Esta mañana, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, recibió la segunda dosis del antígeno contra el COVID-19 de la farmacéutica AstraZeneca durante la conferencia matutina en Palacio Nacional; de esta manera, el mandatario mexicano concluye su esquema de vacunación contra la enfermedad.
Previo a la aplicación, AMLO exhortó a la ciudadanía a acudir a vacunarse cuando le corresponda y acudir de inmediato a la asistencia médica en caso de sospecha de contagio. De igual manera, hizo un llamado a no confiarse “aún cuando la pandemia está a la baja y que son pocos contagios”.
“Hay que seguirnos vacunando. Yo voy por mi segunda dosis aquí para que no dejemos de vacunarnos. Una experiencia que comparto, ya lo dije pero es importante reiterarlo. Aún cuando está la pandemia, vamos a decir, a la baja, que son pocos los contagios, no debemos confiarnos.
Y una enseñanza de esta terrible pandemia es que para enfrentarla, lo que ayuda mucho es acudir pronto al médico, al hospital y pronto hacernos la placa en pulmones. Pero pronto es a las 24 horas, máximo a las 72 horas. De eso depende mucho porque a partir de ahí debe iniciarse el tratamiento. Si pasa más tiempo, una semana, diez días, ya es muy difícil contrarrestar la enfermedad. Invade.”, subrayó.
(Foto: REUTERS/Luis Cortes)
En ese sentido, AMLO compartió su experiencia cuando contrajo la enfermedad, el pasado 24 de enero; narró que comenzó con los malestares una noche antes de los resultados, por lo que acudió a realizarse los estudios al día siguiente, fecha en la se confirmó su contagio.
“Me empecé a sentir mal un sábado en la noche. Y el domingo por la tarde fui al hospital militar, me hacen la placa y ya tenía manchitas en los pulmones. Me acababan de hacer la prueba. En una salí negativo, en otra positivo. ¿Qué me ayudó? Que se detectó temprano y ese mismo día empecé a ver cómo me iban a tratar y al día siguiente ya estaban tratándome”, relató.
Detalló que su tratamiento consistió en la administración de dos medicamentos, entre ellos el remdesivir, durante cinco días y directamente a la vena. Con ello, reiteró en la importancia de acudir al hospital de inmediato y aplicarse el antígeno para evitar resultados más severos.
“¿Qué pasó con amigos queridísimos y con mucha gente? No querían ir al hospital. No querían ir. Entonces, ya cuando se les convenció, ya era tarde. Entonces no hagamos eso. Estemos pendientes, muy pendientes todos. (…) Hay que cuidarnos y vacunarnos. (…) En México, afortunadamente, la mayoría se están vacunando y son muy pocos los que no quieren vacunarse. Son libres y pueden hacerlo porque es voluntario porque no es por la fuerza, pero lo mejor es vacunarnos.”, recalcó.
Cabe recordar que López Obrador, hipertenso y reacio a llevar cubrebocas en público, recibió la primera dosis el 20 de abril también en la mañanera. Al mandatario le correspondía por edad haberse vacunado en marzo pero aplazó su inoculación porque sus médicos consideraron que tenía suficientes anticuerpos después de haber pasado la enfermedad.
(Foto: EFE/José Pazos/Archivo)
Desde el inicio de la jornada de vacunación contra el coronavirus en el país se tiene contabilizado un total de un millón 216 mil 745 personas inoculadas que pertenecen a la etapa 1, es decir, trabajadores del sector salud.
En la etapa 2, que es la población total de adultos mayores de 60 años vacunado, hasta el momento se tiene contabilizados a11 millones 12 mil 924, lo que representa 76% del total de la población registrada en el país.
La etapa 3 que considera a adultos entre 50 a 59 años de edad, el número de individuos inoculados es de 8 millones 407 mil 381 que es un 66% de la población de esta edad.
Por último, el grupo de adultos entre los 40 a 49 años se tiene un registro de dos millones 869 mil 878 personas que ya cuentan con la vacuna contra la enfermedad. Esta última etapa inició la semana pasada en diferentes alcaldías de la Ciudad de México por lo que apenas representa 17% del grupo poblacional.