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México

Hay 20 mil personas extraviadas, según cálculos oficiales

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de abril.- Cuántas son, quiénes son y porqué no están, sólo se sabe que están desaparecidas, y es que en nuestro país, no existe un número o estadística que permita saber cuántas personas están en esta condición en el país, aunque se calcula que podrían ser cerca de 20 mil.

“Las desapariciones en México sobrepasan cualquier conocimiento previo que tengamos del fenómeno de las desapariciones forzadas en el mundo, en el caso de México se rompe el molde que conocemos en Argentina, en Colombia, en Italia (por la respuesta del gobierno)”, explica en entrevista con Excélsior Juan López Villanueva, enlace de la organización civil Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (Fundem).

El martes pasado, la Secretaría de Gobernación (Segob) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Nueva Ley del Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas, en respuesta a las demandas de distintas organizaciones como el Fundem.

“La presente ley tiene por objeto establecer y regular la operación, funcionamiento y administración del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas. Sus disposiciones son de orden público y de observancia general en todo el territorio nacional”, reza el primer artículo de la legislación.

La operación de esta base de datos estará a cargo del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

“El registro va a contar con suficientes elementos de cada persona, registrada valga la redundancia, para poder hacer análisis de todo tipo, tanto por sexo de las personas, por los rangos de edad, por las características, digamos de su desempeño, su actividad económica, su región del país, la intención es que no sólo tengamos un registro, sino que el registro se convierta en instrumentos de información útil”, señaló José Óscar Vega Marín, secretario ejecutivo del SESNSP.

Sin embargo, las organizaciones civiles señalan que la autoridad no hace nada por buscar a los desaparecidos, aunque saludan la voluntad política para crear la base de datos como un comienzo.

“No vemos que esto se vaya a reflejar en dar con el paradero de las personas desaparecidas, porque tiene que ir de la mano con un trabajo de investigación del Ministerio Público y de las policías y no vemos una estructura previa, no conocemos de protocolos de investigación para personas desaparecidas, y menos aún conocemos protocolos de investigación para la búsqueda de personas vivas, reclamadas como desaparecidas”, subraya Juan López.

La base de datos sobre desaparecidos será administrada por el Centro Nacional de Información que depende del SNSP y recabará los datos en todo el país, como lo hace actualmente con la información sobre los índices criminales.

“Se trata de aprovechar la infraestructura de telecomunicaciones que hemos construido en todo el país con otras entidades federativas para otros temas, como Plataforma México y que tengamos un trabajo muy eficiente, si un ciudadano se acerca a una Procuraduría estatal a reportar una persona que no parece o que está perdida, que de inmediato esta información se alimente en la base de datos y pueda estar, incluso ya siendo utilizada por otras corporaciones para resolver este asunto de la manera más inmediata posible”, señala Vega Marín en entrevista con este diario.

De lo que se trata en determinado momento es que la información se difunda de manera inmediata en todo el país, buscando una mayor eficiencia de los cuerpos policíacos, pero además crear una base de datos que pueda generar herramientas de investigación sobre las características de los desaparecidos, sus edades, ocupaciones, que puedan llevar a identificar móviles sobre las desapariciones.

La ley contempla sanciones para los funcionarios que hagan mal uso de la información y la posibilidad de difundir la imagen y los datos de una persona desaparecida en los medios de comunicación y a través de mensajes de texto por medio de las empresas de telefonía móvil.

“La ley no contempla las graves deficiencias que existen en la procuración de justicia en torno a los primeros momentos cuando acontece una desaparición y da por sentado que el Ministerio Público va a hacer un trabajo limpio, profesional de asentar datos extremadamente importantes cuando lo que hemos observado omisiones deliberadas”, señala el representante del Fundem.

López Villanueva también critica la manera en que en determinado momento se pretende que sea la propia ciudadanía quien busque o ayude a localizar a los desaparecidos a través de la difusión en los medios de comunicación. Además, lamenta el activista, los representantes de las víctimas no fueron consultados para el proceso legislativo.

El Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas está en construcción, deberá estar listo en los próximos seis meses, ya que se ha comenzado a trabajar la sistematización de las bases de datos existentes en la PGR, SSP federal, las entidades federativas y las organizaciones civiles.

Igualmente se tendrá que elaborar un reglamento para la aplicación de la Ley, entre otras cuestiones técnicas, aunque de acuerdo con Vega Marín, no se empieza de cero y se tiene un objetivo claro que es el de apoyar a las familias de las personas extraviadas o desaparecidas, a través de una atención más eficiente.

Al mismo tiempo que se trata de fortalecer las capacidades de investigación de los estados y el gobierno federal en los casos de desaparición.

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México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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