La guerra sucia, campañas negras o de contraste no funcionaron el domingo pasado, pues a pesar de los ataques directos que les lanzaron y que incluyeron hasta la exhibición de su vida privada, los candidatos más mencionados como parte de esa embestida ganaron en las urnas.
Francisco García Cabeza de Vaca, acusado de ser parte del crimen organizado, y Miguel Ángel Yunes Linares, señalado como parte de una red de pederastas, ganaron las elecciones en Tamaulipas y Veracruz incluso con ventajas holgadas, como el primero, quien según los resultados preliminares se impuso con ventaja de 14 por ciento.
Publicaciones en el extranjero, documentos, fotografías, grabaciones de voz y videos difundidos en redes sociales, información enviada por mensajería instantánea y la presentación de testigos que daban cuenta de acusaciones directas contra los candidatos ganadores provocaron que este proceso electoral fuera considerado como el más profuso en campañas negras.
Pero el resultado electoral demostró que esas campañas de contraste, como también se conocen, no funcionaron para debilitar las preferencias electorales por los candidatos que resultaron ganadores.
Excelsior