Alfonso Ramírez Cuéllar, líder nacional de El Barzón, señaló que no permitirán que el asesinato del barzonista chihuahuense, Ismael Solorio Urrutia, y de su esposa, Manuela Martha Solís, quede impune. Asimismo, acusó la actitud “irresponsable” de las autoridades locales y federales que no han atendido los problemas en la región que la organización campesina ha denunciado, sobre la extracción excesiva e “ilegal” de agua y la instalación de una mina.
En entrevista con Noticias MVS primera emisión, el líder barzonista recapituló las denuncias que hicieron ante autoridades de Chihuahua y aseguró que firmaron “infinidad de minutas” para que se castigara a quienes sacaban agua “ilegalmente”, lo que impedía que el líquido llegara a las parcelas de los ejidatarios.
De estas “luchas” para garantizar que se actuara conforme a la ley participó Solorio Urrutia, recordó Ramírez Cuéllar. Señaló que desde enero tuvieron muchas reuniones con funcionarios estatales, federales y de la Comisión Nacional del Agua para denunciar que los menonitas extraían agua de forma “ilegal” con el conocimiento de las autoridades, además de que recibían subsidios de energía eléctrica.
A pesar de las denuncias de “abuso de los recursos naturales”, el gobierno del gobernador César Duarte fue “omiso”, acusó el líder campesino. En este contexto, al mediodía de ayer fue asesinado Solorio Urrutia junto con su esposa, en las inmediaciones de la región menonita en Chihuahua.
Víctor Quintana, asesor de organizaciones campesinas en Chihuahua, acusó que previo al crimen hubo un “clima de linchamiento” contra los líderes barzonistas, incluido Solorio Urrutia.
Quintana, quien participa en un plantón frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, instalado tras conocerse la noticia del doble homicidio, aseguró que en la entidad se intenta un “aplastamiento de la disidencia”.
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