Si bien la enfermedad de Kawasaki tiende a aparecer con un cuadro de fiebre elevada, sin responder a antibióticos, las complicaciones pueden conducir a un infarto en niños menores de cinco años de edad.
Así lo aseguró el expresidente la Asociación Nacional de Cardiólogos de México (Ancam), Carlos Alva Espinosa, al señalar que ese padecimiento es una de las principales causas de muerte en la población infantil.
Explicó que la enfermedad de Kawasaki responde a una inflamación generalizada de las arterias del cuerpo y, además de temperatura alta, tiende a manifestarse con síntomas en garganta y lengua hinchada, inflamación de ganglios, labios partidos, irritabilidad y conjuntivitis.
Con el paso de los días se muestra con enrojecimiento e hinchazón en las extremidades e incluso descamación de dedos, manos y/o pies, expuso.
“El niño está inquieto, se ve enfermo y es complicado (diagnosticar) una afección coronaria, a menos de (practicar) una ecocardiografía”, manifestó en el marco del Día Mundial del Corazón, el próximo domingo.
Pero -dijo- el pequeño puede estar en la fase aguda de la afección y los signos llegar a ser confundidos con aquellos relacionados con la escarlatina, sarampión o varicela y, con ello, permanecer el 75 por ciento de casos sin desarrollar aneurismas.
De lo contario, indicó, la detección tardía y la falta de un tratamiento adecuado podrían perjudicar hasta 25 por ciento de los casos con la aparición de aneurismas coronarios en ese segmento de la población.
El también especialista de la Academia Nacional de Medicina comentó que las complicaciones pueden llegar a manifestar de manera muy tardía e incluso hasta la vida adulta en los pacientes, con un infarto.
“En realidad no es una enfermedad muy frecuente, pero si es muy importante detectarla con oportunidad”, a través de un ultrasonido cardíaco, porque se logra reducir de 25 a 50 por ciento el desarrollo de aneurismas coronarios, aseguró en entrevista con Notimex.
Aunque aún se desconocen con exactitud las cifras entre la población mexicana, Alva Espinosa recordó que en Estados Unidos se realizó un estudio en población hispana y arrojó 11.1 casos por cada 100 mil habitantes, lo que permite estimar hasta 13 mil pacientes mexicanos con Kawasaki.
Reiteró que el 80 por ciento de los casos son menores de cinco años, 20 por ciento ocurren entre seis y 18 años y en población mayor es por consecuencia de las secuelas de una falta de detección.
El cardiólogo recomendó a los papás llevar al menor al pediatra de observar signos de escarlatina, sarampión o varicela y, de sospechar la posibilidad de Kawasaki, hacer lo pertinente con los médicos especialistas.
“Si no hay antecedentes de hipercolesterolemia, obesidad, diabetes u otras afecciones, hay que pensar en Kawasaki que pasó desapercibido durante la infancia”, puntualizó.
Fuente: Excelsior