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‘Chapo’ tenía comprados a fiscales, policías, militares y hasta a la Interpol: ‘Rey’ Zambada

El «Chapo» Guzmán tenía comprados a fiscales, policías y militares mexicanos y hasta a la Interpol, dijo el jueves un testigo clave en el juicio del capo en Nueva York, que también relató paso a paso, como si fuese un filme, el nacimiento del cártel de Sinaloa y su violenta guerra con el cártel de Tijuana.

Jesús «el Rey» Zambada, empleado del cártel de Sinaloa durante dos décadas hasta su arresto en 2008 y hermano de Ismael «Mayo» Zambada, un capo de la misma organización que nunca pasó un día en prisión y fue coacusado junto al Chapo, describió durante más de cuatro horas cómo corrompían a las más altas esferas gubernamentales de México.

El Rey, que controlaba la actividad del cártel de Sinaloa en Ciudad de México, contó que pagaba personalmente sobornos al comandante de la Procuraduría General de la República (PGR) en la capital mexicana, a la policía federal de caminos, que controla puentes y aeropuertos, a la policía judicial federal, a «autoridades militares» y «a Interpol también».

El cartel controlaba varios estados, y en estos sobornaban «principalmente al gobernador, al procurador, al director de la policía federal y municipal».

La policía incluso escoltó al Chapo en el DF cuando huía en automóvil con el Rey tras su fuga de una prisión mexicana en 2001, según el testigo.

«Los sobornos para funcionarios en Ciudad de México eran unos 300.000 dólares por mes», contó al jurado Zambada, de 57 años, que vestía traje de presidiario azul y camiseta naranja.

Dijo también que pagó una coima de 100.000 dólares al general Gilberto Toledano, a cargo del estado de Guerrero, a pedido del Chapo hacia 2004.

El Rey relató asimismo cómo su hermano Mayo Zambada, próximo al capo Amado Carrillo Fuentes, decidió abandonar el cartel de Tijuana y asociarse al Chapo y a Juan José «Azul» Esparragoza. Los cuatro se tornarían en los mayores líderes del cártel de Sinaloa.

Y cómo entraron en una violenta guerra con el cartel de Tijuana, que quería absoluto control de esa frontera.

Extraditado a Estados Unidos hace 22 meses, el Chapo, de 61 años, es acusado de enviar más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante un cuarto de siglo. Su proceso durará más de cuatro meses. Si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.

– Un reguero de muertos –

El testigo recordó una noche fatal de 1992 en una discoteca de Puerto Vallarta llamada Christine’s. Dijo que su hermano Mayo le había advertido que el Chapo quería matar allí a Ramón Arellano Félix, jefe de los sicarios del cartel de Tijuana. Su intento fracasó pero dejó un reguero de muertos, varios pistoleros del cartel de Tijuana y clientes del lugar.

En 1993, el cardenal Juan Jesús Posadas fue asesinado en el aeropuerto de Guadalajara.

Según el Rey, el Azul le dijo que los autores fueron Ramón Arellano Félix y sus sicarios, y que el verdadero blanco era el Chapo, que debía viajar y se dirigía al aeropuerto en un coche de la misma marca.

Pero el gobierno mexicano acusó al Chapo del asesinato, y éste se escapó a Guatemala, donde un mes después fue arrestado por primera vez.

El abogado del Chapo Jeffrey Lichtman asegura por su lado que el asesinato del cardenal fue una «trampa» que el gobierno mexicano y los Arellano Félix tendieron al Chapo.

El Rey aseguró asimismo que él no mató a nadie, pero que en 1994 o 1995 dos sicarios de los Arellano Félix intentaron asesinarlo en una tienda. Le dispararon y le abrieron «una zanja» en la cabeza.

«Caí al suelo, pero no quedé inconsciente. Salté con mi pistola en la mano y comencé a luchar. Se sorprendieron porque pensaron que yo estaba muerto», contó el Rey, que hirió a uno de ellos.

Ramón Arellano Félix fue asesinado por el Chapo en 2002, según el Rey con ayuda de la policía, que quiso detener su automóvil. No se detuvo, finalmente se bajó frente a un hotel de Mazatlán, Sinaloa, comenzó a correr «y le pusieron un balazo en la nuca».

El Rey contó que hacia 2005, en una reunión en las montañas de Sinaloa, el acusado le dijo «que si algo le daba gusto en la vida era haber matado a Ramón Arellano Félix».

El Rey puede ser condenado a cadena perpetua por sus crímenes. A cambio de su colaboración, la fiscalía pedirá al juez que reduzca su pena y ya le ayudó a traer a su familia a Estados Unidos «para que no sufran atentados contra su vida», según contó el propio testigo al jurado.

El Chapo, de traje oscuro, camisa blanca y corbata, escuchó con atención y rostro inexpresivo el relato de su exaliado. Antes de abandonar la sala, el Rey le dirigió una tímida sonrisa.

Su testimonio continuará el lunes próximo, y se espera que el contrainterrogatorio de la defensa comience esa misma tarde.

México

Sheinbaum responde a fiscal de EE.UU.: “Pam Bondi no está informada; México no es un adversario extranjero”

Ciudad de México.— La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó este jueves las declaraciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien colocó a México en la lista de “adversarios extranjeros” junto a Irán, Rusia y China, al considerar que el país permite operar impunemente a los cárteles del narcotráfico, facilitando el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.

“No tiene sustento lo que dijo la secretaria del Departamento de Justicia. No está informada”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina, en una respuesta directa a las declaraciones de Bondi emitidas un día antes en el Comité de Apropiaciones del Senado estadounidense, donde defendió el presupuesto 2026 del gobierno de Donald Trump.

En esa audiencia, Bondi sostuvo que Estados Unidos “no se dejará intimidar” y que tomará medidas firmes contra cualquier nación que represente un riesgo a su seguridad, incluyendo a México, al que acusó de ser “gobernado por los cárteles del narcotráfico” y de permitir que organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación introduzcan fentanilo al país.

Sheinbaum refutó esta postura, asegurando que existe una coordinación constante con Washington en materia de seguridad, sin que ello implique subordinación. “La estrategia está funcionando. Hay problemas, sí, pero hay avances reales”, enfatizó. Afirmó que en los últimos meses se ha reducido el flujo de fentanilo hacia el norte, así como la incidencia de homicidios en el país, situación reconocida incluso por agencias estadounidenses de aduanas y migración.

La mandataria también recordó que ambas naciones están por firmar un nuevo acuerdo bilateral de seguridad y que desde febrero se ha reforzado la vigilancia fronteriza a través de la «Operación Frontera Norte», la cual permitió —según datos oficiales— la detención de 4 mil 619 personas y la incautación de más de 40 toneladas de droga, incluyendo 1.14 millones de pastillas de fentanilo.

Las declaraciones de Bondi se producen en un contexto político delicado, donde la administración Trump ha endurecido su discurso en torno al fentanilo, atribuyendo su proliferación a la colaboración entre grupos criminales mexicanos y proveedores químicos chinos. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), esta droga causó más de 48 mil muertes por sobredosis en EE.UU. durante 2024.

Sheinbaum insistió en que, pese a las diferencias políticas, la relación con Washington debe basarse en cooperación mutua, datos verificables y respeto. “México no puede ni debe ser equiparado con regímenes autoritarios o enemigos de Estados Unidos. Estamos comprometidos con el combate al crimen, pero también con la soberanía y la verdad”, concluyó.

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