron un antes y un después en los programas de debate deportivo y en la narración de partidos de fútbol.

Conocido por su agudeza y estilo inconfundible, André Marín dejó una huella imborrable en la industria. Su carrera, que abarcó más de dos décadas, estuvo marcada por una entrega total a su profesión. Desde sus primeros pasos en medios impresos hasta su consolidación en la televisión, se distinguió por su capacidad para ofrecer análisis profundos y opiniones contundentes que capturaron la atención de miles de aficionados.

Inició su trayectoria con un enfoque incisivo que pronto lo llevó a la televisión, donde su presencia se convirtió en sinónimo de rigor y conocimiento. Trabajó en diversos medios, incluyendo TV Azteca y FOX Sports, destacándose en programas de alto perfil como “La Última Palabra”. Su habilidad para abordar temas controversiales y su estilo directo lo convirtieron en una voz influyente en el ámbito deportivo.

A pesar de su éxito profesional, el intenso ritmo de trabajo y la presión constante del medio tuvieron un costo significativo en su salud. Enfrentó problemas provocados por el estrés, como enfermedades digestivas, pulmonares y cardiacas, que lamentablemente llevaron a su prematuro fallecimiento. Su historia subraya los desafíos que enfrentan quienes se entregan completamente a sus carreras, a menudo a expensas de su bienestar personal.

Este triste suceso ocurre en septiembre, mes dedicado a la concientización sobre la salud mental, invitándonos a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro bienestar emocional y psicológico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es responsable de aproximadamente el 50% de las bajas laborales a nivel mundial. Además, se estima que el estrés crónico puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas en un 30% y afectar negativamente la calidad de vida.

El caso de Marín subraya la necesidad de prestar atención a los signos de estrés y burnout, especialmente en profesiones de alta presión. Es un momento oportuno para recordar que la salud mental es una prioridad en nuestra vida.

Es importante adoptar prácticas que promuevan la desconexión mental y el autocuidado como establecer tiempos específicos para el descanso, practicar actividades que proporcionen relajación y satisfacción personal, como la meditación, el ejercicio regular o simplemente dedicar tiempo al ejercicio y a hobbies, de modo que ayudemos a reducir el estrés y mejoremos nuestro bienestar general.

El adiós a André Marín es un momento de reflexión social. Su vida y carrera sirven como un recordatorio del equilibrio necesario y aunque su presencia ya no estará en el aire, su legado perdurará a través de las innumerables coberturas y comentarios que marcaron una era en el periodismo deportivo mexicano.

Descanse en paz. Su contribución al deporte será recordada con admiración y gratitud. Y mientras lo honramos, no olvidemos cuidar de nosotros mismos y de nuestra salud mental.

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