En los últimos años, el organismo ha perdido varios litigios por quitarles los apoyos económicos a los atletas; las resoluciones en contra más recientes fueron la de las raquetbolistas Samantha Salas y Paola Longoria
En los últimos años, la Conade ha sufrido sus peores reveses en un campo ajeno al deportivo: el legal. De 2021 a la fecha, el organismo federal ha tenido al menos cinco resoluciones en contra por parte de las autoridades judiciales en litigios promovidos por diferentes atletas, quienes han reclamado a través de esta vía que la entidad les regrese sus apoyos o premios económicos.
Por ejemplo, hace unos días Samantha Salas se convirtió en la más reciente deportista que le gana una demanda a la Conade. Desde el año pasado la raquetbolista –ranqueada número dos del mundo– había dejado de recibir su beca ordinaria, luego de que el organismo federal argumentara que tenía una deuda por la comprobación de sus gastos de 2015; incluso, no tuvo el apoyo de la dependencia para ir al Campeonato Mundial de 2022 en San Luis Potosí, evento donde quedó campeona mundial en dobles.
Fue entonces que Samantha Salas decidió interponer una demanda para recuperar su beca deportiva y recibir el monto de 15 mil 500 pesos que le corresponden mensualmente, según tabuladores de la Conade publicados en el Diario Oficial de la Federación. “Yo traigo el asunto de Samantha y no me sorprende que se estén ganando las demandas en contra de Conade, eso estaba pronosticado desde un principio; lo increíble es la posición del organismo respecto de todos los atletas que por sus méritos deportivos las merecen, faltando a sus obligaciones de ley. Las demandas de los clavadistas y nadadores ya están en proceso”, declaró al abogado de Samantha Salas, Luis Jiménez.
Las batallas perdidas
Antes de perder la demanda con Samantha Salas, en agosto pasado el organismo recibió el revés con Paola Longoria, quien fue demandada por la Conade por un supuesto adeudo de un millón 500 mil pesos en las comprobaciones del 2014, al grado que le quitó además su derecho de beca por tres años; sin embargo, la raquetbolista se defendió y terminó ganando el pleito, por lo que ahora la Conade debe restablecerle la beca que le corresponde, la cual es de 21 mil 500 pesos por ser campeona mundial.
Otro caso es el de la clavadista Adriana Jiménez, quien demandó a Conade por haberle quitado en el 2019 su beca de 20 mil pesos con el argumento de que participó en el reality deportivo Exatlón; la ahora ex deportista metió en su defensa que nunca le llegó la carta compromiso con esa clausula, y finalmente en 2022 le favoreció la resolución y la Conade tuvo que desembolsar el retroactivo de tres años.
También fue muy sonado el caso de la esgrimista Paola Pliego, quien ganó una indemnización de 15 millones de pesos por parte de la Conade, después de que el juez confirmara la sentencia definitiva, tras ser víctima de un falso positivo (en doping) que evitó compitiera en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Y uno de las recientes resoluciones a favor de los atletas, la cual hizo mucho ruido en las redes sociales, fue cuando las nadadoras artísticas ganaron el amparo para que les devolvieran sus becas que les fueron suspendidas desde enero de este año; el organismo trató de impugnar, pero el fallo fue en su contra por lo que tuvo que desembolsar un millón 140 mil pesos por el retroactivo de enero a mayo, y de paso continuar pagando la beca mensual correspondiente.
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También la halterista Luz Acosta demandó en 2021 al organismo para que le otorgara el premio económico que le correspondía por la medalla de bronce que ganó en Londres 2012, la cual se le asignó hasta 2018 luego de la descalificación de dos competidoras. Medio año después Conade tuvo que pagarle 125 mil pesos. Estos fueron los casos más recientes y aún vienen más para la dependencia.
Lindsey Vonn volvió a lo más alto del esquí alpino al convertirse en la esquiadora más veterana en ganar una prueba de la Copa del Mundo. La estadounidense, de 41 años, se impuso en el primer descenso de la temporada celebrado en St. Moritz, donde firmó su victoria número 83 en el circuito, 44 de ellas en esta modalidad, con una actuación sólida de principio a fin.
Vonn marcó un tiempo de 1:29.63 minutos, resultado que le dio una ventaja provisional de un segundo sobre sus perseguidoras. La austriaca Magdalena Egger, de 25 años, quedó a 0.98 centésimas, mientras que Mirjam Puchner se ubicó a 1.16 segundos y Sofia Goggia a 1.31. La diferencia, inusual en una disciplina en la que cada fracción de segundo puede modificar el podio, consolidó su regreso en una temporada en la que ha mostrado consistencia y control.
Con 41 años y 52 días, Vonn superó los registros de Federica Brignone y Didier Cuche, quienes habían logrado victorias en edades avanzadas, y estableció una nueva marca con su triunfo en St. Moritz. El resultado refuerza su presencia entre las figuras más influyentes del esquí alpino y añade un capítulo destacado a su trayectoria competitiva.
La esquiadora regresó a la actividad profesional en noviembre de 2024, cinco años después de anunciar su retiro debido a múltiples lesiones, fracturas y un persistente daño en la rodilla. En abril de 2019 se sometió a una cirugía de reconstrucción parcial en esa articulación y, tras un largo proceso de rehabilitación, retomó su preparación hasta volver a competir al máximo nivel.
La victoria en St. Moritz es la sexta que consigue en esa emblemática montaña, donde no ganaba desde 2014. También representa su primer triunfo desde marzo de 2018, cuando se impuso en el descenso de las finales de Åre. Su regreso al podio rompe una sequía de más de seis años y confirma que su carrera continúa vigente pese al tiempo y las lesiones.
El resultado consolida una jornada histórica en la que Vonn reafirmó su capacidad competitiva y amplió un legado que sigue ocupando un lugar central en la élite del esquí alpino.