Los ciclistas, originarios de Jalisco, habían sido declarados como desaparecidos desde el pasado 5 de agosto. Lo último que se supo de ellos es que disfrutaban de un día de playa en la Isla Blanca.
Familiares, amigos y compañeros localizaron el domingo los cuerpos sin vida de los ciclistas Rosendo Ibáñez y José Vicente Pérez, quienes estaban reportados como desaparecidos, desde el pasado 5 de agosto.
Los ciclistas, originarios de Jalisco, practicaban el senderismo en la zona de la Región 109, a la cual acudieron el día 4 de agosto. Lo último que se supo de ellos es que disfrutaban de un día de playa en la Isla Blanca, una zona de playas aún vírgenes donde se proyecta construir una nueva zona hotelera.
Al no regresar a sus respectivos domicilios, al día siguiente se reportó su desaparición e iniciaron los operativos de búsqueda.
El hallazgo se registró en el interior de un pozo en la Supermanzana 112, informó la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo. La Unidad de Desaparecidos de la Fiscalía General del Estado aplicó diversos métodos de rastreo en sitios potenciales para su localización, en la que participaron en diversas jornadas, elementos de la Policía Ministerial, peritos, la Guardia Nacional, Bomberos, Protección Civil, apoyados de caninos y tecnología .
No obstante, a pesar de que se trazaron y exploraron diversas posibles rutas y se descartó su presencia en áreas geográficas determinadas, la información aportada -hasta esos momentos- no fue suficiente para lograr la ubicación de las víctimas.
Ayer, tras el hallazgo, fue necesaria la intervención de personal de bomberos para el rescate de los cuerpos, los cuales fueron trasladados al Servicio Médico Forense para que fueran identificados por sus familiares ante las autoridades ministeriales
La necropsia y los estudios forenses determinarán la o las causas de la muerte de ambos ciclistas muerte y la fecha en que ocurrió.
Los atletas de 45 y 33 años de edad, según describieron los familiares, eran precavidos con las rutas que seguían, principalmente José Vicente Pérez, el mayor, pues practicaba este deporte de manera profesional.
Queman edificio por escasez de medicamentos para el VIH en Polanco
Integrantes de diversos colectivos vandalizan las instalaciones de la Secretaría de Salud, hoy en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, en la Ciudad de México. Créditos: EFE/ Isaac Esquivel
Personas con VIH quemaron el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) para denunciar la escasez de medicamentos.
Ciudad de México.- Activistas que viven con VIH quemaron este viernes, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el vestíbulo de la dependencia de la Secretaría de Salud mexicana, donde está el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) para denunciar la escasez de medicamentos.
Convocados por la organización VIHve Libre, que ofrece apoyo comunitario a personas con el virus, una decena de asistentes lanzaron piedras contra el edificio, ubicado en la colonia (barrio) Polanco de Ciudad de México, y pintaron sus cristales con proclamas como ‘El VIH no es un crimen’ o ‘Mi vida no es un puto juego’.
A la concentración también acudieron representantes de Infancias VIHsibles, una asociación que brinda soporte a niños con el virus y que trabaja para darles visibilidad.
Algunos manifestantes prendieron fuego a tres sofás en el vestíbulo debido a que, según fuentes de la organización convocante, no consiguieron hablar con la directora de Censida, Alethse de la Torre Rosas, pese al compromiso de un representante de la Secretaría de que así sería.
Acudieron agentes de la Policía y una dotación de los bomberos a apagar el incendio, que empezaba a afectar el techo de la primera planta.
«Visibilizar la negligencia» de Censida
«El objetivo de la concentración es visibilizar toda la negligencia y todo lo que no está haciendo Censida», explicó el director de VIHve Libre, Alaín Pinzón, en declaraciones a EFE.
Tachó a los funcionarios del órgano de «servidores públicos negligentes» que no están «haciendo nada» para abordar el VIH y el sida en México.
Entre otras, Pinzón denunció «la falta de prevención a nivel nacional» y que «el programa de PrEP (profilaxis pre-exposición) está totalmente en pañales en muchos estados», además del «desabasto de medicamento antirretroviral», una problemática que ha existido «siempre», pero que se agudizó a partir de 2019.
El activista advirtió que esto «se debe a que (el Gobierno) compra medicamento, pero no lo distribuye», pues «no hay una cadena de suministro completa».
«Lo que se puede arreglar con un medicamento todos los días a la misma hora se tiene que arreglar, en muchas ocasiones, con una hospitalización», lamentó.
Por otro lado, Pinzón catalogó de «parche» la propuesta de una superfarmacia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la que espera tener todos los medicamentos de la sanidad pública.
«¿Por qué hacer una superfarmacia y no llevar medicamento a las farmacias que ya existen? ¿Por qué en Ciudad de México?», se preguntó, pues hay otras zonas del país donde también hay un «desabasto importante», dijo.
A su vez, la fundadora de Infancias VIHsibles, Sara Zepeda, explicó a los medios que, «43 años después, se sigue creyendo que el VIH se concentra en las poblaciones de riesgo», cuando es un virus que puede afectar «a toda persona que ejerza su vida sexual».
Reclamó al Gobierno federal que se ofrezca a las personas embarazadas una prueba de detección del VIH o que se practique este test periódicamente a los niñas y niños, entre otras medidas para convertir la lucha contra el virus en una «prioridad».
Finalmente, Pinzón sostuvo que el «mayor reto» que tiene México por delante «es que las autoridades se pongan a trabajar y que nos vean como personas, no como una cifra».