En el primer trimestre del año el volumen de precipitaciones pluviales cayó 58 por ciento, en tanto que la temperatura media se incrementó tres por ciento anual, en ambos casos frente al mismo periodo de 2015, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional(SMN).
“Este año las lluvias han estado por debajo del promedio”, reconoció Julio Martínez, consultor del SMN.
Este año se esperan un nivel más bajo de precipitaciones, lo que afectaría al campo, dijeron expertos.
En Guanajuato, a principios de este mes las presas se encontraban a 61.3 por ciento de su capacidad cuando hace un año contaban con 79.9 por ciento.
Un caso similar se presentó en Oaxaca donde residentes del Istmo de Tehuantepec acusan una sequía que incluso ha hecho que la presa Benito Juárez se encuentre a casi 40 por ciento de su capacidad.
Alonso Ibarra, experto en economía pesquera de la UNAM aseveró que habrá un impacto negativo en la producción alimenticia, debido al fenómeno climático conocido como El Niño, que afectaría en mayor medida a la zona del Bajío, con sequías.
“Ahí hay mucha agricultura tanto de consumo nacional como de exportación”, dijo.
Además, en la primera mitad del año podrían presentarse sequías en el Noroeste del país en estados como Chihuahua, Sonora, el norte de Sinaloa y Baja California, según el especialista en clima de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Carlos Contreras.
En tanto la Península de Yucatán, Veracruz y la región de Las Huastecas así como algunas zonas del Istmo de Tehuantepec también se verían afectadas por falta de lluvias en la segunda mitad del año.
“Esta temporada tuvimos menos nortes que lo habitual, como contrapartida va a haber menos ciclones en la costa del Golfo”, dijo Contreras.
El campo no será el único afectado, pues los cambios en la temperatura tienen mucho más impacto en los ecosistemas marinos. “Es más drástico lo que sucede en la producción pesquera. Sí se espera que baje este año por los impactos que puede tener en los ciclos de vida biológicos”, agregó Alonso Ibarra, experto de la UNAM.
El Financiero