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Conociendo a la esposa de Mark Zuckerberg

Priscilla Chan, la recién casada con el presidente y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, está considerada por los internautas chinos como «la mujer más feliz del mundo», además de como una posible vía de reingreso de la red social en el país asiático (donde está censurada), por ser de origen chino.

«Te graduas en Harvard, te casas con un millonario, sobrepasas las expectativas de tus padres. Ahora ¿cómo podemos vivir las mujeres asiáticas?», se pregunta una cibernauta de seudónimo Tu Naxin, en un foro abierto en el portal de noticias Sina para comentar el recién matrimonio de Zuckerberg.

Mientras, otro internauta se cuestiona «¿cómo es posible que se enamore de una chica de tan mala apariencia?» o «¿cómo una mujer guapa en cambio no pueda conquistar a alguien así?», a lo que él mismo responde: «la razón es sencilla: verdadero amor».

«Él (Zuckerberg) tiene inteligencia emocional, intelectual y alta eficiencia, razones suficientes para hacer feliz a cualquiera», argumenta un tercer usuario en la red social.

De origen y padres hongkoneses, la recién casada Chan partió de la ex colonia británica después de que su padre se retirara del puesto de oficial que ocupaba en el Gobierno de Hong Kong para instalarse en las afueras de Boston.

Tras graduarse como bióloga en la Universidad de Harvard en 2007 y pasar dos años como profesora de ciencias en la escuela Harker, Chan decidió estudiar medicina en la Universidad de California, donde el lunes pasado se graduó como pediatra, motivo por el que cerca de cien personas se reunieron el sábado pasado en Palo Alto.

«Verdaderamente Xuzhou solo vota talentos, las antiguas (en referencia a Wendi Deng, la esposa de Rupert Murdoch, fundador y presidente de News Corporation, el segundo conglomerado mediático más grande del mundo – de acuerdo a un sondeo de la revista Fortune-) y nuevas (Prisicilla Chan)», comentó otra cibernauta.

El feliz matrimonio de Chan, de 27 años, y Zuckerberg, de 28 años, fue uno de los temas candentes este fin de semana en las redes sociales chinas.

Admiración, felicidad, simpatía y orgullo, fueron los sentimientos manifestados por los ciudadanos del país asiático a través de sus cuentas en internet.

«Habla fluido el mandarín y podría ser una gran ayuda para que Facebook reingrese en China», manifestó un internauta de seudónimo StanQD, a lo que otro añadió que «puedes sacar a los chinos de China, pero no puedes sacar China de los chinos».

En efecto, durante su viaje a China en marzo de este año, se habló mucho de la influencia que Chan podría tener en China para permitir la reapertura de Facebook desde que la página fue bloqueada en 2009, a lo que se sumó la noticia de que Zuckerberg estaba aprendiendo mandarín.

«Ella me inspiró a aprender mandarín en un año, pero no tuve éxito», mencionó el presidente de Facebook anteriormente, si bien aseguró que aprendió lo suficiente para hablar con la abuela de Chan.

Fundado solo hace ocho años en un dormitorio de la Universidad de Harvard, el viernes pasado Facebook hizo el mayor estreno en bolsa de una firma tecnológica con una deslumbrante valoración de más de 100 mil millones de dólares.

El estreno en Wall Street de la conocida red social se registró como el mayor de una firma tecnológica, muy por encima de Google, que en 2004 recaudó mil 900 millones de dólares, y el tercero mayor de la historia de cualquier empresa de EU, solo por detrás de General Motors, que ingresó 18 mil 140 millones, y Visa, que se metió en el bolsillo 19 mil 650 millones.

«Ahora mismo todo esto parece muy importante. Salir a bolsa es un hito en nuestra historia, pero nuestra misión no es ser una empresa cotizada, nuestra misión es hacer el mundo más abierto y conectado», dijo Zuckerberg poco antes de hacer sonar la campana en la ceremonia de apertura del Nasdaq, y un día antes de contraer matrimonio con Chan.

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La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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