A 11 años de su muerte, los restos de una mujer fueron velados esta mañana luego de ser encontrados en el interior de un taller mecánico ubicado en la colonia Fray Juan Antonio de Sobrevilla, del municipio de García.
Eva María Guerrero Cruz fue asesinada por su esposo, quien cegado por los celos y porque no dejaba de fumar, la asfixió y golpeó en la cabeza con una piedra; posteriormente sepultó el cuerpo en dicho lugar.
Para evitar que fuera involucrado en la desaparición de la mujer, Noé Ramírez Robles aseguró a sus familiares que ella había huido con otro hombre a Estados Unidos.
Tras lo anterior y para confirmar su versión, el homicida y esposo de Eva María, quien en ese entonces tenía 31 años, interpuso una demanda por abandono de hogar al dejar a sus tres hijos de 14, 12 y 6 años de edad.
La víctima permanecía desaparecida desde el pasado 18 de noviembre de 2003; posteriormente, el 20 de mayo, un hombre que rentaría el local realizó el hallazgo de la osamenta y dio aviso a las autoridades.
Tras realizar la investigación correspondiente, las pruebas de ADN confirmaron la identidad de Eva María.
Allegados a la familia aseguraron que tras la «desaparición», Noé Ramírez de 56 años se refugió en la iglesia, donde era maestro del coro.
Al conocer que todo había sido una mentira y que finalmente el cuerpo de su hermana había sido encontrado, José Ángel Guerrero exigió justicia.
«Exigimos todo el peso de la ley sobre mi cuñado, estamos muy indignados con esa persona porque nos mintió a toda la familia diciéndonos que se había ido con un trailero», mencionó.
Una vez entregados los restos de la mujer, familiares y amigos le brindan el último adiós en una capilla del municipio de García.
Mientras tanto, Noé Ramírez Robles permanece bajo investigación en la Procuraduría de Justicia del Estado.
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