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Opinión: Duarte intenta acallar multitudinaria marcha del silencio por Corina Muruato

A pesar de la gran asistencia a la Marcha del Silencio convocada por el movimiento Unión Ciudadana los medios de información en Chihuahua intentaron minimizar el acto señalando que apenas contó con 200 personas, número muy reducido de la verdadera concurrencia que superó los mil 300 ciudadanos.

A pesar de la gran asistencia a la Marcha del Silencio convocada por el movimiento Unión Ciudadana los medios de información en Chihuahua intentaron minimizar el acto señalando que apenas contó con 200 personas, número muy reducido de la verdadera concurrencia que superó los mil 300 ciudadanos.

La mentira se refleja en las fotografías difundidas en redes sociales, donde se puede apreciar que la respuesta de los chihuahuenses fue tan numerosa e imponente que el contingente abarcó casi cinco cuadras de la avenida Universidad.

La desinformación generada por los medios de comunicación se debe a que la gran mayoría de ellos han sido cooptados por el gobierno de César Duarte por medio de sus millonarios contratos de publicidad. Es así que él funge como el director editorial, decidiendo qué se publica y qué no – según lo beneficie – en primeras portadas o en los portales digitales.

Pese a todos los intentos de intimidación y sabotaje por parte del gobierno estatal, que comenzaron en las pasadas concentraciones de Unión Ciudadana – actos orquestados por el propio César Duarte – en la Marcha del Silencio se demostró que la sociedad chihuahuense está dejando de lado el miedo y la apatía para defender sus libertades.

La gente volvió a salir a las calles para alzar la voz contra el mal gobierno, en total apego a sus derechos lo cual resulta alentador para que la lucha que ha emprendido este movimiento no dé ni un paso atrás y cada vez se vea más fortalecido por aquellos que buscan el bienestar de su entorno y de su familia.

De igual forma, los medios locales desestimaron la conformación del grupo de observadores de carácter nacional que acompañó a la Marcha del Silencio como testigos de una lucha pacífica que señala la corrupción de César Duarte, y que tendrá como objetivo dar puntual seguimiento a la denuncia penal que se presentó en la PGR en contra de Duarte en septiembre. Este grupo de importantes actores de la vida social nacional se encargará de difundir las acciones que Unión Ciudadana promueva para que este movimiento sea un referente en todo el país.

Dicha agrupación está conformada por miembros de la academia y ciudadanos comprometidos con las mejores causas, entre ellos se encuentran: Ricardo Raphael, Alfredo Figueroa, Clara Jusidman, Teresa Lanzagorta, Gerardo Fernández Noroña, Alberto Asis Nassif, Porfirio Muñoz Ledo, Denisse Dresser, Adriana Amezcua, Alejandro Encinas, Cuauhtémoc Cárdenas, Ernesto Ruffo Appel, Carlos Heredia, Alejandro Madrazo, entre otros.

MARCHA 2

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Conversaciones. Por Raúl Saucedo

ECOS SEMANALES

En un café parisino, con aroma a Espressos bien hechos y croissants calientes, dos figuras emblemáticas de la Filosofía Política se reúnen para discutir un tema que, aunque ajeno a su época, les resulta fascinante: la libertad de expresión en la era digital. Montesquieu, el pensador de la separación de poderes, y Rousseau, el defensor de la voluntad general, se enfrascan en un animado debate sobre las redes sociales, sus virtudes, sus peligros y su impacto en la democracia.
-«Estimado Rousseau,»- comienza Montesquieu, con su habitual tono reflexivo, «observo con asombro este fenómeno llamado ‘redes sociales’. Millones de personas conectadas, compartiendo ideas y opiniones de forma instantánea. Es como una plaza pública global, donde la información fluye sin control.»
Rousseau, con su pasión característica, responde: -«En efecto, mi querido amigo. Es la materialización del ideal de una sociedad donde todos tienen voz. El pueblo puede expresarse sin intermediarios, sin censura. Es una herramienta poderosa para la democracia.»-
Montesquieu, sin embargo, no puede evitar mostrar cierta preocupación: -«Pero ¿qué hay del control? ¿Quién modera este espacio? La libertad sin límites puede ser caótica, incluso peligrosa. Las ‘fake news’, la difamación, el discurso de odio… son amenazas reales que debemos considerar.»-
Rousseau, con su fe inquebrantable en la bondad humana, replica: -«Confío en la capacidad del pueblo para discernir la verdad. La libre circulación de ideas, incluso las erróneas, es fundamental para el progreso. El debate, la confrontación de argumentos, nos permite acercarnos a la verdad.»-
Montesquieu, con su pragmatismo, insiste: -«No podemos ser ingenuos. Las redes sociales pueden ser manipuladas, utilizadas para difundir propaganda, para controlar la opinión pública. Es necesario un marco legal que proteja la libertad de expresión, pero que también establezca límites para evitar abusos.»-
Rousseau, con su idealismo, responde: -«La ley no debe ser un instrumento de censura. La libertad de expresión es un derecho fundamental, y cualquier restricción debe ser cuidadosamente justificada. Confío en la capacidad de la sociedad para autorregularse, para crear mecanismos de control que eviten los excesos.»-
El debate se intensifica, abordando temas como la privacidad, la censura, el poder de las grandes empresas tecnológicas. Montesquieu, con su visión liberal, defiende la necesidad de un Estado que garantice la libertad de expresión, pero que también proteja a los ciudadanos de los abusos. Rousseau, con su énfasis en la voluntad popular, aboga por una mayor

participación ciudadana en la gestión de las redes sociales, para que sean un espacio verdaderamente democrático.
«Las redes sociales son un reflejo de la sociedad,» concluye Montesquieu. «Si queremos que sean un espacio de libertad y democracia, debemos trabajar para construir una sociedad más justa, más tolerante, más responsable.»
Rousseau, con una mirada esperanzada, añade: «Las redes sociales tienen el potencial de unir a la humanidad, de promover el entendimiento mutuo, de construir un mundo mejor. Depende de nosotros utilizarlas de forma responsable, para que sean una herramienta de progreso y no de destrucción.»
La discusión entre Montesquieu y Rousseau se prolonga dando espacio a las copas de vino dejando una serie de preguntas abiertas mientras cae la noche. La libertad de expresión en las redes sociales es un tema complejo, que requiere un equilibrio entre la libertad individual y el bien común.
Se puede preguntar apreciable lector el porqué del tema y de los personajes del café, pero es que en la última semana a mi tierra natal he notado la desfachatez de la inquisición de las redes sociales conforme a temas que siendo sociales se deberían de haber traslado al ruedo de la esperanza y debatirlos con los interesados, las conclusiones sin lugar a dudas deberían de haber sido de interés para los franceses.
Pero en el país bárbaro hay de conversaciones a conversaciones como las de la plaza digital y las que se toman en una barra de granito negro con un pino de navidad sin armar de testigo…
@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.

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