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Salud y Bienestar

Hábitos festivos en comida y bebida pueden dañar la salud

Durante las posadas y demás fiestas decembrinas, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de su delegación en Chihuahua, invita a la ciudadanía a que aplique los tres pasos de la campaña nacional: “Chécate, Mídete, Muévete” y evite caer en excesos.
Esta campaña tiene por objetivo difundir medidas y hábitos saludables que buscan prevenir el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas. El doctor Ismael Rodríguez Chávez, coordinador auxiliar de Salud Pública del Seguro Social señaló que esta estrategia promueve el auto cuidado de la salud en base a tres ejes que hacen la analogía de un semáforo:
• Primer eje, color rojo, es Chécate: representa la alerta que invita al derechohabiente a acercarse al módulo PrevenIMSS para conocer su actual condición de salud.
• Segundo eje, color amarillo, Mídete: propone una alimentación balanceada y saludable, y que se procure disminuir el consumo de grasas, azúcar y sal.
• Tercer eje, color verde, Muévete: en el que se promueve la activación física como parte de la rutina diaria.
Sobre todo, en esta temporada en donde las personas tienen múltiples posadas con sus amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc, en las cuales lo habitual es cenar platillos de la temporada como pozole, carne, pavo, pure de papa, así como beber alcohol y otras bebidas con altos índices de azúcar, lo cual, en exceso, resulta nocivo para la salud.

Para reforzar estas consideraciones, el Seguro Social exhorta a sus derechohabientes a que acudan por lo menos una vez al año a los programas integrados de salud –PreveniMSS- aunque no se manifiesten molestias frecuentes. Para ello se cuenta en cada Unidad de Medicina Familiar (UMF) con módulos de atención preventiva integrada, donde atienden sin cita.

En la época decembrina es primordial que cada individuo tome conciencia de lo que puede hacer daño a su propio cuerpo, excesos en la comida, bebida y la falta de actividad física son aspectos que contribuyen al desarrollo de padecimientos en un futuro.

El IMSS invita a la población a no permitir que lo que pudieran ser festines de temporada se conviertan en hábitos alimenticios permanentes que a largo plazo van a mermar la calidad de vida.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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