Rosario Piedra Ibarra tomó protesta esta noche como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), entre manifestaciones de rechazo de senadores del PAN y de apoyo por parte de Morena, quienes subieron a la tribuna.
El senador panista Gustavo Madero fue uno de los primeros en subir a la tribuna y, durante la toma de protesta, se hizo de palabras con un senador de Morena. Ambos se jalonearon y terminaron empujando a la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, lo que desató una riña.
Previamente el Pleno del Senado rechazó cinco mociones de procedimiento para reponer la votación de la terna. En total se presentaron cinco mociones, tres de ellas presentadas desde el inicio de la sesión y dos más ya durante la discusión de las anteriores.
Tres mociones de procedimiento fueron presentadas por legisladores del PAN. La primera proponía dejar sin efectos la determinación sobre el resultado de la votación y reponer todo el procedimiento de elección de la titular de la CNDH; la segunda pedía no citar a Rosario Piedra Ibarra para rendir protesta, reponer el procedimiento de la elección, que la nueva votación fuera nominal, es decir, mediante tablero, y que se realizara ante fedatario público; la tercera, de Emilio Álvarez Icaza, solicitaba devolver la terna a comisiones.
Durante la discusión de esas tres mociones, el líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, presentó una cuarta para repetir la votación y el panista Julen Rementería una quinta, también para realizar nuevamente la votación.
La primera moción fue rechazada con 47 votos a favor y 72 en contra, la segunda fue desechada con 43 votos a favor y 77 en contra y la tercera también fue reprobada con 46 votos a favor y 73 en contra. La moción presentada por Monreal fue de igual manera rechazada con 46 votos a favor, 66 en contra y nueve abstenciones, mientras que la de Rementería fue desechada con 39 votos a favor, 68 en contra y dos abstenciones.
PRI, contra repetir la votación y a favor de devolver terna
Jorge Carlos Ramírez Marín expresó que el grupo parlamentario del PRI no votaría a favor de repetir la votación, pues se estaría cometiendo una ilegalidad al votar por cuarta vez una misma terna, por lo que sólo compartía devolver la terna a las comisiones unidas de Justicia y Derechos Humanos.
“Repetir la votación significaría por un lado legitimar lo que de origen no es legítimo, o segundo, hacer todavía más ilegal lo que ya habíamos empezado a hacer mal. En opinión del grupo parlamentario del PRI, no debe haber lugar a otra votación y el proceso de reponerse desde el principio como marcaba a ley y el acuerdo que tuvimos y firmamos todos los integrantes de la Junta de Coordinación Política”, afirmó.
“Qué poca madre”, dice Monreal
Al presentar su moción de procedimiento, Ricardo Monreal reprobó que se haya difundido un video acusándolo de haber votado dos veces durante la designación de la titular de la CNDH.
“A mí me ha sorprendido tanta violencia, yo mismo soy víctima de ello. El día del voto aquí, sin escrúpulos, sin pudor alguno, la derecha alteró un video acusándome de haber votado doble, qué poca madre quien lo hizo, qué poca vergüenza, que poca vergüenza (…) Ayer cené con un grupo de empresarios y me dijo, lo primero que me dijo fue: Ricardo, ¿por qué votaste doble?”, dijo.
De igual manera rechazó la propuesta del PAN de utilizar el tablero electrónico para una eventual nueva votación de la terna para la CNDH. “Para los que no recuerdan, en el Parlamento inglés, hacia 1913 había unos personajes a los que se les denominaba fustigadores, que eran los que revisaban la forma en que votaban. Es una vergüenza que tengas que exhibir tu voto frente a todos para demostrar a lealtad a un grupo o a un partido, nosotros no lo hacemos, no lo hacemos“, añadió.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.