Custodios y vecinos de pasillo de Joaquín Guzmán escucharon por semanas los ruidos de la construcción del túnel de 1.5 kilómetros por el que el líder del Cártel de Sinaloa escapó del penal de máxima seguridad de El Altiplano.
De acuerdo con el periodista Carlos Loret de Mola, las cámaras instaladas en la celda de Guzmán Loera tenían micrófonos y las autoridades decidieron no hacer público el contenido de esas grabaciones.
El periodista de Televisa detalla, en su columna de El Universal, la transcripción de los audios de la celda 20 la noche del 11 de julio. De acuerdo con Loret de Mola, «El Chapo» Guzmán sostuvo una conversación alegre con su vecino Mario Cárdenas Guillén, de la celda 19.
Sin embargo, lo que más se escucha en las grabaciones es el ruido de martillazos con cincel y el rotor de un esmeril angular, con los que se habría abierto el último tramo del boquete por el cual descendió Guzmán Loera.
El expediente del caso indica que semanas antes de la fuga, diversos reclusos se quejaron por ruidos de construcción, debido a que se prolongaban las 24 horas y «no dejaban dormir».
Los custodios afirmaron que el escándalo era consecuencia de trabajos por el cambio de losetas dentro de la prisión. Entre quienes se quejaron se encuentran líderes del crimen organizado como: Servando Gómez, «La Tuta»; Héctor Beltrán Leyva; Omar Treviño Morales, «El Z-42»; y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, «El Coss».
El video de la noche que Guzmán Loera escapó fue presentado, sin audio, unos días después de la fuga, por el Comisionado Nacional de Seguridad Monte Alejandro Rubido.
En el expediente se señala que «El Chapo» gozaba de algunos privilegios, como comida caliente y estancia prolongada en su celda, debido que desde que llegó en febrero de 2014, jamás se le asignó otro espacio. Los demás reclusos rotan de forma programada de estancia.
SDP Noticias