Conecta con nosotros

Opinión

LA FALTA DE AGUA POTABLE, UNA INJUSTICIA SOCIAL Por Antonio Escamilla Meza

Según una fuente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), el sábado 30 de junio, un día anterior a la jornada electoral para elegir a los futuros presidente de México, diputados federales y senadores, la Fiscalía Especial para los Delitos Electorales (FEPADE) “ordenó” la suspensión del suministro de agua en pipas que realiza la propia Junta, muchas veces de manera deficiente, con el argumento de que con dicho suministro se hacía proselitismo político a favor de un partido o candidato. El resultado de tan irracional como injusta orden fue que se dejó sin el vital líquido a miles de familias humildes que habitan en aquellas colonias marginadas, que no cuentan con sistemas de agua potable y que, por tanto, dependen de esa clase de suministro de agua, para “satisfacer” sus mínimas necesidades de sanidad y limpieza.

Los medios de comunicación han dado cuenta, últimamente, de dos “secuestros” de carros cisternas, por parte de vecinos desesperados debido a la falta de agua e indignados por la falta de palabra de los funcionarios de la JMAS, quienes se comprometen a regularizar el servicio de las pipas de agua, mínimamente dos veces por semana y que reiteradamente incumplen. Tal fue el caso de los habitantes de las colonias Ampliación 11 de Febrero, colonia precarista que no cuenta con agua entubada y Vistas del Cerro Grande, que sí cuenta con tubería, que los usuarios cuentan con sus contratos, que sí pagan los recibos que puntualmente les manda la JMAS, pero que llevaban más de un mes y medio sin una gota de agua; estos hechos no son casuales, constituyen la punta del iceberg de una inconformidad más amplia y profunda que se anida entre miles de vecinos que están, literalmente, a la caza de las pipas.

Para quienes viven en colonias como las antes mencionadas, es bastante conocido el hecho de que muchos “piperos”, quizá porque no reciben buenos sueldos, surten el agua, preferentemente y con buenos tratos, a quienes se disponen a pagar por el servicio, dejando para después y con trato despótico, en el mejor de los casos, a quienes no se prestan para fomentar la corrupción o de plano no tienen ni para comer, no obstante lo dicho por las autoridades respecto a la gratuidad del servicio.

Vivir en estas colonias sin servicios es una verdadera hazaña, un tormentoso calvario; pero los ciudadanos que ahí viven no lo hacen porque les haya parecido la mejor opción, sino porque era la única al alcance de sus posibilidades. No viven ahí por gusto, sino por estricta y elemental necesidad.

Y lograr llamar la atención de las autoridades para abatir el rezago social en estas humildes colonias, resulta tan difícil como hacerse escuchar por los dioses del Olimpo, sobre todo si se es ajeno a la nobleza.

Cuando se llevan a cabo las costosísimas campañas políticas, los candidatos de todos los partidos políticos, para lograr que la gente vote por ellos, se ven obligados a recorrer dichas colonias, y sólo así se dan cuenta de la falta de justicia de que son víctimas miles de ciudadanos; todos ellos se comprometen a remediar la situación, siempre y cuando el voto generoso de los ciudadanos les sea favorable. En estas colonias una de tantas promesas que hacen es solucionar el problema de la falta de agua potable. Pero, ¿qué sucede en los hechos? Los que no se ven favorecidos en las urnas, desaparecen súbitamente, pensando que, como no llegaron al cargo, nada pueden hacer. Y los que ganan, salvo honrosas excepciones, sencillamente se olvidan de lo que prometieron, y con una serie de argumentaciones técnicas y de insuficiencia presupuestal, que realmente oculta su falta de solidaridad humana, su insensibilidad política y su falta de palabra, sencillamente niegan los recursos necesarios para introducir el agua y otros servicios. No conciben que la gente humilde merezca inversiones “cuantiosas” para mejorar sus condiciones de vida. Para muchos gobernantes no es rentable invertir en colonias pobres, menos si son irregulares, aunque ahí vivan seres humanos que padezcan sed, insalubridad, ignorancia, miseria. Y la historia se repite trienio tras trienio, sexenio tras sexenio.

Ante tan terrible situación, a los vecinos de estas colonias olvidadas, no les queda otro camino más que organizarse y luchar, ley en mano, para exigir y conquistar realmente su derecho a una vivienda digna. No sólo para conseguir que cada dos veces por semana el gobierno surta de agua a través del sistema en pipas, esta medida es tan sólo un paliativo, una simple aspirina para una insoportable migraña, sino para conseguir la construcción de sistemas integrales de agua potable, con sus propias fuentes de abastecimiento, líneas de conducción, tanques de almacenamiento, líneas de distribución, tomas domiciliarias y hasta cisternas y depósitos familiares,

Y como no se trata sólo de contemplar el mundo, como no se resuelve nada con simples lamentos, consejos y/o recomendaciones, el antorchismo en México, desde su fundación, hace más de 38 años, ha encabezado la lucha de miles de familias humildes y trabajadoras por una vida mejor; en particular, se ha puesto al frente de la lucha por la introducción del agua potable en un sinnúmero de colonias populares y comunidades rurales, a todo lo largo y ancho del país, incluyendo desde luego al Estado más grande del territorio nacional, que es la tierra de los esforzados chihuahuenses. Los antorchistas hemos puesto en infinidad de casos demostrables el elemento sin el cual muchos centros de población empobrecidos y marginados jamás hubieran conquistado su derecho universal al agua potable, a saber: La participación organizada de los ciudadanos, basada en la razón para demostrar lo justo de la demanda y para evidenciar lo irracional que resulta la negativa para atenderla; basada en la fuerza que da la unión de los futuros beneficiarios; basada en la tenacidad y verticalidad de los representantes comunitarios; y basada en los derechos de asociación, petición y manifestación que se estipulan en la legislación mexicana.

La participación organizada significa constituir un grupo de vecinos que esté dispuesto a reunirse periódicamente, tantas veces como lo demanden las circunstancias de la lucha, nombrar un comité representativo, realizar, entregar y perseguir la solicitud, contribuir para que se reúnan todos y cada uno de los requisitos que exija la autoridad respectiva (censos de beneficiarios, croquis de localización, proyecto, presupuesto, permisos, etc.), intervenir en tantas y cuantas mesas de trabajo se necesite para demostrar la justeza y viabilidad de la demanda, cooperar para sufragar los gastos de las comisiones y aportar económicamente como beneficiarios la aportación correspondiente para la realización de la obra y del contrato del servicio. La participación organizada de los ciudadanos, consiste, además, y sobre todo cuando los funcionarios públicos se niegan a resolver esta demanda de elemental justicia social, en la realización de movilizaciones populares, que van desde comisiones pequeñas hasta mítines, marchas y plantones, en donde los futuros beneficiarios participan activamente. Esta participación organizada ha traído como consecuencia resultados que han beneficiado y siguen beneficiando a miles de familias humildes.

Pruebas al canto son las colonias populares fundadas por el Movimiento Antorchista, cuyos vecinos no se conformaron con obtener su terreno y edificar una modesta vivienda sino que lucharon organizadamente para introducir los servicios públicos como el agua potable. Me refiero, por citar algunos ejemplos, a casos como las colonias Clara Córdova Morán, Renovación de Iturbide, Jardines de Sacramento, Vista Cerro Grande, de la capital; Lázaro Cárdenas y Tierra de Encuentro en Jiménez; Laderas del Norte y Emiliano J. Laing en Delicias; Juanita Luna y Plutarco Elías Calles, en Ciudad Juárez; entre otras.

Escribe tu comentario

Comentarios

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Opinión

4 de Junio: Dos visiones de país. Por Caleb Ordoñez T.

A unos cuantos días de las elecciones en Estado de México y Coahuila, el panorama deslumbra el triunfo de Morena en el Estado más poblado del país con capacidad de votar. Mientras que el PRI mantendría el norteño estado fronterizo.

Caleb Ordóñez T.

Durante meses, ambas elecciones han acaparado la atención de la política mexicana. Todas las encuestas serias ponen muy encima a la maestra Delfina Gómez para alcanzar la tan ansiada gubernatura para el morenismo. Estamos hablando de casi 13 millones de electores en el Estado de México. Muy por encima de los escasos 2.3 millones de coahuilenses que integran el padrón electoral.

Los contrastes en México han quedado evidenciado en ambas elecciones. En el Edo. De México se mostró un poderoso músculo federal. El puño del presidente López Obrador se ha ejercido de forma aplastante. Primero, eligiendo a su candidata favorita sin importar los malos resultados que tuvo en su anterior aventura como candidata. Segundo, inmovilizando al gobernador priísta Alfredo del Mazo, quien aseguran, se ha pronunciado a favor de Morena en sus círculos más cercanos. Y como tercera manifestación, el presidente ha enviado a los operadores más efectivos del país para arropar la candidatura de su partido.

Esto, combinado con la inclinación del mini partido Movimiento Ciudadano en contra del PRI, ha ocasionado una “cargada” que tiene a Delfina, según algunos sondeos, hasta 25 puntos o más por encima de Alejandra del Moral.

Se ha repetido desde años atrás, el presidente debía ganar sí o sí el Estado de México a fin de perpetuar su régimen. Costara lo que costara, parece que el próximo 4 de Junio, podrá celebrar una victoria trascendental para su movimiento y legado electoral.

La rebeldía norteña…

LEER COMPLETO

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo

Opinión

El despertar de la derecha en México. Por Caleb Ordóñez T.

Hace apenas unos pocos años, la palabra “populismo” era utilizada diariamente para denostar a los politicos que tenían los más saltos índices de aprobación.

Caleb Ordóñez T.

No importaba si se tratara de izquierdas o conservadores. La tendencia populista fascinaba a los ciudadanos, ya fuera en Brasil, Venezuela o Estados Unidos.

Pero el término perdió fuerza cuando un contencioso López Obrador, identificado con el socialismo latinoamericano, se aliaba a un flagrante conservador republicano, Donald Trump. Ambos, con tintes ideológicos totalmente contrarios y pertenecientes a espectros contrarios en tableros políticos.

Sin embargo, a estos dos los unió aquella mitología de que “dos polos contrarios se atraen”.

La -sincera- amistad entre Andrés Manuel y Donald Trump, se convirtió en la más grande extrañeza que sufrieron aquellos que votaron por el morenista -quien en ocasiones decía ser admirador del ateo “Che” Guevara y al otro día, presumir ser cristiano y fiel seguidor de Jesucristo-.

No había manera de defender tan desconcertante alianza con el hombre que más ha buscado desprestigiar el honor de nuestra patria y la de nuestros paisanos en tierras norteamericanas.

LEER COMPLETO AQUÍ 

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo

Opinión

¿Por qué contra la Suprema Corte? | Caleb Ordoñez T.

Los desencuentros entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el presidente López Obrador han sido constantes durante los últimos meses. Pero quizá la declaración de guerra total provino con la anulación de la primera parte del “Plan B”. Una disposición creada por la bancada morenista desde el Congreso de la Unión, pero que ni siquiera fue discutida en debates del pleno. Además de que la reunión extraordinaria no fue convocada con 24 horas de antelación. Y otras fallas legislativas.

Los ministros de la Suprema son los nuevos enemigos públicos del presidente, quien busca desprestigiarlos diariamente.

Este tipo de enfrentamientos políticos son una afrenta cotidiana en las ruedas de prensa mañaneras, cuando el tabasqueño tiene rivales de moda. Sin embargo, esta pelea se vislumbra larga y tediosa.

Es clara la intención de López Obrador por echarle montón con sus millones de fieles, a los ministros.

Les busca pegar donde más cala a los mexicanos: los excesivos sueldos. El pasado 11 de mayo el tabasqueño se lanzó de lleno con ese tema: “Sueldos muy superiores al del presidente de la República: casi 300,000 pesos mensuales cada ministro. Yo gano la mitad de eso”, exhibió López Obrador. Luego criticó que los funcionarios recibieron el año pasado 588,000 pesos, sólo por aguinaldos, así como otros 10 privilegios económicos.

LEER EL TEXTO COMPLETO 

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo

Opinión

México, la moneda de cambio. Por Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordóñez T.

Caleb Ordoñez Talavera

Un desangelado y débil Joe Biden ha lanzado su candidatura a la reelección como presidente de Estados Unidos en el 2024.

Frágil y demacrado, el demócrata sufre los peores índices de desaprobación, que han caído hasta el 62%.

Aunque tiene el apoyo total del líder moral demócrata Barack Obama, Biden sufre una franca resistencia de los más jóvenes para perpetuar su régimen.

Una -muy- anticipada decisión por buscar la reelección, solo demuestra que busca jugar con los tiempos a fin de primeramente, recuperar la simpatía de sus propios compañeros de partido, para intentar enmendar errores de imagen y determinaciones equívocas, como la de enjuiciar débilmente a su némesis Donald Trump, haciéndolo crecer abruptamente en las encuestas.

El electorado en Estados Unidos concuerda en que es necesaria la presencia de nuevos rostros que refresquen la política. Pero una épica revancha entre Trump y Biden, es casi inminente para noviembre del 2024.

Gerontocracia gringa.

Si su salud se lo permite, Biden será el candidato mas longevo en buscar una reelección en la historia. A sus 80 años de edad, presume que el 81% de los demócratas no quieren ver regresar a Trump, quien es tan sólo cuatro años más joven que él.

El escenario pinta una disputa de los liderazgos “más antiguos” de cada partido, lo cual podría ocasionar un choque de trenes generacional.

A pesar de la histórica participación global de los jóvenes demócratas en política a través de movimientos populares como “black live matters” o “anti-trump”, ningún perfil menor de 50 años tiene arraigo suficiente para tomar la estafeta, por lo cual se predice que la política norteamericana podría estar condenada a vivir una corriente muy longeva de al menos, 12 años más. Joe Biden será candidato porque los demócratas no tienen una banca profunda de candidatos viables.

Para los detractores de Biden, los resultados de su gobierno son tan nulos como…

LEER COMPLETO AQUÍ 

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad

Más visto