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Cuerpo de Bin Laden está en poder de EU: WikiLeaks

 

 

Londres • Las filtraciones del sitio WikiLeaks sobre la empresa estadunidense Stratfor revelan que el cuerpo del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, no fue lanzado al mar y estaría en poder de Estados Unidos.

Uno de los más de cinco millones de correos de Stratfor, que comenzaron a difundirse la semana pasada en la página de WikiLeaks, asegura que el cadáver no fue lanzado al mar, sino que fue enviado a la morgue militar estadunidense de Dover, informó este lunes Pakistan Today.

En su edición electrónica, el diario paquistaní indicó que de acuerdo con el archivo secreto de la empresa estadunidense, el cuerpo de Bin Laden habría sido trasladado en secreto por un avión de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras su muerte en mayo pasado.

El jefe de la organización terrorista Al Qaeda fue asesinado el 1 de mayo de 2011 en su casa en la ciudad paquistaní de Abbottabad, en una operación militar de las fuerzas especiales de Estados Unidos, tras una ardua investigación de inteligencia.

La información se basa en e-mails de Stratfor, filtrados por WikieLaks en complicidad con el grupo de hackers Anonymous, enviados el 2 de mayo, después de que el presidente estadunidense Barack Obama, anunció al mundo la muerte de Bin Laden.

En un correo electrónico enviado a las 05:26 horas GMT ese 2 de mayo, el vicepresidente de Stratfor, George Friedman, dice de manera textual: «Al parecer, tomamos el cuerpo con nosotros. Gracias a Dios», destacó el reporte de Pakistan Today.

Minutos después, en un segundo mensaje enviado a las 05:51 GMT, el ejecutivo de la empresa de espionaje privada de Estados Unidos, Fred Burton, afirmó: “(alfa) cuerpo rumbo a Dover, en avión de la CIA”.

En otro posterior el vicepresidente de Stratfor escribió: “Sic adelante, sin novedades, rumbo al Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas en Bethesda (Maryland)».

En un último correo electrónico enviado a las 13:36 horas GMT, Burton respondió a un mensaje y lo tituló: «Re: cadáver de OBL (iniciales de Osama Bin Laden)» y en el mensaje destacó: «Cuerpo en Dover enlazado, debe estar ahí ahora».

La información de los correos contradice la historia oficial dada a conocer por la administración de Obama de que el cuerpo de Bin Laden había sido manejado de conformidad con las tradiciones islámicas y lanzado al mar desde un buque de la Armada de Estados Unidos.

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Deportes

Wimbledon sin jueces de línea: el fin de una era que muchos ya extrañan

Por primera vez en sus 148 años de historia, Wimbledon ha eliminado por completo a los jueces de línea humanos, reemplazándolos con un sistema electrónico automatizado. Esta decisión marca un punto de inflexión en uno de los torneos de tenis más tradicionales del mundo, generando una mezcla de aceptación tecnológica y nostalgia por la humanidad que esta figura representaba en la cancha.

Pauline Eyre, quien fue jueza de línea en 16 ediciones del torneo, recuerda con orgullo su primera vez pisando el césped sagrado del All England Club a los 21 años. “Era un sentimiento extraordinario”, comenta. Lejos de haber soñado con ganar un trofeo como jugadora —ella misma se describe como una mala competidora juvenil—, su máximo orgullo fue formar parte del equipo de oficiales, un grupo que consideraba “visiblemente diferente y especial”.

Esa esencia humana es justo lo que, para Eyre y otros puristas, se pierde con esta transformación. Aunque el sistema electrónico —el mismo adoptado por el Abierto de Australia y el US Open— promete precisión absoluta, Eyre sostiene que el cambio elimina una parte esencial del deporte: la imperfección humana. “El tenis es sobre personas. Si le quitas la humanidad, estás quitando una parte fundamental del juego”, afirma.

La medida, anunciada por el All England Lawn Tennis Club en octubre pasado, responde a la intención de garantizar la máxima precisión en el arbitraje y ofrecer condiciones homogéneas para los jugadores, en línea con la mayoría de los torneos del circuito ATP y WTA. Sally Bolton, directora ejecutiva del club, explicó que la transición busca estandarizar el entorno competitivo. Sin embargo, incluso antiguos funcionarios como Andrew Jarrett, ex árbitro principal de Wimbledon entre 2006 y 2019, admiten que el cambio, aunque lógico desde el punto de vista tecnológico, tiene un “costo humano”.

Jarrett subraya que durante su gestión nunca se contempló seriamente eliminar a los jueces de línea, aunque reconocía que la introducción del sistema Hawk-Eye en 2007 marcaba el inicio de una posible transición. Para Eyre, ese momento fue revelador: “Hawk-Eye nos demostró que casi siempre teníamos razón”, dice, con cierta melancolía.

La eliminación de estos oficiales también impacta el futuro del arbitraje en el tenis. “¿Por qué un joven de 15 años querría ahora pasar sus fines de semana arbitrando partidos infantiles si ya no puede soñar con llegar a Wimbledon?”, cuestiona Eyre.

Entre los jugadores, la reacción es dividida. Aryna Sabalenka, número uno del mundo, considera que el sistema electrónico elimina controversias y aporta claridad, aunque reconoce estar «50/50». Por otro lado, Barbora Krej?íková y Frances Tiafoe expresaron su preferencia por el estilo tradicional, destacando el «fanfarroneo» y la interacción humana que ofrecían los desafíos a jueces de línea.

El sistema automático no está exento de fallas. Durante un partido de segunda ronda, el sistema emitió un llamado de «fuera» entre puntos, generando confusión y risas entre el público. Otros jugadores también señalaron que las señales automatizadas son a veces demasiado tenues para escucharse, especialmente en canchas con mayor ruido ambiental.

De los aproximadamente 300 jueces de línea que solían participar en Wimbledon, solo 80 permanecen este año como asistentes de cancha en caso de fallos técnicos del sistema.

Lo que antes era una aspiración para muchos —ser parte del torneo más prestigioso del mundo, aunque fuera desde los márgenes del terreno de juego— ahora queda relegado a la historia. Eyre, ahora comediante de stand-up, recuerda cuando fue abucheada por sancionar al favorito local Greg Rusedski o cuando John McEnroe la fulminó con la mirada por marcarle un error.

Con humor y algo de resignación, reconoce que los jueces de línea eran vistos como “jugadores fracasados y personas demasiado autoritarias”. Pero, en el fondo, lo hacían por amor al tenis. “Solo queríamos ser parte de algo que amamos”, concluye.

Y quizás, como muchas cosas en la vida, no sabíamos cuánto los íbamos a extrañar… hasta que desaparecieron.

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