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Policiaca

Aprehenden a menores por llamadas falsas al 060

 

Agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal aseguraron a cuatro menores que realizaron llamadas falsas al Centro de Atención de Emergencias CAE-066, en al menos en cinco ocasiones desde el mismo teléfono, lo que facilitó a los uniformados la ubicación, localización y finalmente el traslado de los pequeños al Departamento de Trabajo Social.
La Policía Municipal se basó para el aseguramiento de los menores en lo que señala el Artículo 7 Fracción IV, del Reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno, donde se establece que existen sanciones del tipo económico en todos aquellos que le den un uso irresponsable a las líneas de emergencia.

Sin embargo lo grave de las llamadas falsas o de broma es la movilización que hacen de unidades policiacas, por lo que se habló con los padres de cada menor para hacerles ver lo importante de vigilar la conducta de los niños, toda vez que las llamadas fueron realizadas desde un teléfono público, entre las 10 y 11 de la noche de acuerdo al reporte elaborado por los elementos preventivos.

El Bando de Policía señala claramente lo siguiente en su Artículo 7, Fracción IV: “Se sancionará a quien solicite con falsa alarma los servicios de la Policía, Bomberos o establecimientos médicos o asistenciales de emergencias públicos o privados. Asimismo quien obstruya o active en falso las líneas telefónicas destinadas a los servicios de emergencias”.

La Policía Municipal de Chihuahua sigue haciendo exhortos a la conciencia colectiva para que la ciudadanía haga un uso racional de los teléfonos de emergencias, y pide a los padres de familia que vigilen a sus hijos menores de edad, ya que un gran porcentaje de llamadas falsas provienen de ellos.

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Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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