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Héctor Elías Barraza Chávez: Decirme “Chapulín” es ignorar mi historia (completa)

Primeramente hablemos de la figura del Síndico, es reintegrada a la figura del ayuntamiento por un legislador perredista porque ya la habían desaparecido. Pero una cuestión definitiva es estudiar la capacidad del municipio para responder a las responsabilidades que adquiere.

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Doany Domínguez Ortiz

¿Quién es Héctor Elías Barraza Chávez?
Soy un hombre que he dedicado mi vida a servir a los demás como herencia de mis padres. Soy de Namiquipa, Chihuahua y desde que tengo memoria, mi padre era el solucionador y gestor de la comunidad en muchos aspectos; así que no lo robo, lo heredo. Con ese ejemplo y tradición en mi hogar, no me quedó de otra que repetir la historia y desde la tribuna, ciudadanamente. Creo que en la vida es mejor dar que recibir.
Soy empresario del ramo agropecuario, soy administrador de empresas y tengo siete semestres de la carrera de contador público. Cuento con un diplomado en administración municipal por el ITESM. Soy un hombre felizmente casado con Blanca, mi esposa; y tengo dos hijas, María Fernanda y Jaqueline.
He sido diputado local y federal. Actualmente soy Consejero Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dirigente de la Central Campesina Cardenista de Chihuahua.
Y con pasión y entrega me he dedicado a servirle al campo y a los trabajadores de él. He sido promotor de proyectos carreteros en Namiquipa para unirlo al municipio que me adoptó, que es Chihuahua. Desde programas de perforación de pozos, hasta electrificación; además de promover la consolidación de pequeñas empresas en la región, beneficiando a diferentes comunidades como Soto Máynez, Matachí, Buenaventura, entre muchas otras del estado.
A través de mis gestiones hemos logrado atraer recursos, trabajando en equipo, siempre buscando ir de la mano con otros proyectos para que la sinergia nos permita conseguir más, para más personas; por ejemplo la lucha que llevamos desde hace 20 años que desapareció Banrural, para que siga existiendo la posibilidad de créditos agrícolas a las zonas temporaleras. En este sexenio en particular, se ha visto el apoyo que hemos logrado articular con el gobernador César Duarte; pero en mi historia de vida, la búsqueda de apoyo para los campesinos es desde siempre.
También soy un hombre de izquierda, pero de una izquierda solidaria, corresponsable, propositiva, conciliadora, que construye, que trabaja en equipo. Por eso acepté ser candidato a síndico en una propuesta plural como la que hacemos en esta ocasión el PRD, con el PRI, el PANAL y el Verde Ecologista, y me parece que ese es el mensaje que envía mi candidatura: cuando los que piensan distinto se ponen de acuerdo, es una buena señal; una señal de que saben hacía dónde van.

¿Por qué administración de empresa siendo tan enfocado al agro?
Porque el problema del campo es justamente ese: sólo producimos; no transformamos los productos y por ende no sabemos administrarnos. Por eso estudié administración de empresas, como una búsqueda por las herramientas que me permitieran en lo personal facultarme para poder colaborar con otros precisamente en esa visión.
Actualmente a través de la cooperativa de la que formo parte, estamos buscando precisamente eso: engranar cadenas de valor que comiencen con el productor, pero que vinculen al que procesa el alimento; luego colaborar en la distribución y poder llegar finalmente a la tiendita de barrio, de la esquina, con un producto local, transformado y a buen precio (salsas, trucha, envasados, cajetas, tortillas de harina, frijoles cocidos, hasta cortes de carne baratos), para poder brindar esas fortalezas desde el campo, hasta la pequeña empresa que hoy está siendo aplastada por las grandes cadenas comerciales que precisamente vencen y quiebran a los pequeños tenderos por la cuestión de precio sobre volumen.
Así pues es como articulo mi conocimiento en la administración con el agro que es mi pasión.

¿Cuándo y porqué entra a la política y por qué del PRI al PRD?
Entré en política porque ciudadanamente era demasiado sufrido poder lograr las cosas. Desde la trinchera ciudadana logré aterrizar proyectos carreteros importantes para Namiquipa y la región, pero conforme fui creciendo empecé a darme cuenta de que se batalla horrores para lograr una sola acción.
Inicié hace 30 años en política, por una razón: Namiquipa es municipio colindante con Chihuahua, y aun así los que crecimos allá sabemos que para poder venir a estudiar a Chihuahua capital, o acudir a una clínica, por ejemplo, teníamos que pasar por Bachíniva, Cuauhtémoc, un pedacito de Riva Palacio y hasta Gran Morelos haciendo una herradura que representan costo, tiempo y hasta vidas humanas, cuando son municipios colindantes. Por ello coordinamos un esfuerzo ciudadano donde con mucho sufrimiento y organización se pudo acortar la distancia entre ambos municipios con aquella gestión.
Pero el hacer todo esto me dejó en claro la utilidad de la política para concretar las cosas que de forma ciudadana son casi imposibles, y entendí rápido que si la herramienta se usa bien, ayuda a muchos; entonces la usé.
Porque para mí eso es la política un medio para lograr un fin, y en esa medida soy congruente con mi ideología: ayudar lo más posible. Si para eso hay que estar en la política, estaremos en la política.
Así impulse la carretera Namiquipa – Chihuahua en una primera etapa y ya como diputado local se me facilitó Namiquipa – Cruces. Luego impulsé Cruces – Buenaventura, teniendo ya consolidado Soto Máynez a Ruiz Cortines. Después Ruiz Cortines – Matachí. Digamos que vinculé un esfuerzo que yo mismo realicé desde lo ciudadano, pero lo vi acelerarse y dar más resultados desde la aplicación del poder político.
Y el PRI fue el único partido que había en ese entonces, no había más oferta política en la región; además mi formación está basada en el cardenismo histórico, digamos que el ala izquierdosa del PRI me identifica con el ala centrada de la izquierda; lo que hizo que luego de incursionar del PRI llegara hasta un punto en donde ya no se me permitió participar y por afinidad ideológica con mi formación, me permitió hacer una transición casi lógica al PRD.
Pero yo no me fui del PRI con relaciones desgarras, por el contrario. La base del PRI que me conoce y me vio trabajar, aún se identifica conmigo de manera cálida y respetuosa y eso se ve justamente ahora en esta candidatura común, donde muchos de mis amigos y amigas me recuerdan y les parece magnífica la unión entre los proyectos de Javier Garfio y Héctor Barraza.

¿Qué les responde usted a quienes lo acusan de usar su interés y conocimiento en el campo para obtener beneficio propio, antes que de los que representa?
Que cuando uno está sujeto al escrutinio público recibe muchas opiniones en todos los sentidos, incluidas éstas; pero la gente que conoce mi historia y a mi familia, sabe que mi padre usaba la casa para servirle café a cuanta persona fuera a usar la clínica que nos tocó ahí en el Terrero; el fruto no cae muy lejos del árbol. En mi caso la cultura de la solidaridad no es un discurso, es la forma en que fui criado. A mi padre la gente lo quería mucho porque siempre ayudaba mucho y esa es la forma en que yo concibo el mundo: dar para crecer juntos.
En mi caso la cosa es muy sencilla, los programas que opero son generalmente federales y la aplicación de esos recursos son fiscalizados y documentados en procedimientos que deben dejar sin duda la aplicación y además la recuperación del capital; es decir, no puedo robarme aquello que ni siquiera toco. Todo lo que opero termina en las manos de los productores y son ellos mismos quienes mejor respaldan esto que estoy diciendo.
Además no me apura que lo digan, porque quienes lo hacen son los buenos para criticar pero que no tienen nada a la hora de los hechos. Sólo a los que hacemos se nos puede criticar, al único que no se le critica es al que no hace nada.

Usted fue diputado. Lo ha sido federal, local; es decir, ha sido parte del gobierno de este país en lo estatal y en lo nacional mientras ahora lo busca en lo municipal; y es el mismo gobierno, a través del INEGI, quien difundió la cifra de que casi el 60% de los mexicanos formamos parte de la clase baja. Con esa clase de medición, ¿cómo explica querer seguir usted en el gobierno, si los resultados no enriquecen, literalmente según INEGI, a quienes votan por usted?
Si en algo he empeñado mi esfuerzo en la política ha sido en esto, precisamente en que no nos empobrezcan más.
Y desde mi trinchera puedo decir que he sido de los que han dado la gran lucha por el tema del presupuesto, principalmente para el campo, y los pasados doce años fueron catastróficos para los resultados, como éste que ahora mide el INEGI.
El nuevo modelo neoliberal ha hecho que se polarice la riqueza y la pobreza, falta de equilibrios. Como en el poder redistributivo que debe tener el estado, que simplemente se abandonó en estos doce años. Felipe Calderón lo dijo y lo dijo bien: en este país las grandes empresas no pagan impuestos. ¿Y qué hizo Felipe Calderón para que los pagaran? Nada.
En eso yo sí he sido enfático, mi trayectoria está basada precisamente en este tema, que es el que más he peleado, el que de forma aguerrida he defendido. Es decir, no me opongo a unas finanzas sanas ni a una macroeconomía sólida con 170 mil millones en reserva, pero creo que si tuviéramos 20 millones menos de pobres, aunque tuviéramos 50 mil millones de reserva, seríamos un mejor país.
A los que votarán por mí les garantizo precisamente eso: que la misma forma aguerrida que he mantenido en el congreso federal y local por no dejar que nos quiten un solo peso en los temas coyunturales, será como lo defienda ahora desde el ayuntamiento.

Hoy usted busca el voto para ser síndico en la administración municipal. Pero en su larga experiencia política ahora mismo es usted también diputado con licencia, y como parte importante para nutrir el conocimiento ciudadano de la calidad de un político, se tiene que indagar en su pasado legislativo, por ejemplo, en su caso. Menciono esto como antesala a dos preguntas que nos pueden dar como ciudadanos, certidumbre sobre su desempeño, para decidir emitir nuestro sufragio a su favor o no.

El costo de los asesores de los diputados es altísimo, y sirve para cubrir las carencias o falta de experiencia de los diputados. ¿Usted nos costó caro por su sueldo y el de sus asesores? ¿O fue capaz de no de depender de ellos y lograr al final de su periodo entregar leyes articuladas y en marcha sin que sean trabajo de sus asesores? De ser así, ¿qué leyes son las que dejó ya implementadas?
La primera vez que fui diputado propuse muchísimas iniciativas y me di cuenta de que ninguna fue más allá. Pagué el precio de la novatez. Ya aprendí que gran parte del trabajo legislativo tiene que ver con los acuerdos, porque la vez pasada no tuve éxito; por ejemplo, la reglamentación de las casas de empeño, no fue para ninguna parte; sin embargo, está el caso de ocho mil créditos en cartera vencida que logramos que se fueran a fondos perdidos, con un recurso de fundación Banamex; es decir, he aprendido que en acuerdo se logra mucho más que en lo individual.
Pero en concreto trabajé en todas las reformas del código penal, promoví un acuerdo para que se destinaran mil millones de pesos para Juárez; respecto a la Ley de ingresos, orienté el tema de la conducción de los recursos excedentes de la bursatilización del impuesto sobre nómina, para que se aplique al campo dada la experiencia pasada con los excedentes de la bursatilización carretera que en dos ocasiones dejó remanentes muy importantes.
Pero respecto al costo de los asesores que dices son caros, no es así. Los asesores están ahí para traducir en lenguaje jurídico al legislador que quizá sabe mucho de la cuestión el campo, o que es ama de casa, o un joven, quienes quizá no tienen el conocimiento legal para traducir lo que ellos conocen y saben bien, en lenguaje jurídico. Pero esa ama de casa, ese joven, ese campesino sí son representantes populares, que requieren sólo el apoyo para lo legal; así que no es caro pagar ese precio por tener una verdadera representatividad en el Congreso.

En una visión de un Chihuahua mejor, menos legisladores mejor capacitados harían no sólo la misma cantidad de leyes, sino mejores leyes. ¿Estaría usted de acuerdo en reducir la carga al erario disminuyendo el número de diputados, obligando a los partidos a tener menos pero mejores?
Yo siempre estaré a favor de la profesionalización, pero no de su reducción porque eso implicaría sesgar la verdadera representación de la población.
Es como lo que preguntabas ahorita sobre lo caro de los asesores. En este tema es igual, deben estar más capacitados los legisladores: sí. Pero no deben ser menos.
Es el caso de los plurinominales, también son necesarios para poder tener una representación proporcional real.
Además el Congreso de Chihuahua es de los más baratos del país. En las dos veces que yo he sido diputado local, por poner un ejemplo, no se ha aumentado un solo peso al sueldo de los legisladores.

La oferta política de los candidatos a todos los puestos, sean alcaldes, diputados o como en su caso, síndicos, abundan en qués, que además son los mismos de siempre, pero adolecen de cómos. ¿Eso es por la falta de preparación o por ignorancia?
Finalmente es lo mismo: falta de experiencia, pero la contraparte entonces es el clásico ‘chapulinazo’; es decir, las caras nuevas carecen de cómos porque estarán en la capacidad de aprender a hacerlo desde el gobierno una vez que sean parte de él, pero los que tenemos la experiencia y los cómos, entonces somos los chapulines; desde ahí la concepción de la labor política debe ser de carrera. Se necesita la experiencia para poder gobernar mejor, desde el área que sea, ejecutiva, legislativa y sin duda judicial. Es como querer un buen maestro, pero castigarlo o señalarle que haga carrera en el magisterio, o a un servidor público; aquí están criticando que nadie nazca sabiendo, y no se vale.
Aquel que dice que Héctor Barraza es un “Chapulín” es porque no conoce mi historia. Yo desde la política o desde el PRD siempre voy a ayudar, pero si la política y el PRD se acaban, yo seguiré ayudando a la gente desde donde pueda porque esa es mi vocación de vida.

¿Cómo logrará, si va en fórmula con el PRI, que la ciudadanía crea en usted y su adhesión como un verdadero contrapeso para la observancia y escrúpulo a la hora de auditar los gastos del municipio?
Hoy me preguntaban eso en una colonia y respondí que desde mi curul me he opuesto rotundamente a la opción de comprar un nuevo edificio del Congreso del Estado para el que se querían gastar 900 millones de pesos, donde definitivamente me opuse con todo. Tengo muchos más ejemplos, pero ¿a quién se le ocurría con tantos temas (inseguridad, desempleo, sequía, etc.) siquiera poner un nuevo edificio que es totalmente innecesario?
De igual manera seré recto y firme en el tema de la señalización. De eso que no le quede duda a nadie.

Hoy por hoy, sin ser privativo del municipio de Chihuahua, pero siendo situación compartida con otros municipios, hay adeudos a proveedores; varios dicen que desde hace meses. Sin duda este tema tiene que ver con la fiscalización del síndico. Y es una problemática que se repite trienio tras trienio, con gobiernos de todos los colores.

De ser electo Héctor Barraza como síndico, ¿una situación como la actual, que termina afectando a ciudadanos finalmente, existirá o por el contrario, se evitará? ¿Qué le dice a los que votarán por usted?

Primeramente hablemos de la figura del Síndico, es reintegrada a la figura del ayuntamiento por un legislador perredista porque ya la habían desaparecido. Pero una cuestión definitiva es estudiar la capacidad del municipio para responder a las responsabilidades que adquiere.
Si queremos obras de calidad, programadas a tiempo, que no estorben para la ciudadanía, hay corresponsabilidad en el síndico el estudio de esas cuestiones.
Son detalles que aprendí cuando estábamos construyendo caminos, como ya comenté. Yo no tengo problemas con las deudas, pero sí tengo mucho problema con que no se paguen en tiempo y forma. Lo malo no es deber, sino no tener suficiente tiempo para pagar; y en ese sentido mi sindicatura cuidará precisamente que no se ahorque el municipio por tema de falta de visión.

¿Qué otras garantías tendrá la ciudadanía chihuahuense si decide votar por usted?
Yo por eso creo que la sindicatura honoraria es algo que debe implementarse en nuestro proyecto de trabajo, justamente para empoderar y capacitar a ese liderazgo natural que está ahí en el personaje de la colonia que está al pendiente del patrimonio del municipio, pero también de sus vecinos. Ése es el síndico por naturaleza del que debemos echar mano para facilitarnos las cosas.
Un joven universitario o una ama de casa que se preocupan por la seguridad, la falta del alumbrado, que los jueguitos del parque no sirven, falta de agua, o una fuga; esas personas las podemos acercar y capacitarlas en un convenio con las universidades, igualmente con las auditorias Superior del Estado, y de la Federación, con la Secretaria de la Contraloría de Gobierno del Estado, con la Secretaria de la Función Pública; para que entiendan el proceso de cuidar el patrimonio municipal, entendiendo hasta dónde llega la responsabilidad municipal y documentar adecuadamente lo que ellos encuentren y, finalmente, podamos subirlo al nivel de resolución en los diversos temas.
Otro tema que propongo es la articulación del síndico honorario gremial. Aquel que represente un colegio a profesionistas (contadores, ingenieros, abogados, etc.) para que entonces se vea el tema de alguna obra desde una perspectiva grupal por focos de interés.
Asimismo creo que hay que trabajar con la Asociación Nacional de Síndicos. Debemos fortalecer la figura del síndico, porque sólo Chihuahua y Nayarit tienen la posibilidad de ser electos, por ejemplo, pero debemos usar los mismos parámetros en la facultación del papel del síndico, para que tenga más peso sus señalamientos y fuerza para poder detener o impulsar lo conducente en la construcción de un mejor Chihuahua.

@Doany

Fuente: El Heraldo de Chihuahua

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Georgina Ledezma vende pulseras hechas a mano. Alumna del CAM 7507

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Alumna del CAM 7507 del grupo de proyectos productivos, Georgina Kanakoqui Ledezma de 18 años de edad, joven alegre, entusiasta y trabajadora, con grandes habilidades para estar en un ambiente de trabajo, solicita el apoyo de la comunidad en general para que adquieran pulseras elaboradas con sus propias manos.

 


Bajo la asesoría y acompañamiento de la maestra Gabriela Rivero, en cuyas clases se desarrollan habilidades laborales con la finalidad de auto emplearse y/o realizar prácticas en ambientes reales, fue donde se gestó este emprendedurismo por parte de Georgina en la que de realizarlas como pasatiempo surgió la idea de ponerlas a la venta para generar sus propios ingresos como incentivo además, para que ella se sienta autónoma y feliz ya que debido a su delicada situación de salud no puede ejercer dentro de una empresa.
Este caso de éxito en la elaboración y convencimiento de producir artículos para su venta forma parte de los objetivos de nivel de formación para la vida adulta del CAM 7507 donde las maestras Ivone Santiago y Lydia Stirk del grupo de prácticas Laborales dan seguimiento puntual a todo su estudiantado.
Las pulseras de la joven Kanakoqui Ledezma estarán en venta en el restaurante “MAYÓLICA” ubicado en Blvd. Antonio Ortiz Mena 2033 Colonia Campestre-Lomas con un costo de $30 pesos.

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