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Opinión

La partida. Por Raúl Saucedo

La necedad de los que se van y de los que se quedan

En esta temporada del año los aromas que nos embisten el sentido olfativo y a la vez los recuerdos son el aroma a pan de muerto, cempasúchil y mañanas frescases inevitable el no pensar en la partida de un ser querido, es como si el calendario asechara ansioso los últimos dias de Octubre y los primeros de noviembre para recordarnos la partida de ellos.

En el marco de la festividad mexicana internacionalmente reconocida del Dia de Muertos Diputados de diferentes partidos políticos (PRI,MC,PRD) han presentado una iniciativa de ley referente a la Ley General de Salud y garantizar la muerte digna a pacientes en etapa terminal (Eutanasia).

En la propuesta se plantea que, para que aplique la eutanasia, las personas deben cumplir con ciertas condiciones como que el paciente padezca una enfermedad terminal, una condición médica irreversible o se encuentre en agonía, que se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales y que esté libre de cualquier influencia o presión.

Existen dos formas principales de eutanasia: la eutanasia pasiva y la eutanasia activa. La eutanasia pasiva implica la suspensión de tratamientos médicos o procedimientos que mantienen con vida al paciente, como la desconexión de un respirador artificial o la interrupción de un tratamiento médico que solo prolongaría el sufrimiento sin proporcionar beneficios reales. Por otro lado, la eutanasia activa involucra la administración de sustancias o procedimientos que causan la muerte del paciente, como la administración de una inyección letal.

Los Argumentos a Favor de la Eutanasia

1. Derecho a la Autonomía: La eutanasia permite a las personas tomar decisiones informadas sobre el momento y las circunstancias de su propia muerte, ejerciendo su derecho a la autonomía.
2. Alivio del Sufrimiento: Proporciona una opción para poner fin al sufrimiento insoportable que algunos pacientes experimentan en el proceso de una enfermedad terminal.
3. Mantener la Dignidad: Ofrece la posibilidad de morir con dignidad y evitar la pérdida de calidad de vida que a menudo se asocia con las enfermedades terminales.
4. Reducción de la Carga Económica: La eutanasia puede reducir los costos médicos asociados con el tratamiento prolongado de pacientes terminales, liberando recursos para otros fines de atención médica.

Argumentos en Contra de la Eutanasia

1. Valor de la Vida: Argumentan que la vida humana es intrínsecamente valiosa y que la eutanasia socava este principio fundamental.
2. Deslizamiento Moral: Existe el temor de que la legalización de la eutanasia pueda abrir la puerta a abusos y a la expansión de las condiciones en las que se permite.
3. Errores Médicos: Hay un riesgo potencial de que los médicos se equivoquen en sus diagnósticos o pronósticos, lo que podría llevar a la eutanasia en casos donde el paciente podría recuperarse.
4. Alternativas Disponibles: Argumentan que existen opciones de cuidados paliativos que pueden aliviar el sufrimiento sin recurrir a la eutanasia.

La legalidad de la eutanasia varía ampliamente en todo el mundo. Países como los Países Bajos, Bélgica, Colombia y Luxemburgo han legalizado la eutanasia voluntaria en ciertas circunstancias, mientras que otros, como Canadá y España, han despenalizado la eutanasia. Por otro lado, en la mayoría de los estados de los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, la eutanasia sigue siendo ilegal.

La variación en las leyes de la eutanasia refleja la diversidad de valores, creencias y enfoques éticos en diferentes sociedades. Es un tema que genera debates apasionados a nivel global y que a menudo depende de la perspectiva cultural y religiosa de cada país.

La eutanasia plantea preguntas éticas profundas que no tienen una respuesta sencilla. ¿Es ético permitir que una persona tome una decisión informada sobre su propia vida y muerte? ¿Dónde trazamos la línea entre la prolongación de la vida y el alivio del sufrimiento? ¿Quién debe tomar la decisión final?

La toma de decisiones relacionadas con la eutanasia implica un delicado equilibrio entre la autonomía individual y la responsabilidad de la sociedad y los profesionales de la salud. La regulación de la eutanasia debe ser cuidadosa y precisa, garantizando que se evite el abuso y que se respeten los derechos de los pacientes.

La muerte esta tan segura de su victoria que en la ventaja que nos brinda para vivir este plano terrenal nos da la encrucijada de tomar en lo personal y en lo colectivo como sociedad este tipo de decisiones legales, solo espero que el resultado legislativo de la iniciativa no salpique en su estridencia el camposanto donde duermen los justos y los bribones ahí donde se comen burritos paseados y se come caña de azúcar.

Opinión

Fotografías. Por Raúl Saucedo

Las Políticas por hacer

El quehacer político moderno, a menudo toma en cuenta a los sectores de la sociedad que ostentan poder o influencia visible dentro de la comunidad:  Los adultos votan, las empresas influyen y los medios de comunicación amplifican sus voces. Sin embargo, en el complicado juego de poder, la niñez, un grupo vital pero silencioso, suelen quedarse en el margen.

La Niñez representa el futuro; es el cimiento sobre el que se construirán las próximas generaciones. Su bienestar, educación y salud son indicadores clave no solo de su calidad de vida individual, sino también del progreso y la salud de una sociedad en su conjunto. A pesar de esto, los gobiernos frecuentemente pasan por alto  la creación de políticas públicas enfocadas en este sector, principalmente porque esta parte de la sociedad no votan ni tienen voz directa en los procesos políticos.

Este “descuido” puede atribuirse a varios factores. Primero, la falta de representación política directa. La niñez depende completamente de los adultos para que sus intereses sean representados en el gobierno. Sin embargo, las agendas políticas suelen estar más influenciadas por las preocupaciones inmediatas de los votantes adultos —empleo, economía, seguridad— relegando a un segundo plano temas como la educación de calidad o la protección contra el abuso y la negligencia.

Además, la falta de datos específicos sobre los problemas que afectan a la niñez impide formular políticas bien informadas. A menudo, las estadísticas y estudios disponibles no desglosan la información por edad de manera que refleje las realidades específicas de este grupo. Esto conduce a un entendimiento incompleto de sus verdaderas necesidades y desafíos.

Es más, los problemas que afectan a la niñez suelen ser transversales y requieren una política integrada. Por ejemplo, la pobreza infantil no solo afecta la nutrición; impacta también en el acceso a la educación, la salud y las oportunidades de desarrollo social y emocional. Sin un enfoque especifico que contemple la complejidad de estos asuntos, las políticas resultantes pueden ser ineficaces o incluso contraproducentes.

La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989 por las Naciones Unidas (ONU), establece en teoría un marco internacional para la protección de los derechos de la niñez, incluyendo el derecho a la educación, la salud y la protección contra la explotación infantil. Sin embargo, la aplicación de estos derechos en políticas concretas sigue siendo un desafío global.

Por lo tanto, es fundamental que los gobiernos reconozcan la importancia de la niñez en el desarrollo social y económico de un país. Invertir en este sector no es solo una cuestión de cumplir con obligaciones morales o internacionales, sino una estrategia prudente para fomentar sociedades más educadas, saludables y equitativas. Los niños y niñas de hoy son los adultos del mañana; sus problemas y necesidades deben ser una prioridad, no una reflexión tardía.

Para abordar esta cuestión sistémica, es necesario promover una mayor participación de los expertos en infancia en los procesos de toma de decisiones y asegurar que las políticas públicas sean evaluadas también en función de su impacto en la población infantil. Las voces de los infantes, aunque no se expresen en las urnas, deben resonar en los corredores del poder a través de quienes aboguen por su bienestar y futuro.

Ignorar las necesidades de este sector en la formulación de políticas públicas no solo es un fracaso en proteger a los más vulnerables, sino también una miopía estratégica que compromete el desarrollo sostenible y la justicia social a largo plazo. Es hora de que los gobiernos ajusten sus lentes y enfoquen claramente en el bienestar y los derechos de los niños, garantizando así un futuro mejor para todos.

Este planteamiento personal y profesional surge en reflexión del pasado 30 de abril, donde la mayoría de mis amigos publicaron historias sobre festivales infantiles en compañía de sus hijos, mientras yo daba un clavado al baúl de los recuerdos encontrando fotografías olvidadas de una etapa fundamental de mi vida, todo esto con aquella canción de fondo del Maestro Sabina donde protestamos contra el misterio del mes de abril.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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