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Debe gobernador promover Controversia Constitucional contra CONAGUA: Diputado

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El diputado Omar Bazán pidió al gobernador presente una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra el Ejecutivo Federal y la Comisión Nacional del Agua, en materia de gestión de los recursos hídricos al omitir su planeación coordinada e informada y disponer de agua de la presa Luis L. León, lo que afecta a los productores agrícolas.

Lo anterior mediante una iniciativa de punto de acuerdo de urgente resolución en el Congreso del Estado.

El legislador priista denunció que existe una gran opacidad en el manejo de los recursos hídricos de la cuenca del Río Bravo y sus afluentes, lo que perjudica a los productores agrícolas de Chihuahua.

No hay prioridad para Chihuahua en el Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos firmado el 3 de febrero de 1944, ni se han aplicado las restricciones de pago de agua en época de sequía, pues básicamente el Ejecutivo Federal a través de la Comisión Nacional del Agua, administran las presas que se encuentran en nuestra entidad sin coordinación alguna con el Gobierno del Estado ni con los municipios que se ven afectados como Delicias, Camargo, Ojinaga, Meoqui y Aldama entre otros.

Omar Bazán dijo además que es urgente solicitar un estudio técnico a la Comisión Internacional de Límites y Aguas sobre la situación de sequía que padece el estado de Chihuahua y sobre el derecho de preferencia de los productores del Estados y sus necesidades de agua para garantizar los ciclos agrícolas.

Asimismo, transparentar los volúmenes de agua que se utilizan de los afluentes de Chihuahua para pagar agua a los Estados Unidos de América a fin de determinar si el Ejecutivo Federal dispone de los afluentes de Chihuahua para proporcionar agua a cuencas de otras entidades con el fin de que se compense y se indemnice, en este caso, a nuestros productores agrícolas.

Finalmente determinar adecuadamente el estado de sequía para hacer las reservas necesarias y no poner en riesgo los futuros ciclos agrícolas.

La reciente extracción en la Presa Luis L. León, conocida como el “EL GRANERO”, por parte de la Comisión Nacional del Agua, se realizó supuestamente para pagar agua conforme al Tratado Internacional “sin embargo nunca se tiene conocimiento del corte de esos pagos, ni el estado de los ciclos, y al parecer se trató de una disposición de agua para cubrir necesidades de productores agrícolas en Tamaulipas”, señaló el legislador priista.

Es evidente la opacidad en el manejo de los recursos hídricos y su gestión está completamente descoordinada y ajena al Estado a y los municipios, por lo que esos actos violan el régimen jurídico de gestión establecido en la Ley General de Aguas Nacionales, “pues el agua es de la nación, y la nación somos todos los mexicanos”, sentenció.

Si a los productores chihuahuenses se les afectó el ciclo agrícola con dicho acto, deben ser indemnizados, añadió Bazán Flores.

Dijo que la controversia constitucional debe promoverse porque si bien el artículo 4o. de la Ley de Aguas Nacionales precisa que la autoridad y administración en materia de aguas nacionales y de sus bienes públicos inherentes corresponde al Ejecutivo Federal, a través de la Comisión Nacional del Agua, debe ejercerse de forma coordinada con los Estados y municipios, como se establece en el artículo 5 fracción I de dicha ley:

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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