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Congreso de Veracruz aprobó la despenalización del aborto

Este 20 de julio, Veracruz despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación. El Congreso del estado aprobó la iniciativa con 25 votos a favor y se convirtió en el cuarto estado mexicano en permitir la interrupción legal del embarazo bajo esta causal.

En Veracruz es legal abortar también cuando la mujer fue víctima de violación, sin necesidad de que haya interpuesto una demanda y en un plazo de hasta 90 días, según la ley. También se permite en caso de que haya peligro de muerte, inviabilidad del producto o imprevisto.

El Congreso reformó los artículos 149, 150, 151, 153 y 154, y se pedía también derogar el artículo 152 del Código Penal de Veracruz.

Las votaciones se llevaron a cabo de manera presencial, aunque algunos diputados estuvieron conectados vía zoom. El aborto fue aprobado con 25 votos a favor, tres en contra y una abstención.

“Con base en lo votado en esta honorable asamblea queda aprobado en lo general y en lo particular el dictamen”, señaló la diputada presidenta María De Jesús Martínez Díaz.

Aunque esto no quita en su totalidad la calificación del aborto como delito, amplía los parámetros de acción para que las mujeres en México puedan decidir si tener un hijo o no.

Apenas el pasado 30 de junio, el estado de Hidalgo aprobó el aborto legal, mientras que Oaxaca y la Ciudad de México lo hicieron desde 2019 y 2007, respectivamente.

El aborto inseguro es la cuarta causa de muerte materna en México, donde mujeres continúan siendo criminalizadas por esta causa, según datos de la organización GIRE.

México enfrenta además un serie problemática de violencia de género, con 967 casos de feminicidio durante 2020 y una impunidad del 94% de los delitos contra las mujeres, según cifras oficiales.

El Código Penal Federal solo contempla el abuso culposo, la violación sexual y el peligro de muerte como causales de no punibilidad, por lo que la lucha por la despenalización de este tipo de prácticas ha sido constante para las mujeres mexicanas.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, pues en varios lugares del país solo se han aprobado cierto número de causales. Por ejemplo, los estados que contemplan seis causales son Michoacán, Tlaxcala, Colima, Baja California Sur y Yucatán, informó la revista Forbes.

En Morelos y Guerrero se consideran solo cinco; en Chihuahua, Coahuila, San Luis Potosí, Quintana Roo, Zacatecas, Jalisco, Puebla, el Estado de México, Nayarit, Tamaulipas y Baja California son cuatro. Tres en Chiapas, Sinaloa, Sonora, Durango, Nuevo León, Aguascalientes, Campeche y Tabasco.

Querétaro y Guanajuato solo aprueban dos de las causales, lo que los deja al final de la lista en el debate pro aborto.

México

“Llamarme ‘Andy’ es quitarme el legado de mi padre”: hijo de AMLO pide que lo llamen por su nombre completo

Ciudad de México.– Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado público para que dejen de referirse a él con el diminutivo “Andy”, al considerar que esa forma de nombrarlo minimiza su identidad y el legado político de su padre.

Durante su intervención en La Moreniza, programa semanal producido por Morena y conducido por la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, López Beltrán expresó su molestia con firmeza: “Yo me llamo Andrés Manuel López Beltrán, y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país. Llamarme ‘Andy’ es demeritar eso, es quitarme ese legado, quitarme ese nombre”.

La declaración llega en un momento en que López Beltrán, actual secretario de Organización del partido guinda, comienza a tener una presencia más activa en los espacios públicos del movimiento que fundó su padre. El comentario, aparentemente espontáneo, dejó ver una sensibilidad personal, pero también un intento de construir una identidad propia, vinculada directamente al apellido y a la figura presidencial de su padre.

“Les da miedo porque saben lo que vale el nombre y el legado de Andrés Manuel López Obrador”, añadió, al referirse a quienes lo llaman “Andy”, ya sea en medios de comunicación, redes sociales o espacios opositores. “Ojalá dejen de llamarme con diminutivos y nombres que no son el mío”, insistió.

Aunque para algunos el apodo pueda parecer irrelevante, López Beltrán dejó claro que considera el asunto simbólicamente importante: “Andrés Manuel López Beltrán (prefiere ser llamado). No, Andrés López Beltrán. No, ‘Andy’ López. Etcétera”, subrayó.

En un tono más reflexivo, también reconoció que su cercanía familiar con el expresidente lo ha colocado en el centro de críticas mediáticas: “Es evidente que no es conmigo. Es evidente que quien fue el presidente más atacado de la historia, yo creo que hasta más que el presidente Madero, fue Andrés Manuel López Obrador. Y en cierta forma, estoy heredando el trabajo de esos medios de comunicación”.

Las palabras de López Beltrán fueron respaldadas por Luisa María Alcalde, quien coincidió en que existe una campaña persistente de desprestigio contra quienes forman parte del entorno del exmandatario. Alcalde, que ha sido una de las figuras más cercanas a López Obrador tanto en el gabinete como en Morena, no solo lo secundó sino que también dio espacio a que el hijo del expresidente se explayara durante el programa.

La reacción en redes sociales fue inmediata. Mientras simpatizantes aplaudieron la defensa del nombre y el apellido presidencial, sectores críticos ironizaron la declaración y revivieron señalamientos de presunto nepotismo y falta de méritos propios. La etiqueta #Andy se colocó en tendencias durante varias horas, lo que paradójicamente podría intensificar el uso del apodo que busca eliminar.

López Beltrán ha mantenido un perfil relativamente bajo en comparación con otros hijos de figuras públicas, aunque su nombre ha estado presente en controversias mediáticas sobre temas patrimoniales, contratos y vínculos empresariales. Sin embargo, en los últimos meses, ha dado pasos visibles dentro de la estructura de Morena, preparando el terreno para un rol más protagonista dentro del partido.

El mensaje parece entonces apuntar a una estrategia de consolidación: dejar atrás los apelativos informales y posicionarse con su nombre completo como una figura que busca el respeto político y el reconocimiento directo por el linaje que representa.

En tiempos donde los símbolos importan tanto como los hechos, Andrés Manuel López Beltrán quiere ser llamado como tal. No “Andy”.

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