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Opinión

Educar para avanzar por Kamel Athie

En un país con diversidad ideológica y pluralidad política, en medio de un inacabado proceso democrático, con una sociedad caracterizada por la inequidad y amplias brechas en los estratos económicos, como lo es México, no es ni será posible que las iniciativas reformadoras se aprueben con amplios consensos y acuerdos totalitarios. Por eso las leyes laboral y educativa fueron intensamente discutidas y cuestionadas, más serán aún las reformas hacendaria y petrolera que se plantearán este año.

Sobre a las dos primeras se han hecho múltiples críticas, algunas sin sustento porque no en pocas veces surgen de actores que no han leído las leyes; otros cuestionamientos son razonables y hasta atendibles, pero hay que tomar en cuenta que la ley laboral tenía 40 años sin haberse ajustado a las realidades del país. Abordar la ley educativa para mejorarla y modernizarla era un tabu y resultaba atrevido solo mencionar la posibilidad.

Desde luego que ambas leyes son perfectibles y debe reconocerse que las omisiones, deformaciones y excesos pueden subsanarse mediante nuevos ejercicios en el proceso legislativo, pero que el primer paso para romper mitos ya se dio… y es un punto de arranque para avanzar en los objetivos deseados, considerando las críticas y propuestas para perfeccionarlas.

La Reforma Educativa promueve la inclusión, la tolerancia y sobre todo la calidad, que fomente la innovación, la competitividad, y la productividad con igualdad de oportunidades.

Se garantiza la permanencia de los maestros, como factor fundamental para lograr el gran cambio. Se trata de los maestros existentes… y no de otros. Ellos serán los protagonistas de su propio cambio y de la modernización de la educación. La reforma compromete al Estado a brindar una educación de calidad. Para ello contempla, entre otras cosas la creación del Servicio Profesional Docente y la promoción a cargos de dirección y supervisión en la educación básica y media superior mediante concursos de oposición.
Evaluación universal obligatoria. Con las reformas ahora será obligatoria para todos los maestros de educación básica. Los resultados serán considerados para el programa de estímulos a la calidad docente y para carrera magisterial.

El Instituto Nacional para la Evaluación Educativa estará dotado de autonomía y lo conformarán cinco personas. El servicio profesional docente, permitirá que el acceso al sistema público, los ascensos y la permanencia de los maestros esté sólo vinculada a procedimientos.

El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos, garanticen el máximo aprendizaje de los educandos y será de calidad con base en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los mismos.

El ingreso al servicio docente y la promoción a cargos de dirección o supervisión en la educación básica y media superior que imparte el Estado, se llevará a cabo mediante concurso de oposición. En el servicio profesional docentes que se establece en los términos del artículo 3º de nuestra constitución, se asegurará el cumplimiento de los fines de la educación y su mejora continua.

Esta reforma establece que la evaluación de los maestros debe tener como primer propósito el que ellos y el sistema educativo cuenten con referentes bien fundamentados para la reflexión y el diálogo conducentes a una mejor práctica profesional. El sistema educativo otorgará los apoyos necesarios para que los docentes pueden desarrollar sus fortalezas y superar sus debilidades.

Se impulsará el funcionamiento de escuelas de tiempo completo con jornadas entre 6 y 8 horas diarias, estipulándose que en aquellas que lo necesiten se impulsarán esquemas para el suministro de alimentos nutritivos a los alumnos, a partir de la creación de empresas locales.
Se consigna la prohibición en todas las escuelas del consumo de alimentos que no favorezcan la salud de los educandos.

El objetivo que persigue la reforma a la educación es formar individuos éticamente responsables, socialmente útiles, respetuosos de la ley capacitados para enfrentar y resolver problemas, aptos para la competencia, sensibles a las expresiones artísticas y culturales, capaces de asumir y divulgar los valores que favorecen el desarrollo de una cultura mas humanizada, justa y sana. A través de ella se logra la transformación, se impulsa la justicia y la equidad; con la educación se avanza en la vida democrática y se propende hacia la prosperidad.

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Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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