El presidente de la Comisión de Economía, Mario Sánchez Ruiz (PAN), afirmó que de los 140 mil millones de pesos adicionales que se estima dejarán las ventas del programa “El Buen Fin”, cerca de dos mil millones de pesos serán por concepto al Impuesto de Valor Agregado (IVA).
“Estos 140 mil millones de pesos son adicionales a lo que comúnmente se capta en un fin de semana normal, de ello se podrá captar alrededor de dos mil millones de más por el IVA”, indicó el legislador.
Consideró que de esos dos conceptos se puede ver que habrá un aumento significativo en la derrama económica que dejará ese programa, en comparación con el 2011.
En entrevista, Sánchez Ruiz resaltó que para esta segunda emisión de “El Buen Fin”, que se llevó a cabo entre ayer viernes y el lunes próximo, está previsto que se registre un incremento del 40 por ciento en ventas, generación de empleo y recaudación de IVA, en comparación con el año pasado.
“Los resultados fueron magníficos en el 2011 y este año sin duda se van a multiplicar los resultados. Este ejercicio es benéfico para la planta productiva, el sector comercial y para la población”, expresó.
Una señal favorable de este ejercicio es que se ha comprobado que siete de cada 10 mexicanos que pensaban ir a realizar sus compras a Estados Unidos en el llamado «Black Friday», decidieron quedarse en México a las compras de «El Buen Fin 2012 «, indicó el diputado Sánchez Ruiz.
Recordó que la celebración del Buen Fin contará con la participación de 286 mil empresas y señaló que “esto habla de que existe un gran interés del ramo empresarial en participar y potencializar la economía del país”.
El secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, José Sergio Manzur Quiroga (PRI), indicó que “El Buen Fin” es un programa adecuado para incentivar la economía, dados los buenos resultados de la primera edición en 2011.
“Hubo una gran participación el año pasado, es un programa exitoso, donde participaron tanto empresarios como el público comprando. Todos los mexicanos tenemos que hacer un mayor esfuerzo, ponernos a trabajar para que le vaya bien a México”, dijo.
Indicó que pese a las críticas que sugieren que el adelantar parte del aguinaldo podría acarrear una mayor cuesta de enero, o incluso adelantarla, Manzur Quiroga precisó que no existen elementos para afirmar esa posibilidad, ya que el gobierno es lo suficientemente responsable para analizar todos los aspectos y no cometer un error grave.
El diputado Luis Espinosa Cházaro, encargado del área económica de la fracción del PRD, hizo un llamado a la mesura a los consumidores, puesto que la administración de las finanzas durante este fin de semana, aunada a los gastos decembrinos, “deja mal parada la economía de los mexicanos”.
Opinó que la estrategia del llamado “El Buen Fin”, para incentivar la compra, es “loable”, sin embargo dijo que no es compatible con una medida económica general que permita gastar durante este fin de semana y luego “tener un buen enero”.
“Llamaría a la mesura a los consumidores, porque también en enero vemos largas colas en el Monte de Piedad, vemos familias con dificultades por la cuesta de enero, y hay que equilibrar”, señaló.
Agregó que ambos aspectos se pueden hacer, se pueden aprovechar las ofertas de “El Buen Fin” y guardar algunos recursos para tener en enero un arranque de año mucho más holgado”.
Ellos son los cardenales mexicanos con posibilidades de convertirse en Papa
El humo blanco que anuncia la elección de un nuevo Papa es uno de los momentos más emblemáticos de la Iglesia Católica, con un proceso complejo detrás de esta decisión. El sistema actual de elección papal tiene sus orígenes en el decreto promulgado por el papa Nicolás II en 1059, que estableció a los cardenales obispos como electores.
Este decreto fue un punto de inflexión histórico, pues redujo la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero, sentando las bases para el Colegio Cardenalicio, formalizado en 1150. Hoy, este cuerpo es el encargado de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo.
Según National Geographic, el cónclave, como se denomina a la reunión de los cardenales para elegir al nuevo Papa, se celebra entre 15 y 20 días después de que el trono papal queda vacante, ya sea por fallecimiento o dimisión del pontífice. Este intervalo, establecido en 1922, permite que los cardenales de todo el mundo puedan viajar al Vaticano. Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, aunque sólo 138 de ellos tienen derecho al voto en caso de la defunción del actual Papa Francisco, ya que deben cumplir con el requisito de ser menores de 80 años.
Qué cardenales mexicanos podrían aspirar a la elección
El Cardenal Carlos Aguiar Retes participa en la ceremonia de inauguración como nuevo Arzobispo de México el 5 de febrero de 2018. (Reuters/Henry Romero)
Entre los 252 cardenales que conforman el Colegio Cardenalicio, seis son de México. Estos líderes religiosos han desempeñado roles clave tanto a nivel nacional como internacional, sin embargo, únicamente dos de ellos podrían ser considerados en un futuro cónclave: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega. Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Él inició su formación en el Seminario de Tepic y continuó sus estudios de Teología en instituciones de Estados Unidos y México, posteriormente, fue ordenado sacerdote en 1973 y, en 2016, el papa Francisco lo nombró cardenal. En 2017, asumió el cargo de arzobispo primado de México, liderando una de las arquidiócesis más importantes del mundo, detalló la circunscripción eclesiástica.
Por otro lado, Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara desde 2012. Su nombramiento fue realizado por el Papa Benedicto XVI en 2011, consolidando su posición como una figura clave en la Iglesia mexicana. Robles Ortega ha sido un defensor de los valores tradicionales y ha trabajado en iniciativas pastorales para fortalecer la fe en su arquidiócesis.
Aunque debido a su edad ya no es considerado candidato para el cónclave, el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, también forma parte del Colegio Cardenalicio. Nacido en Celaya en 1939, Suárez Inda estudió en Roma y fue ordenado sacerdote en 1964. En 2015, el Papa Francisco lo nombró cardenal, reconociendo su labor pastoral en una región históricamente afectada por la violencia y la pobreza, según informó La Oficina de Prensa de la Santa Sede (el Bollettino Sala Stampa della Santa Sede).
Después, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, es otro de los cardenales mexicanos, aunque su edad lo elimina como candidato. Nacido en 1940 en el Estado de México, fue nombrado cardenal en 2020 por el papa Francisco con el título de San Luigi Maria Grignion de Montfort.
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, nacido en Jalisco en 1933, fue nombrado arzobispo de Guadalajara en 1994 por el papa Juan Pablo II y, ese mismo año, recibió el birrete cardenalicio, aunque actualmente es arzobispo emérito.
Finalmente, en la misma situación que éstos últimos, se encuentra Norberto Rivera Carrera, nacido en Durango en 1942. Él fue designado obispo de Tehuacán en 1985 por el papa Juan Pablo II y, posteriormente, arzobispo primado de México, cargo que desempeñó durante más de dos décadas.
En qué consiste el cónclave
En el cónclave, la Iglesia Católica se encuentra ante una decisión trascendental que marcará el rumbo de los próximos años. (EFE)
El cónclave papal, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, es un evento rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Según detalló National Geographic, los cardenales electores permanecen aislados del mundo exterior hasta que se elige al nuevo Papa. Durante este tiempo, juran mantener la integridad del proceso y solo un reducido grupo de asistentes tiene permitido interactuar con ellos.
El proceso de votación se divide en tres etapas: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio. En la primera, se distribuyen las papeletas y se designan los encargados de recoger y contar los votos. Durante el escrutinio, los cardenales emiten su voto en secreto. Finalmente, en el postescrutinio, los votos se tabulan, se verifican y luego se queman.
El humo que emana de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina es el indicador visual para el mundo exterior. Si las papeletas quemadas producen humo negro, significa que no se ha alcanzado un consenso, en cambio, el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa. Aunque esta práctica se remonta al siglo XIX o principios del XX, el Vaticano ha modernizado los materiales utilizados para generar el humo. Desde 2005, se emplean productos químicos específicos para garantizar la claridad del color: una mezcla de clorato potásico, lactosa y resina de conífera para el blanco, y perclorato potásico, antraceno y azufre para el negro, detalló National Geographic.
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