La operadora ferroviaria mexicana Ferromex anunció en la mañana de este miércoles la suspensión del servicio de 60 trenes en rutas hacia el norte con destino a ciudades fronterizas con Estados Unidos. Horas después, la compañía empezó a mover algunas de las formaciones que no tuvieran migrantes en ellos.
La mayoría de los 60 trenes, sin embargo, continúan detenidos debido a la presencia de migrantes en las instalaciones de maniobras, agregó el portavoz.
Ferromex explicó inicialmente que la suspensión del servicio busca «proteger la integridad física de los migrantes», ya que en los últimos días se han registrado media docena de casos de heridos y muertos.
El operador logístico añadió que la acumulación de migrantes tanto en vagones como en patios de maniobras «se ha incrementado significativamente». Solo en cuatro puntos donde la empresa tiene instalaciones ––Torreón, Aguascalientes, Irapuato y Chihuahua–– hay al menos 4.300 migrantes acampados a la espera de tomar el tren para intentar llegar a la frontera con EE.UU., según el comunicado.
Estos 60 trenes detenidos tienen la capacidad de carga de 1.800 tráileres, según la empresa, por lo que esto también podría afectar la cadena de suministro.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que después de que Ferromex anunciara el cese de sus operaciones, las formaciones siguieron su marcha. “Está muy bien y hay que proteger a los migrantes, pero me llamó mucho la atención el despliegue del boletín del señor Germán Larrea (jefe de Ferromex). Nosotros estamos trabajando con el tema migratorio constantemente, estamos trabajando eso. Y están reiniciando también el traslado en los trenes. Después del boletín se echaron a andar los trenes”, dijo López Obrador.
Durante años, cientos de migrantes han arriesgado sus vidas para intentar llegar a Estados Unidos. Algunos lo intentan a través de la red de trenes, conocida como «La Bestia» o tren de la muerte por los peligros a los que se enfrentan los migrantes en su largo viaje desde el sur de México hacia el norte.