La asistencia del Andrés Manuel López Obrador a la capital de Zacatecas, que resiente los embates de grupos antagónicos de la delincuencia organizada -que disputan terrenos y caminos desiertos para transportar migrantes en dirección de Estados Unidos, y traficar drogas para el consumo en Norteamérica-, fue la respuesta a las acciones violentas que significan ominosos nubarrones para la población zacatecana.
Taxistas, propietarios de negocios en el centro de la capital, mujeres y hombres que habitan la ciudad, advierten incertidumbre en sus respuestas, “es momento de no doblarnos, hay que permanecer de pie…y mantener la fe”, respondió la propietaria de un famoso comercio.
De un mes a la fecha se han sucedido eventos dantescos: de un puente vehicular fueron colgadas 10 personas, el jueves 18 de noviembre en el municipio de Cuauhtémoc, y en la noche de antier, en otro puente para automóviles en la comunidad de San José de Lourdes en Fresnillo, se descubrieron colgados -también-otros ocho cuerpos.
La víspera de la visita del mandatario, ocurrió el segundo hallazgo. Y los hechos son explicados por las autoridades policiacas y judiciales como una ola de violencia entre grupos criminales rivales.
Ante esas circunstancias apremiantes en materia de seguridad y estabilidad social en Zacatecas, López Obrador determinó acudir a la región con objeto de respaldar al gobernador David Monreal Ávila, y junto a su gabinete legal y ampliado desglosar el plan de apoyo, que además de garantizar el despliegue de un numeroso contingente de fuerzas armadas federales, contempla incidir en las causas de la violencia criminal que asola a la población.
En estos días, se ha registrado el abandono de las actividades de seguridad pública en nueve municipios, donde las policías de esas demarcaciones han dejado de laborar por temer a los grupos criminales. Pese a la presencia de soldados y elementos de la Guardia Nacional, el reclamo de la población es que en los caminos y carreteras que comunican a los estados de Aguascalientes, Jalisco, Durango, Nayarit y Nuevo León, por las noches, dominan los mafiosos.