La firma automotriz Volkswagen (VW), que aún no se recupera del golpe que sufrió debido al escándalo de emisiones de contaminantes, ahora se ve envuelta en una disputa con dos de sus proveedores porque éstos bloquearon la entrega de piezas.
La nueva crisis de Volkswagen afecta su producción en Alemania y provoca que no pueda terminar con la producción de ninguno de los modelos Golf.
Un proveedor, abonado de manera contractual, puso fin a la entrega de piezas a VW a pesar de que la semana pasada la alemana pidió a la justicia, sin éxito, la ejecución preventiva del contrato.
Sin embargo, los problemas llegan también de otras partes. Por un lado, de un fabricante de piezas textiles y de cuero y, por el otro, de un especialista en piezas de cajas de cambio.
El boicot en el suministro se debe oficialmente a un problema entre Volkswagen y el grupo Prevent, la empresa matriz de los dos proveedores implicados.
Volkswagen ha logrado una victoria con una orden judicial. La audiencia provincial de Brunswick ha permitido confiscar importantes piezas que faltaban, de acuerdo con información de la publicación alemana “Der Spiegel”.
Sin embargo, el proveedor ES Automobilguss presentó una objeción a esta resolución, según el tribunal.
Según el diario financiero alemán “Handelsblatt”, los costos de no poder terminar los autos podrían ascender a una cantidad en millones de tres dígitos.
Se espera una audiencia el próximo 31 de agosto. Los socios la empresa amenazan con multas de hasta 250,000 euros para cada caso de incumplimiento en las entregas.
Otra de las consecuencias de este paro la están sufriendo los trabajadores de la planta de VW en la localidad alemana de Emdem, puesto que por el momento miles de trabajadores han visto reducido su jornada laboral y podrían estar muchos puestos de trabajo en peligro.
La planta de Emdem ha sido la más afectada por el boicot. Sin embargo, la planta de VW en Kassel también ha tenido problemas de producción debido a la falta de piezas.
En la planta de Kassel se producen alrededor de la mitad de todos los mecanismos del grupo.
Si allí se producen fallos, podría poner en peligro una reacción en cadena y, pronto, podría afectar a la producción en Wolfsburg y Zwickau.
Ahora la pregunta es quién debe asumir estos gastos en este proyecto común. Según los expertos, el asunto es un tanto complicado puesto que debido al escándalo de emisiones, VW ha tratado de mantener unos bajos costos y noquear a precios bajos los de sus proveedores.
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