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México

Amazon en “cartolandia”: la nueva planta de Jeff Bezos en la zona más pobre de Tijuana

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La colonia Nueva Esperanza, ubicada en el este de Tijuana, se encuentra en el número uno en cuanto a delincuencia en la entidad. Además, es considerada una de las colonias denominadas “cartolandia” término que surge a partir de los materiales que migrantes y personas de escasos recursos recuperan de los desechos para construir sus viviendas; mismas que más bien son pequeños cuartos establecidos en medio de un basural. Es ahí en donde Amazon instaló recientemente su nueva planta de operaciones, y pavimentó únicamente la calle que dirige hacia la entrada de las instalaciones.

En el área conocida como el Cañón del Padre, que no aparece en los mapas, es donde está la colonia Nueva Esperanza, a tan solo veinte minutos aproximadamente de la frontera con Estados Unidos. Hace tres semanas, el fotoperiodista Omar Martínez hizo viral una fotografía que denota el contraste entre la trasnacional, propiedad del hombre más rico del mundo, y el sitio en donde habitan quienes apenas poseen recursos para subsistir.

Se estima que las maquilas que rodean dicha zona pagan 213 pesos al día a quienes trabajan como obreros, por lo que se ha llegado a la suposición de que dichas condiciones fueron las que atrajeron a la trasnacional a establecer su nueva planta ahí: la diferencia salarial entre México y Estados Unidos. En California el salario se ubica en 15 dólares por hora y en el caso de los almacenes de Amazon ubicados en dicho lugar, se pagan 19 dólares la hora en la sección de selección, empacado y envío de pedidos.

El fotoperiodista hizo viral la fotografía que denota el contraste.El fotoperiodista hizo viral la fotografía que denota el contraste.

En este contexto, cabe señalar lo que en su momento el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); donde consideró que los bajos salarios en México se podían tomar como una especie de “subsidio” que atraería a las empresas norteamericanas, principalmente aquellas de ensamblaje e industriales, dejando en desventaja a los trabajadores mexicanos.

Amazon por su parte, declaró que gracias a la instalación de su planta, se habían creado 250 nuevos empleos en Tijuana “creando oportunidades con salarios competitivos y prestaciones para todos nuestros empleados”. Y un portavoz de la empresa aseguró que los sueldos fortalecen y benefician a las comunidades locales, así como su inversión ayuda a las áreas a crecer.

Donald Trump consideró los salarios bajos en México como un "subsidio" que atraería a empresas norteamericanas.

REUTERS/Dustin Chambers     TPX IMAGES OF THE DAYDonald Trump consideró los salarios bajos en México como un «subsidio» que atraería a empresas norteamericanas. REUTERS/Dustin Chambers TPX IMAGES OF THE DAY

En otro sentido, el gobierno de la entidad también señaló que la instalación de la trasnacional “contribuye a la recuperación económica y da constancia del equilibrio financiero en el que se encuentra el ayuntamiento”. En días previos, la alcaldesa Patricia Ruiz habría realizado comentarios despectivos hacia dichos asentamientos, productos de la desigualdad social: “Yo creo que es bien fácil invadir en Tijuana porque no hay consecuencias. Si tú invades no vas a la cárcel”.

Las personas que habitan en dicha zona no suelen salir por las tardes, por los altos índices de delincuencia y drogadicción que envuelven a la comunidad que habita en tal asentamiento. Y aunque Amazon no es la única empresa que ha instalado una planta en la zona, pues también se encuentran Norma Group, Sanko, Safariland, Tecma, Npa de México, Jabil, XB Fullfilment y Avantti Medi Clear, entre otros; sí es la única que colinda con la colonia Nueva Esperanza.

El temor de los habitantes que se ha sumado a su cotidianidad a partir del asentamiento de la planta de Amazon es el ser desalojados por dar una “mala imagen” a una de las cuatro empresas más grandes del mundo.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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