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Héctor Suárez, el mago de la comedia

 

CIUDAD DE MÉXICO, 12 de marzo.- Héctor Suárez es una leyenda que podría vivir de la fama que durante más de cinco décadas ha construido en teatro, cine y televisión, pero su espíritu guerrero, combativo y sus ambiciones artísticas le impiden pensar en el retiro.

Por el contrario, siempre está abierto a escuchar propuestas, apoyar nuevas generaciones de creadores y a involucrarse en proyectos novedosos, como sucedió con la serie El albergue, que a partir de hoy se podrá ver por la señal de Cadenatres.

“En mis 53 años de actor nunca he antepuesto el dinero a un proyecto, siempre va primero la pasión. Aunque debo decir sí soy bravo para cobrar, porque cobro y fuerte, pero también respondo igual”, señaló el histrión durante una charla con Función, en la que recuerda las “casualidades” que lo convirtieron en actor.

Y es que una noche de 1958, mientras estaba en su casa de la colonia Obrera repasando sus lecciones de Arquitectura, ayudó a la novia de su hermano Sergio a ensayar una escena de la obra Enterrar a los muertos,de Irvin Shaw, la cual ella debería aprender porque estudiaba actuación en el Instituto Andrés Soler.

La joven quedó tan impresionada por el talento de Suárez que le aconsejó cambiar de profesión de inmediato, a lo que él respondió con un divertido: “¡No mames!”

Ella, convencida de lo que había descubierto en esa habitación, insistió durante meses para que la acompañara a una clase con Carlos Ancira, con la condición de que si no le gustaba lo dejaría de molestar.

Después de varios meses y para quitársela de encima, Suárez decidió acudir a una clase en calidad de oyente.

“Entonces pasó algo extraordinario, fue como magia o alquimia”, narra el creador de los programas ¿Qué nos pasa? y La cosa.

“Me apasionó tanto la clase que cambió mi metabolismo, me entró fiebre y a los dos días dejé la arquitectura para dedicarme con toda la pasión y todo el amor a esta carrera”, recordó Suárez.

Afortunadamente, ese amor por el arte dramático y por otras ramas de la profesión que también ha explorado, como el guionismo o la producción, sigue intacto.

“Siempre he sido así de apasionado, me emociona la vida, soy un hombre que ama la vida. Siempre he conseguido todo lo que me he propuesto, incluso desde niño.

“Materializo las cosas, lo invisible lo hago visible. ¡Soy un alquimista!, ¡un mago!, un vendedor de asombro, por eso me encanta esta carrera”, señaló mientras alzaba las manos, como si de entre ellas fuera a aparecer un conejo.

Tributo a la comedia mexicana

El próximo “acto” de este entrañable mago se titula El albergue, y es un homenaje a la comedia mexicana y está listo para transmitirse de lunes a viernes por el Canal 28 de TV abierta y 128 de Sky y Cablevisión.

“Estamos manejando la comedia de otra manera y no le tenemos miedo a nada.

“Es el absurdo llevado al máximo a través de una familia mexicana: la locura, la falta de comunicación, la ambición, el fracaso y la frustración vista desde el humor.”

Además de la amistad que lo une a Gustavo Loza, creador y director del serial, Suárez aceptó unirse al proyecto por los personajes con los que comparte escena (María Rojo, Anabel Ferreira, Héctor Jiménez y Ricardo Polanco, entre otros) y por el rescate que harán del lenguaje coloquial.

“Tenemos un lenguaje florido, hermoso, profundo, poético, lleno de malicia, de doble sentido, de albur y picardía. No puede ser que nos sigamos asustando con mojigaterías para usarlo. Todos los pueblos utilizan su lenguaje y su idiosincrasia.”

Suárez, talento y profesionalismo

Al mismo tiempo, Héctor continúa con sus proyectos en Estados Unidos (un reality y un sitcom), donde sigue dando muestras de su talento y profesionalismo.

“Está mal que lo diga, pero soy un profesional, mi trabajo lo hago con toda la pasión y seriedad absoluta, algo que me ha traído problemas porque ha sido mal interpretado, dicen que soy un actor incómodo y problemático.

“Cuando dirijo y produzco soy un Führer, muy severo conmigo y con la gente, porque soy un maldito perfeccionista”, agregó el actor nacido en el DF, en 1938.

Como él dice: “estoy más allá del bien y del mal”, por eso se dio el lujo de ser el patiño de Héctor Jiménez en la película Suave patria,protagonizada por Omar Chaparro y Adrián Uribe.

“Soy congruente con mi manera de pensar. Defiendo mi libertad y mi dignidad a como dé lugar.
Sea con quien sea. Me ha costado muchos disgustos, pero la gente me ve con respeto.”

Para el actor hay algo que disfruta más que nada en este mundo (incluso más que la actuación): el cariño de sus hijos.

“Cuando despierta mi nena de seis meses me puedo volver loco de amor y felicidad, es cuando me siento pleno.

“También ver a mi mujer, a mi hijo Rodrigo y a Héctor, al cual no paro de hablarle a diario para decirle que lo amo, que lo quiero y que estoy orgulloso de él.

“Amo la vida y me siento ligado al Dios del universo, porque estoy conectado con él. La felicidad es una decisión que tú tomas y tenemos que ir por ella, pelearla y lo demás vendrá por añadidura”, finalizó con una enorme sonrisa en el rostro.

Del actor

Actor y productor de televisión.

Más de cinco décadas de trayectoria.

Nació en la Ciudad de México, en 1938.

Inició su carrera como actor en 1958, en el llamado Teatro Clásico, en un grupo dirigido por Carlos Ancira, su maestro, junto a Virma González, Alfonso Arau, Héctor Ortega, Susana Alexander y Beatriz Sheridan.

En sus inicios como actor participó en obras de Shakespeare, Kafka, Ionesco y Stemberg.

Teatro:

La idiota de Achard (1961).

Juguemos al amor (1963).

Silencio hospital, hombres trabajando (1966).

El canto de las sirenas (1968).

Los asesinos ciegos (1969).

La jaula de las locas (1975).

Televisión:

Variedades de mediodía (1959).

Chucherías  (1960).

Domingos Herdez  (1962).

La cosquilla (1970).

Sábado loco, loco (1981).

El derecho de nacer (1981 ).

¿Qué nos pasa? (1985).

La cosa (1991).

¿Qué nos pasa? (1998).

Velo de novia (2003).

Mujeres asesinas (2008).

Cine:

Trampas de amor (1968).

Mecánica nacional (1971).

De qué color es el viento (1973).

México, México, ra, ra, ra (1976).

Picardía Mexicana (1978).

Lagunilla mi barrio (1981).

El mil usos (1981 y 1984).

Atlético San Pancho (2001).

Al otro lado (2004).

Suave patria (2012).

¿Dónde verlo?

El albergue

Estreno: hoy a las 20:00 horas.

Serie de comedia.

Elenco: María Rojo, Héctor Suárez, Anabel Ferreira, Héctor Jiménez y Ricardo Polanco, entre otros.

Horario: de lunes a viernes de 20:00 a 21:00.

Señal: Cadenatres (Canal 28 de TV abierta y 128 de Sky y Cablevisión).

Su personaje en El albergue:

Liborio es un sesentón casado desde hace más de 30 años con Esperanza. Padre de Arnulfo, Ampolla y Búlgaro Antonio; abuelo de El Rémora. Seudo actor de escenas de acción desempleado, que pasa la vida ensayando los papeles que jamás le darán y termina ganándose la vida como extra. Le pone el “cuerno” a su mujer con Vanessa, una chica 30 años más joven.

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Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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