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«Después de abril», alistan 3 millones de vacunas para maestros

Luego de los estudios que se realizó y por recomendación de sus doctores, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se vacunará, al menos en lo inmediato contra Covid-19, ya que cuenta con los suficientes anticuerpos para no volver a enfermarse, aclaró esta mañana en Palacio Nacional.

Reconoció que al principio había recibido la petición de su cuerpo médico de que se vacunara, sin embargo, en una segunda opinión le dijeron que no era necesario, que podía esperar hasta dos meses y que incluso, no existe riesgo de que contagie.

Adelantó que este martes, aprovechando el informe semanal del gabinete de salud, acudirá uno de sus médicos a explicar porque la recomendación a no aplicarse la vacuna ahora, a fin de que no se preste a especulaciones.

“Entonces, que explique técnica y científicamente porque es importante también, que pasa cuando a alguien le da Covid-19 cuando se debe vacunar, en que tiempo, que opiniones hay con esto porque estamos en el terreno de lo inédito”, comentó.

Cuestionado sobre el caso de la aplicación simulada de una vacuna, reconocido por el IMSS, en el centro de vacunación instalado en el IPN de Zacatenco el pasado sábado, el mandatario reprochó que este asunto hubiera sido tratado como nota nacional si se trató de un error humano o habría que investigar si no fue un montaje.

Se han aplicado en la Ciudad de México como un millón 200 mil vacunas y entonces un caso lo vuelven nota nacional, lo que hay que ver es si no fue montado porque son (los conservadores) capaces de todo”, señaló.

El mandatario apuntó, que en todo caso si hubo una equivocación, “no se actuó de mala fe”. Además “¿A poco esa es la gran noticia, no les parece una exageración?”, sostuvo.

El presidente aprovechó para confirmar que una vez que concluya al final de este mes de abril la vacunación de adultos mayores, al menos con una dosis, la siguiente etapa será aplicar al menos 3 millones de dosis para el personal docente de todo el país con el objetivo de que regresen pronto los estudiantes a clases presenciales.

Hay problemas de deserción y no solo eso, el que no haya socialización, el que los niños y niñas no puedan reunirse con otros niños y otras niñas, es que la escuela es el segundo hogar. Lo otro es muy individual, demasiado individual por el estar mucho tiempo con una comunicación con estos aparatos, se requiere de la escuela presencial”.

Fuente: Excelsior

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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