Rafael Caro Quintero, nació el 3 de octubre de 1952 en La Noria Badiraguato Sinaloa.
Fundó el Cártel de Guadalajara, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo » Don Neto». Durante los 80 fue conocido como el “Narco de Narcos”.
Fue detenido en Costa Rica el 4 de abril de 1985 a petición de las autoridades mexicanas, al ser relacionado con el asesinato del Agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y de su piloto Alfredo Avelar.
Junto con Caro Quintero, fueron asegurados Eduardo Aldana García, José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Iván Soto Arellano, Raúl Noyola Romero, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver.
Además, tras el allanamiento, la policía halló a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez -hija del ex secretario de educación del estado de Jalisco y sobrina de un ex gobernador de Jalisco-, por quien la policía de Costa Rica ingresó a esa vivienda, a solicitud de las autoridades mexicanas.
Rafael Caro Quintero, nació el 3 de octubre de 1952 en La Noria Badiraguato Sinaloa.
Fundó el Cártel de Guadalajara, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo » Don Neto». Durante los 80 fue conocido como el “Narco de Narcos”.
Fue detenido en Costa Rica el 4 de abril de 1985 a petición de las autoridades mexicanas, al ser relacionado con el asesinato del Agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y de su piloto Alfredo Avelar.
Junto con Caro Quintero, fueron asegurados Eduardo Aldana García, José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Iván Soto Arellano, Raúl Noyola Romero, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver.
Además, tras el allanamiento, la policía halló a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez -hija del ex secretario de educación del estado de Jalisco y sobrina de un ex gobernador de Jalisco-, por quien la policía de Costa Rica ingresó a esa vivienda, a solicitud de las autoridades mexicanas.
Doce horas después del allanamiento, y tras ser enviadas a México las huellas dactilares de todos los detenidos, la policía judicial recibió una respuesta inesperada: «Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA lo solicita por matar a uno de sus agentes».
El capo estaba en la lista de los más buscados de la DEA. Para esa hora, por lo decomisado en la casa, todo encajaba para la policía: un arma chapada en oro con incrustaciones de diamantes, 300 mil dólares en efectivo, joyas por un valor de 1 millón de dólares y dos carros de lujo (un Mercedes Benz, placa de Misión Internacional MI 12-31, y un Toyota deportivo MR2, ambos adquiridos en circunstancias irregulares). Además, cuatro propiedades valoradas en 1.9 millones de dólares: una en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una más en Vázquez de Coronado y la quinta de San Rafael de Ojo de Agua, donde fue detenido. Solo una de estas propiedades pudo ser aprovechada por el Estado costarricense. Una casa de Vázquez de Coronado fue traspasada por el gobierno mexicano al Comité Olímpico Nacional. Las otras dos están tomadas por precaristas. Las inversiones de Caro Quintero en el país sobrepasaron los 2.5 millones de dólares, según José Martín Trejos, ex procurador penal en ese entonces.
En la madrugada del 31 de mayo del 2010 logró a través de una resolución de un tribunal federal colegiado ser traslado del Centro Federal de Readaptación Social de Jalisco al reclusorio preventivo de Guadalajara, consideró que las autoridades federales y estatales «no pudieron» demostrar el perfil de alta peligrosidad de Caro Quintero.
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