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De superpolicías en tres sexenios, a fugitivos por presunto nexo con el narco

Luis Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño García fueron durante tres sexenios altos mandos de la policía en México. Impulsados por su jefe, Genaro García Luna, escalaron posiciones en áreas de seguridad e inteligencia, hasta tener a su cargo operativos clave contra el crimen organizado y la vigilancia de instalaciones estratégicas, carreteras y aeropuertos.

Pero ayer, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos los acusó de ser, – al mismo tiempo, – protectores, colaboradores y cómplices del Cártel de Sinaloa y del tráfico de toneladas de cocaína a su territorio. En síntesis: de trabajar para el cártel. Todo ello a cambio de supuestos sobornos de millones de dólares.

Las imputaciones forman parte de una acusación ampliada presentada ante una corte de Nueva York en contra del propio García Luna, actualmente preso en ese país. La adición a la misma de los nombres de Cárdenas y Pequeño García, ha convertido ahora en fugitivos a los que por años conformaron la cúpula policial en México.

En nuestro país, mientras tanto, existen desde hace más de una década señalamientos de posible cooperación de García Luna, Cárdenas Palomino, entre otros, con el crimen organizado. Se han iniciado carpetas de investigación y se han congelado cuentas ligadas a ellos por posible lavado de dinero.

Pequeño García, incluso, fue dado de baja a mediados del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto del cargo de jefe de División de inteligencia de la Policía Federal, luego de que el líder del “Cártel de Sinaloa” lograra escapar de un penal vigilado por cámaras que tenía a su cargo.

Pero hasta ahora no existe en contra de alguno de ellos casos judicializados ni órdenes de aprehensión por corrupción en México. No obstante, las acusaciones anunciadas ayer en Estados Unidos podrían derivar en solicitudes de detención con fines de extradición en México.

Cárdenas Palomino y Pequeño García desarrollaron carreras en ascenso en las estructuras policiales en México hasta llegar a puestos clave en los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

En ese tiempo llegaron a presumir incluso de reconocimientos. Pero de forma paralela, habrían colaborado con el crimen organizado según los fiscales de Estados Unidos.

Una cosa es segura, ambos fueron hombres del primer círculo de confianza de García Luna, jefe máximo de los aparatos de investigación policial y de seguridad en el país durante doce años, y quien ahora enfrenta un juicio en los Estados Unidos por su presunta cooperación con el narco.

Desde finales de la década de los 80, Cárdenas Palomino conoció a García Luna cuando ambos colaboraran como agentes del ya desaparecido Centro de investigación y Seguridad Nacional.

En los 90 comenzó su carrera en la entonces Policía Judicial Federal y fue escalando posiciones. Avanzó a jefe de grupo en operativos antinarcóticos y luego a titular del grupo antisecuestro, hasta llegar al puesto de Director General Adjunto de la referida corporación ya bajo su nueva denominación como Agencia Federal de Investigación (AFI), cuyo titular era, justamente, García Luna.

Durante todo el gobierno del presidente Vicente Fox, Cárdenas Palomino se mantuvo en la posición de segundo al mando de la AFI, corporación responsable de investigar todos los delitos federales en México y de ejecutar las órdenes de aprehensión giradas por jueces federales.

A mediados de 2006 Palomino fue designado jefe de la AFI luego de que García Luna dejó el puesto para conformar y encabezar la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), ya en el sexenio de Felipe Calderón

En 2007 Cárdenas Palomino llegó a la SSP ocupando diversos puestos entre ellos el de Coordinador de Inteligencia para Prevenir el Delito, y el de titular de la División de Seguridad Regional. En esos puestos, este funcionario estuvo a cargo tanto del diseño de operativos clave contra el crimen, así como de la vigilancia de carreteras, puertos, aeropuertos e instalaciones estratégicas en el país. Dejó el puesto al concluir el gobierno de Calderón.

Fuente: Animal Político.

México

Guía Campobet: Análisis del Gran Premio de México de Fórmula 1

El Gran Premio de México es una joya única en el calendario de la F1. No es solo una carrera más: estamos hablando de una pista que pone a prueba tanto a pilotos como a máquinas en formas que ningún otro circuito logra. La combinación de altura, clima cambiante y un trazado que no perdona errores la hace verdaderamente especial.

Desde que la primera bandera a cuadros ondeó en 1963, este circuito ha sido testigo de momentos legendarios. Para seguir cada momento de la acción, Campobet (https://campobetcasino.mx) te ofrece cobertura completa. A 2.240 metros sobre el nivel del mar, los monoplazas experimentan una significativa pérdida de agarre aerodinámico, creando condiciones únicas de competencia.

Características del circuito y consideraciones técnicas

El Autódromo Hermanos Rodríguez presenta desafíos únicos para equipos y pilotos. El aire fino de la altura mexicana requiere ajustes especiales en la configuración de los monoplazas. Las configuraciones que funcionan en otros circuitos como Mónaco o Silverstone pueden resultar inefectivas aquí, debido a las condiciones particulares del circuito.

los equipos deben adaptar específicamente los sistemas de refrigeración debido a la menor densidad del aire. Los radiadores y tomas de aire requieren modificaciones sustanciales para mantener las temperaturas óptimas del motor y los frenos.

Además, las unidades de potencia necesitan una calibración especial para compensar la pérdida de aproximadamente 20% de potencia debido a la altitud, lo que convierte la eficiencia en un factor crítico para el rendimiento, de ahí que las cuotas en sitios de apuestas como Campobet sean distintas a otros circuitos.

Impacto climatológico y patrones de rendimiento

El clima en la Ciudad de México es notablemente variable y puede cambiar rápidamente durante el fin de semana de carrera. La clasificación del sábado tiene una importancia crucial para el resultado final de la carrera, haciendo que los equipos concentren grandes esfuerzos en asegurar una buena posición de salida.

Análisis y tendencias históricas

Red Bull ha mostrado un rendimiento sobresaliente en este circuito en años recientes. Sin embargo, esta pista tiene la particular característica de nivelar las diferencias entre equipos, por eso en la edición celebrada el 27 de octubre ha ganado Carlos Sainz Jr., de Ferrari.

Según los expertos de Campobet, el éxito aquí no depende únicamente de la velocidad pura, sino de la gestión inteligente de los neumáticos y la consistencia en el ritmo de carrera.

Consideraciones estratégicas para el día de carrera

La gestión de neumáticos en México presenta características particulares. La degradación tiende a ser menor que en otros circuitos, debido a las condiciones atmosféricas únicas. Los equipos suelen implementar estrategias más arriesgadas en este circuito, lo que ha resultado en podios sorpresivos en el pasado.

Este cóctel único de altitud, clima impredecible y características técnicas hace que cada Gran Premio de México sea una historia diferente. Para brillar en el Hermanos Rodríguez se requiere más que velocidad pura: la adaptabilidad, estrategia y el entendimiento de las condiciones únicas del circuito son fundamentales para el éxito. Los seguidores de Campobet lo saben.

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